El Divorcio que me Salvó
lágrimas empapan mi rostro y me nublan la vista, cosa que me preocupa de que surja la posibilidad de que choque, cosa que no quiero porque él podría encontrarme. La sola idea me pon
quería que en el hospital vieran para que no me hicieran preguntas... No puedo creer todavía que lo estoy consiguiendo, aún no estoy segura, el miedo de volver a fallar me tiene tan tensa como un cable de acero. Las lágrimas vuelven a deslizarse por mi rostro y la mejilla que, por más que e
orque las cancelé todas y saqué todo el dinero de mis cuentas antes de irme. Luego veré a dónde puedo ir y le a
sente, no lo dudo y enfilo la trompa del auto en ella, estacionando para luego taparme la parte baja del rostro con un barbijo para
ualquier otra cosa y no un maldito policía? ¡CO
rmito quebrarme por completo y dejar salir todo el miedo, el dolor y la angustia que me han agobiado por el último par de meses, maldiciéndome a mí misma por haber sido tan tonta de dejar
y anclada a una oficina ni nada similar, o de lo contrario, estaría desempleada directamente. La única cosa que necesito resolver ahora, es que requiero una nueva
del rostro, la del brazo y la de las costillas (que parece ser solo un golpe, nada roto o el dolor sería mucho peor y lo sé por experiencia) y me meto en la cama para tratar d
e dormida, no dejaré que gane, volveré a ser feliz y no va a poder impedírmelo, mi mejor venganza es poder seguir con mi vida a pesar de él. Ni
rabl
tomando una otra pastilla como la de anoche para calmarme y vistiéndome para empezar. Lo dije anoche,