icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

EL COLECCIONISTA DE ATRIBUTOS

Capítulo 4 MEDALLAS DEL TIEMPO

Palabras:1023    |    Actualizado en: 19/04/2023

rentamiento donde sus enemigos lo superaban en número, donde se escuchaban “huyan” y “retirada”, cada uno de sus com

mil veces que aguantar los miles de torturas de los desgraciados guerrillos en esos campos

el bosque revelando su posición por las linternas, pudo ver que solo e

s, provocando que el esc

—le interrogo e

o un ente y me ataco, apuesto a que

fue? —le pregun

les mintió para lleva

—ordeno el mayor, quien estaba cegado por atrapar a ese delincuente, al oficial má

o pierdas la cabeza, ja, ja, ja —dijo Hernán limp

ar alcanzarlas, aún estaba muy débil por sus her

olvieron, pero esta vez solo enco

arse de que los perros los habían abandonado porque estaban ocupados co

gritando. Un soldado se tropezó cayendo y el otro, en lugar de ayudarle, paso por encima del cuerpo, sin detenerse por los gritos de ayuda. Le toco frenar cuando choco con los perros, quienes

rizonte, aunque el policía por un momento deseo que nunca hubiese amanecido, pues lo primero que vio fue la cabeza de su jefe colgando frente suyo, luego una lluvia de sangre y

ojos cerrados

ra que chirriaban al ser usadas, las paredes agujereadas debido a los múltiples enfrentamientos

da edad a la que su marido le dejo solo esta edificación al morir, ya que casi todo el dinero se lo gasto inútilmente tratando de alargar su vida. Además de habitaciones tenía gallineros y cultivos para solventar el diario. Por el hecho de que no l

armado las prohibió por considerarlas inmorales, eso le dijo un anciano del pueblo al preguntarle por qué en los bares solo había machos. Así que se deprimió por no encontrar alguna fémina, le toco devolverse para el hotel a sedu

erá que si mi cuchillo no se alimenta no podré calmarme? Será, será que será lo que será,

e pegado con adobe y pintado con cal, el sonido era amenizado con una antigua grabadora, donde solo servían una

ar su colección, sino aquel que le había dañado el rato en el monte. Aunque lo salvo de la trampa policial, pero que aún le dolían las he

Obtenga su bonus en la App

Abrir