EL COLECCIONISTA DE ATRIBUTOS

ición de personas; —es una bestia; - no, es un güito; —no, e

s, el primero conocido como “el cortico”, porque su apellido era Cortes, además de estatura baja, más no con enanismo, flaco, pero no desnutrido y un ligero bigote que marcaba su cara. Que por sus largos años en la milicia era un elemento muy valioso y don Gildardo Simplón, cuyo cuerpo contaba muchas historias. No te

parecía transformarse en monstruos en las pequeñas mentes del escuadrón co

a noche y parte del día, p

o, intentémoslo otra vez hoy

el quite, pues sabía que vivían en la misma dirección, aunque no se habían habl

este atajo, —

er él tal monstruo

ranquilo compa,

umbo por unos mato

uo volvió a atacar, mato

—pregunto

inado es el legendar

e su alma con bien, tenemos que atrap

ba muy bien su cuerpo, lo restregaba mucho, tan

ismo; mientras lavaba sus heridas, —por má

ntentó abrazarlo, seguramente para estrangularlo, pero él rápidamente desenfundo su machete y al mejor estilo samurái lo blandió tirando a partir a su oponente, quien gravemen

osas voces en su mente, así que le abrió el pecho sacándole

e no vio rastros bélicos, ni enemigos, solo un cadáver decap

ea Mataron

ues tenía que tener la mente

de oficina es muy tedioso, en mis pesadillas me veo todo el día encerrado en un cubículo, revisando mil for

r eso los demás empleados le tenían cierto recelo, también porque

a, —decían,

Esos mismos que tenían una profunda investigación en ese barrio, porque allí era en la parte de la ciudad donde más habían aparecido cadáveres de mujeres mutiladas, como estrategia fueron designa

y amablemente, una madrugada tuvo la suerte de observar a la rubia s

a estuvo espera

ores pintas y por el afán ni siquiera c

la espera, incluso las luces se prendieron y la música se apagaron, cua

pero les gano sacando a relucir que la conocía del supermercado, y ella no se arrepintió, pues

lvidándose que era policía;

nzalo

se aguantó las ganas de ir al baño porque

, muy especial, sobre todo par