Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Mi esposo millonario: Felices para siempre
Una esposa para mi hermano
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
Una joven está encadenada de pies a cabeza sin tener la menor posibilidad de escapar en lo absoluto.
-¡mi pequeña amante!-susurró la voz de una mujer.
Las pestañas rubias plateadas largas hermosas de la joven temblaron hasta que sus ojos se abrieron lentamente, revelando unas pupilas doradas, esos ojos como los rayos de sol miraron la figura de enfrente.
Es una mujer tan hermosa quien está vestida de dorado mientras la corona sobre su cabello azabache le hace sentar una aura de emperatriz extraordinaria.
-¡te has vuelto un verdadero desastre! ¿Por qué tiene que robarme lo que originalmente es mío? ¿Aún te quedan ganas de vivir? "Él ya a destruido todo lo que amas para solo tenerte" ¿no es gracioso?? ¡Lo he amado desde la infancia! Pero una mera noble de bajo nivel me ha quitado al hombre que amo aunque si soy sincera tú solo serás una concubina y yo seré la emperatriz, hoy es mi boda ¡no hagas nada estúpido para arruinarlo!-lo dijo sosteniendo la barbilla de la joven con fuerza para después soltarla de manera abrupta-¡no dejen que haga algo estúpido!-habló nuevamente mirando a los guardias que custodian a la joven.
-¿me ama? ¿Esto es amar? ¡Mato a toda mi familia! ¿Solo para tenerme? "no quiero vivir así debo huir de aquí"-pensó la joven sonriendo de manera llena de frialdad, cerro sus ojos suspirando lentamente de repente sus palmas se llenaron de un poder rojo carmesí.
La energía de poder roja salió disparada alrededor de su cuerpo, las cadenas negras brillantes se rompieron al instante incluso los guardias cayeron al suelo herido por la poderosa fuerza.
-¡pfft!-vomitó sangre cayendo al suelo mientras toca su pecho miro las paredes que se estaban demorando por su poderosa energía-¡lo logré!-pensó sonriendo, sus acciones atrajeron la atención de la gran ceremonia de bodas que se estaba festejando en el palacio imperial.
Varios guardias salieron de la ceremonia de bodas corriendo al lugar donde se encontraba la joven incluido un hombre de traje rojo corrió con desesperación hasta llegar a la joven quien corre mientras que su largo vestido rojo se arrastra sobre el suelo frío.
Los pasos largos resonaron por todo el lugar, la joven figura corrió mirando atrás hasta que llegó al límite sus ojos se posaron en el vacío cubierto de oscuridad y caos absoluto.
-¡vuelve conmigo! ¡Prometo no volveré a dejarte sola, te daré de comer tu sopa favorita!-le susurró una voz cálida con un toque de desesperación infinita.
La joven al ver la mano estirada dio dos pasos hacia atrás quedando tan cercas del vacío, las comisuras de sus labios se levantaron mostrando una sonrisa llena de ironía-¿si no vuelvo a quien matarás ahora? ¡Emperador no me queda nada, ya no puedes controlarme más!-habló con burla.
-¡ven aquí! Si no vuelves matará a la gente inocente del mundo, incluso quemaré este mundo si no vuelves a mi lado-gritó con ira.
-"Emperador, yo jamás te amare incluso si me amas no tendrás mi cuerpo y ni mi alma"-respondió mientras que las lágrimas recorrieron sus mejillas blancas como la nieve, levantó sus manos para después lanzarse de manera decidida al vacío.
-¡nooo!-gritó de manera tan desgarradora
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-¡despierta, despierta! "Emma debes despertar, no duermas más"-resonó una voz con desesperación.
-¡Ahhh!-gritó voz mientras caía al suelo-¡dolor! Duele-murmuró-¡Mi voz! ¿Cómo se volvió tan infantil?-pensó, al mirar a su alrededor se sorprendió al darse cuenta de los colores hermosos de la habitación en ese instante corrió de manera abrupta hasta llegar al largo espejo en el pequeño tocador dorado.
En el espejo se pudo ver el reflejo de una pequeña niña de 9 años con rasgos hermosos se puede describir que cuando crezca destruirá a un imperio enteró, la niña pequeña tocó sus mejillas abultadas con tanta incredulidad.