CAPITULO 01: ALGÚN DÍA SERÁS MÍO.
El frío viento de esa noche de otoño balanceando el cabello rubio y ondulado de la bella Kristy.
Sus ojos de un hermoso tono dorado observando el lago frente a ella en ese solitario jardín de rosas.
En la mansión de los Nekrásov se celebraba el cumpleaños número dieciocho de ella, la única hija del poderoso hombre dueño de varios casinos en la ciudad de Los Angeles y rumorado mafioso ruso.
— ¡Dije que no lo haré papá! — Exclamó una voz masculina a distancia.
Kristy logró escuchar aquel tono grave y se dirigió hacia la voz como si se tratara de una polilla atraída por la luz de una farola.
Ella caminó hasta detenerse tras unos arbustos del amplio jardín.
Las luces que iluminaban el lugar no eran suficientes, pero ella logró distinguir esa figura masculina, alta y llamativa de un hombre joven de cabello castaño usando una gabardina oscura y un sombrero del mismo tono.
Él estaba hablando por teléfono, sus movimientos caminando de un lado a otro parecían los de alguien molesto.
Finalmente terminó la llamada y guardó su móvil, en ese instante el hombre posó su mirada hacia esos arbustos viendo ligeramente la silueta de alguien trás ellos.
Él se acercó rápidamente.
Kristy guardó silencio creyendo que no era lo suficientemente visible y que todo estaría bien si simplemente se quedaba oculta.
Grave error.
— ¡Ay! — Exclamó ella por sorpresa al ser jalada con fuerza de su muñeca derecha.
— ¡¿Quién eres y por qué me estabas espiando?! — Exigió él joven heredero de un conglomerado Nathaniel Jhonson.
El atractivo joven de entonces veintitrés años posó sus manos enguantadas en los brazos de esa jovencita.
La mirada de un hermoso color azul claro la veía con molestia y gran frialdad.
Kristy tuvo miedo.
Nunca en sus dieciocho años de vida había sido tratada de manera tan ruda.
— Soy… Soy Kri…kristy…— Contestó ella con su voz temblorosa.
— ¿Has dicho Kristy? ¿Kristy Nekrásov? — Preguntó él sorprendido.
La jovencita asintió varias veces con rapidez aún nerviosa.
Se trataba de la cumpleañera e hija del anfitrión y peligroso hombre de negocios, Gregori Nekrásov.
Nathaniel la soltó de inmediato.
— ¿Que haces aquí? Es tu cumpleaños, ¿Por qué no estás adentro y disfrutas de tu fiesta?
— Me cansé, no me gusta cuando soy el centro de atención y tantas miradas se dirigen en mí, siento que me juzgan de pies a cabeza, así que quería un momento de paz y he vendido hacia aquí… mi jardín favorito. — Comentó Kristy avergonzada.
Nathaniel notó que Kristy usaba un hermoso vestido de gala corto y pomposo de un color celeste brillante, sin embargo, ella no estaba utilizando ningún tipo de abrigo esa fría noche.
El joven se quitó de inmediato su gabardina colocando la misma alrededor de ella.
— Te haré compañía hasta que estés lista para ingresar. — Sonrió él con amabilidad ofreciendo su mano enguantada a Kristy quien la tomó de inmediato. — Aunque me temo que serás tú la que guíe y me muestre su jardín favorito~
Ante tan amigable comentario, ella se sintió en calma y comenzó a caminar con ese apuesto joven que tenía una hermosa sonrisa con hoyuelos.
Esa fría noche en el otoño de sus dieciocho años, Kristy comenzó a creer en el amor a primera vista.
Su corazón no dejó de latir aceleradamente durante la hora y media que charló con el apuesto heredero de los Jhonson.
¿Era a caso su destino?