Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Mi esposo millonario: Felices para siempre
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
El arrepentimiento de mi exesposo
No me dejes, mi pareja
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Capítulo 1
Tammi
Mi cuello palpita, duele y el piso se siente frio debajo de mis manos; sofocada por la falta de aire producida por el apretón de las manos de mi padre sobre mí, estoy viva. La imponente figura de Alexander interponiéndose entre el ser que me dio media vida y yo, defendiéndome, arrebatando mi aliento a la muerte. Aunque su forma antinatural es tan poderosa, se lo vulnerable que se siente al mostrarse ante mí, incluso si no estoy consciente del todo, veo sus ojos brillando intensamente en medio de la oscuridad de la habitación, hundiendo sus garras en la carne de Charles, arrebatándole la vida y absorbiendo su sangre con rapidez, puedo percibir en él, la necesidad de probarla, los agujeros en su espalda producidos por las balas que el arma favorita de mi padre proyectó en él, sanan conforme el líquido escarlata entra a su sistema. Debería tratar de escapar, debería sentirme asustada, aterrada por la escena tan ruin y sanguinaria que atestiguo, por el contrario, jamás me sentí tan protegida, nunca desee a alguien como lo deseo a él. Ahora no tengo duda, estoy lista para descender al abismo, su abismo, caminar a ciegas en la oscuridad sin importar a donde me lleve. Ahora que estoy cerca de la muerte, viene a mi mente el inicio de nuestra historia, mi historia.
Cuando era pequeña, mi madre siempre decía que todo lo que nos rodea proviene de la ciencia, que todo lo que sucede a nuestro alrededor tiene un fundamento o explicación científica; clavó en mi mente la idea de que debía cuestionar cada hecho, siempre acompañada de una lógica inherente.
Ella era una científica brillante, audaz, perseverante y tenaz, claramente la única alternativa en su vida, era explicarlo todo con la ciencia, incluso cuando pregunte la forma en que fui concebida; los detalles fueron demasiado claros y explícitos, una de las razones por las que siempre odie el sexo. La imagen de mis padres en el acto me era desagradable, mi padre por su parte, era un artista consolidado y aclamado, que derrochaba talento como el dinero de mi madre y cuando él se fue devasto profundamente el corazón de la mujer que me dio la vida, y aunque científicamente había una explicación para el dolor que experimentaba mi madre, nada le hacía recuperarse de la tristeza que embargaba sus ojos.