Aquel día. No sabía si algún día o quizás nunca conseguiría recordarlo, pero la marcó para siempre, estaba convencida.
Brianda, una hermosa joven rubia, de ojos azules, con una estatura media y apenas 25 años.
Esa misma joven que no sabía quién era, de dónde venía ni que había pasado en su vida. Solo vagos recuerdos había en su mente.
Un accidente lo cambió todo. Lo último que ella recuerda es haber despertado en un hospital junto a Shara, una señora mayor, de unos cincuenta y cinco años, que decía ser su niñera.
¿Sus padres? Habían fallecido esa misma noche, en aquel accidente, dejándola completamente sola. Con un hermano mayor que ella que residía en América Latina.
Y una empresa, en ruina.