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La Pequeña Esposa

La Pequeña Esposa

Lily Arzola

4.9
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Capítulo

Está es una novela juvenil y refrescante de amor, sobre el matrimonio forzado. Contiene diferentes tipos de emociones a lo largo de la romántica historia de Alice Jefferson y su próximo esposo, Demian Volkova. "La pequeña esposa", cuenta la historia de una joven, que es comprada por uno de los hombres más poderosos de Inglaterra, quién tiene una empresa en ascenso, mientras siendo copropietario de medio banco nacional, la hace su esposa, cambiando todo el panorama de vida de la joven. Una historia de amor con altos y bajos. ¿Una joven podrá con la vida de un multimillonario? ¿Terminaran juntos aún después de una tóxica relación?

Capítulo 1 1

Capítulo 1

Mi vida realmente no era tan interesante antes de él, supongo que era una más de los millones que hay en el mundo. Incluso cuando nací fui un bebé normal, mi altura y mi peso fueron normales como muchos niños. En ese punto de mi vida, todos sabían que era ordinaria y que no era especial, pero aun así él me eligió.

Así que empecemos desde el principio, cuando mi padre y mi madre se casaron, aun cuando mi madre era más joven y más bella que mi padre. Incluso hay gente que cuenta que ella sólo se casó por conveniencia. Yo no era nadie para negarlo ni confirmarlo, puesto que yo ni siquiera existía en aquellos tiempos, en donde mi madre aún era una mujer "inocente", así que dejaré pasar esos chismes por alto.

Mientras fui creciendo, mi padre aún intentaba que su fábrica de textiles creciera, mientras mi madre cada vez se sentía más cómoda teniendo dinero, supongo que se acostumbró a él.

Mi padre realmente quería lo mejor para su querida hija, así que contrató a gente para que cuidaran a su pequeña hija y le enseñaran lo esencial para poder llamarse una dama, mientras él trabajaba día y noche siempre viéndose cansado, mientras mi madre gastaba lo que mi padre se ganaba por su esfuerzo. Supongo que jamás sentí él vació o algún resentimiento por el abandono de mi madre, aun cuando ella me ofreció miles de veces que entrara a la academia de ballet de nuestra ciudad y compartir su única pasión después de las compras, que era ser una bailarina hermosa y con porte, pero nunca acepté, porque me sentía herida.

¡Oh! Supongo que si sentía el vacío y una pizca de rencor contra ella.

El nombre de mi madre es Ross Jefferson, la describiría como más bella que una flor de loto recién nacida, incluso tenía una mirada azul tan penetrante que lograba derretir el corazón de cualquier hombre que se le parara enfrente, mientras que su cabellera siempre brillaba por lo negro que era. Mamá creyó que nacería rubia como mi padre, es por eso me puso Alice por el libro de" Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas "

Esa fue una de las muchas razones por las que no le guste, ya que nací siendo una niña de ojos azules y cabellera negra, siendo el completo reflejo de sus maravillosos genes, así que mi madre se deshizo de su libro favorito de niña, tirándolo a la basura y mirando con desdén a esa pequeña bebé de grandes ojos.

Mi padre era un viejo hombre llamado Bill Jefferson, él era tan brillante y siempre veía lo positivo de todo, diciendo que todo lo que nos ocurre en esta vida, tiene una razón y una respuesta. Él era la persona más perseverante de este mundo, mientras que nunca se daba por vencido. Y por mi parte yo era la niña de sus ojos.

Pero después de tratar por mucho tiempo con el negocio de textiles, un día la suerte le sonrío a papá. Él se enteró que le iba a surtir telas a los mejores centros comerciales de Londres. Él ni siquiera podía contener su felicidad al saber que nuestra vida como ricos pobres por fin se terminaría. Así que cuando recibió su primer cheque y al saber la cantidad, compró una casa y nuestra vida fue mejorando cada vez más. Jamás había ido a Londres, pero mi padre decía que era un lugar hermoso y siempre me traía cosas de cuando iba a reuniones de negocios; muñecas y juguetes que el dueño de la empresa le daba para mí, sin contar siempre las mismas postales de los centros comerciales Volkova, una empresa rica en todos los sentidos. Supongo que, en ese punto, jamás creí que nadie me dañaría y ni menos que algo malo me pasaría. Creía que el amor que mis padres me demostraban, iba a ser suficiente para siempre estar en un hogar segura.

Algunos años después, me enteré de que estábamos en bancarrota. En realidad, yo jamás me había acostumbrado a esa vida llena de lujos, jamás me importo el dinero, los autos, las joyas, ni incluso a los juguetes caros, pero supongo que mis padres si lo hicieron. Nunca pensé que ese problema de no tener dinero, me cambiaría la vida para siempre. Yo jamás lo vi venir, nadie me dio un aviso y ni menos, alguien me preparo para lo que venía.

Demian Volkova, era un hombre como de esos que te muestran en las revistas de catálogo, era completamente perfecto. Él era un completo extraño para mí y aunque sabía que mi padre había trabajado con él, no me interesaba saber nada más que no fuera, que era socio de él.

Pero después su presencia se hizo notoria en mi casa, tanto que incluso el sol iluminaba la casa sin muebles, cómo si un dios griego estuviera iluminando la belleza aquél joven hombre de apenas veinticinco años. No podía negarlo, era él joven más apuesto que había visto en mi vida, con enormes ojos cafés llenos de pestañas, pelo castaño y piel bronceada, mostrando siempre una silueta fornida y grande, era como si el hombre hubiera sido esculpido a la perfección.

Y tampoco podía entender porque a veces mi corazón se tambaleaba, más de una vez al ver sus ojos cafés bien fijos en mí. Pero solo tenía dieciocho años cuando mis ojos azules se fijaron en sus ojos castaños. Supongo que aún era demasiado joven e inocente, para saber que mi corazón había sido cautivado por Volkova.

Mientras el hombre venía más a casa, más mi padre hablaba de él.

Mi padre decía que era un hombre ejemplar, como si fuera un héroe que salvó a la nación o algo parecido, pero solo era nada más y nada menos, que uno de los mejores empresarios de Inglaterra y que tenía mucho dinero, pero necesitaba una esposa pronto, ya que quería heredar la empresa de su familia. Cada vez que escuchaba esa historia, se me venía el mismo pensamiento a la mente:

"Bueno, si tiene tanto dinero, ¿por qué no se compra una esposa?"

Las pláticas con mi padre eran inútiles, nada era nuevo, puesto que todo el mundo sabía que el hombre era exitoso y solo tenías que prender el televisor, para darte cuenta que las empresas Volkova estaban invadiendo el mundo con sus centros comerciales, sus automotrices, sus líneas de ropa, sus parques de diversiones, su empresa de publicidad y su fama entre todos los empresarios más grandes del mundo.

Un día sin más, después de las charlar con mi padre, decidí subir a mi habitación a esconderme de sus pláticas tan terribles sobre el tal Volkova. Y cuando por fin estuve sola, me dejé caer lentamente al suelo de madera, mientras me recargaba en la puerta de mi habitación. Al levantarme del suelo, puedo ver que mi habitación era diferente posguerra. Ahora era más grande, ya que todos los muebles también fueron embargados, pero supongo que siempre he sido tan sencilla, que no me importaba dormir en una cama envuelta en plástico.

A pesar de todo lo que hemos pasado, como ser embargados y también dejar nuestras vidas tan cómodas, no echo de menos los lujos, solo necesitaba sentirme segura y protegida por mis padres.

Después de un rato de sobre pensar sobre el mal momento que estaba pasando mi familia, decidí descansar, ya que estaba agotada de las continuas peleas de mis padres sobre el dinero. Y ahora tendría que soportar los gritos aún más, ya que estoy esperando a que me llegue la tan esperada respuesta de la universidad.

Soñaba ir a Londres y ser una pintora, mi padre me había enseñado a pintar en óleo, era bastante buena así que no dude en mandar una carta a la Universidad de las Artes de Londres, soñando con dejar mi pueblo natal y ser pintora en la ciudad.

Antes de irme a dormir, la curiosidad me empezó a molestar, así que tuve que buscar el nombre de ese tipo en Internet y lo que salió, me dejó aún más agobiada sobre el hombre de trajes finos. Diez mil respuestas sobre el hombre, que era dueño de medio banco de Inglaterra y con una empresa cada vez más grande e importante, lo hacían una clase de sensación en redes sociales. Todos hablaban de lo bien parecido que era, pero simplemente ante mis ojos, podía ver algo más en él, pero no sabía que era.

Mis ojos lentamente se fueron cerrando, mientras caigo completamente exhausta sobre una almohada pequeña y algo desgastada. Lo único que necesitaba era desconectarme del mundo y caer en mi almohada, mientras me hundo en un mundo donde no importa que clase social seas, solo importa descansar.

Al despertar por la mañana, abro mis ojos y estos son cegados por el sol que se posa en mi ventana. Yo misma escuchó un ruido que no me deja continuar con mi siesta, así que tomo mi bata y me asomo por las escaleras, para ver porqué tanto escándalo.

El olor a café es extraño, ya que no teníamos dinero para costear el café fino que mi madre suele tomar por las mañanas, así que bajó las escaleras con mis pies descalzos, mientras la vieja escalera rechina.

Al estar en el comedor, me doy cuenta que estaba ese hombre pomposo en mi casa. Y no lo podía negar, él era más guapo en vivo y en directo. Era tal su belleza, que me quede en la esquina de las escaleras, viendo su lamentable perfección y su increíble arrogancia al recibir café de mi madre. Mientras mi boca se abre lentamente, mi padre es el primero en darse cuento que estoy pasmada al lado de las escaleras.

––¡Alice! ––Pronuncia mi nombre con firmeza, mientras el tal Volkova, se levanta de su asiento junto a mi padre. En la cultura de los ricos, es de buena educación que cuando una mujer llega, los hombres se levantan de sus asientos, demostrando que también somos relevantes en las conversaciones de los hombres cuando comen, aunque eso no sea así.

––Hola. ––Le contesté algo extrañada, mientras me voy acercando cada vez más a la mesa, mientras mis piernas cortas se mueven.

––Él es Demian Volkova, te he hablado mucho de este joven. ––Me comenta mi padre emocionado, mientras yo solo tomó un pan tostado en mis manos.

––Sí, hola. ––Le respondí descuidada mientras intento sentirme cómoda en mi propia casa.

––¿Y bien? ––Preguntó mi madre rompiendo el hielo. ––Demian es un valioso amigo de la familia. ––Mi madre sonaba exagerada al decir eso.

––¿A sí? No sabía qué eran cercanos. ––Les contesté sin intereses mientras le pongo mantequilla a mi pan tostado.

Mis padres sientes un balde de agua fría pasando por sus cuerpos, ya que no estoy sincronizada con los halagos, para ese hombre extraño.

––No importa, tenemos mucho tiempo para conocernos. ––Murmuró el hombre pomposo, envuelto en una burbuja de arrogancia.

––¿De qué habla? ––Pregunté ahora posando mis ojos en su persona, mientras siento una clase de mala vibra de parte del señor Volkova. Era como si sus palabras trataran de decirme, que algo pasaría.

––¿No se lo han dicho? ––Preguntó el señor Volkova a mis padres alzando una de sus cejas, mientras se veía que estaba divertido por la situación tan incomoda del momento.

––¿Qué no me han dicho? ––Pregunté viendo a mis padres, mientras ellos solo agacharon la mirada. Yo no comprendía nada. –– ¿Qué pasa? ––Escupí enfadada.

––Apuesto que no. ––Contestó el joven Volkova, sonriendo arrogantemente. ––Te llevaré a casa, o quiero decir...––Ahora posa una mano en su boca para corregir. ––A nuestra casa. ––Sus palabras hacen que mi piel se erice como nunca antes. Nunca antes alguien me había hecho sentir tan extraña, como ese hombre que desayunaba en mi casa con sus modales tan elegantes.

––¿Cómo? ––Pregunté asustada y preocupada por lo que este hombre estaba diciendo. –– ¿Cuál casa? ––Pregunte una vez más, aventando mi tostada en medio de la mesa, haciendo que el café salpicara por todas partes. –– ¡Nunca viviría contigo! ––Le contesté agresiva, mientras intento huir de esta situación incómoda, pero él joven se levantó de su asiento y azotó sus manos contra la mesa, haciéndome callar del miedo.

––¡Claro que lo harás! ––Su voz es ronca y puede hacer que la gente se sienta amenazada, pero, aun así, no baje mi mirada. ––Tus padres decidieron que serás mi esposa. ––Termino diciendo con ninguna pizca de sutileza en sus palabras.

––¿Qué? ––Pregunté herida mientras miraba a mis padres, pero ellos parecen no ser lo suficientemente valientes, como para decirme tales cosas. Mi padre incluso posa una mano sobre su boca, mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos, lagrimas que no podía contener.

––Hija...––Dijo mi madre tomándome del hombro, lo cual yo rechazó con firmeza.

––¿Tú también estás de acuerdo? ––Pregunté viéndola con enojo y con pequeñas lagrimas saliendo de mis ojos grandes.

––Es lo mejor.––Me dice mientras intenta convencerme que esto sería lo mejor. En su mundo, ¿qué sería lo mejor para mí? ¿El bienestar económico de mi familia?

Así que salí corriendo rumbo a mi habitación. Al llegar a está, me encierre mientras mis lágrimas salían de mis ojos como un diluvio. No podía controlarme a mí misma en ese mismo momento, lo único que quería era desaparecer.

Mi madre no tardó en pararse a fuera de mi puerta, mientras me pide cínicamente que abra la puerta.

––¡Alice, escúchame! ––Dijo fingiendo que estaba sollozando. ––Tienes que salir. ––Tocaba una y otra vez de la puerta.

––¿Para qué? ¿Para regalarme con ese hombre extraño? ¿Para cambiarme por dinero? ––Ni siquiera podía mantenerme a pie, así que caí al suelo como si fuera un trapo.

Después de algunos minutos, solo escuché como la puerta se abre, y ahí estaba la madre más mala del mundo, la que cambiaría a su hija por un futuro mejor. Mi madre se tiró al lado de mí cuando entro, tomando mi mano y empezando a llorar, pero sabía que sus lágrimas eran falsas y vacías, como el compromiso qué me harán tomar este día. Mi madre lograba convencer a todos con lágrimas, era como si dentro de ella, hubiera una descarada actriz que solo sabe mentir.

––Yo sé que es difícil, pero es lo mejor para ti. ––Me dice en forma de consuelo.

––¿Para mí? ––Mofe entre lágrimas. ––Para su estúpida economía, mejor dirán.––Yo era obstinada, así que no dejaría que cambiara mi parecer.

––No Alice, sé que ahora piensas eso, pero después me agradecerás. ––Me dice con su dulce acento británico. ––Él te hará una mujer de bien, no te va a faltar nada. ––Después movió su boca para decir. ––Una mujer debe hacer algunos sacrificios, para mantener a su familia en pie.

¿Entonces ser mujer, era la definición de ser infeliz? Buen consejo de vida madre. ¿En qué siglo estábamos? ¿Esto acaso era legal? ¡Pero si solo soy una niña!

––Yo no quiero nada de eso, yo solo quiero...––Mis lágrimas cayeron de nuevo, de tan solo imaginarme la vida con alguien qué es un extraño. ––Yo solo quiero quedarme con mis padres. Prometo ser buena, prometo hacer todo lo que ustedes me pidan, es más tomaré ballet como tu querías, pero no me dejes ir. Haré todo lo que me pidas. ––No podía más, colapsé y me hundí en un sinfín de suplicas. ––¡Te lo ruego, no me dejes ir! ––Las súplicas no parecieron funcionar.

Yo misma prometí hacer lo que mamá quería que yo hiciera cuando era más joven, pensé que sería una buena táctica para evitar que me regalara a ese hombre, pero no funciono.

Pero al mismo tiempo me pregunté: ¿Por qué tenía que convencer a mi propia madre? Se supone que su amor debe ser incondicional, pero para ella el amor no valía nada.

––Alice no sigas. ––La mujer hermosa se aparta de mí, mientras yo la seguí arrodillada, suplicando que no me dejara ir. ––No sigas, me haces daño. –– ¿Yo le hacía daño? Pero ella era la persona que me quería dejar ir con ese hombre desconocido. ––Es lo mejor, prepara tus cosas, el señor Volkova te espera. ––Termino de decir para después cerrar la puerta con fuerza, mientras yo caí arrodillada al suelo. No tuvo piedad de mis lágrimas.

Después de algunos minutos, comprendí que ellos no me querían aquí. Tendría que ir con ese hombre. Sabía que ese hombre no era bueno, así que tenía que tener mucho más cuidado con él.

Había terminado ya mis maletas y aún no podía controlar mi llanto, tenía que ocultarlo ya que no quería que el señor Volkova viera que estoy destruida por su culpa. Baje lentamente las escaleras, viendo todo lo que no volvería a ver más, supongo que ese tipo me llevara tan lejos y no me dejara ver a mi familia, y para ser honesta, en este punto no creo que quiera verlos después de esto.

Baje hasta el último escalón y pude ver a ese hombre que sonreía como si fuera el comienzo de un romance. ¿Qué no entendía? Me hacía daño.

Observé a mis padres por un microsegundo, pero decidí salir rápido de la casa. Si ellos ya no me quieren, ¿por qué me despediría de ellos?

Afuera de mi la casa, había una camioneta negra y un sirviente que subía mis maletas, y al lado de la camioneta un BMW negro. El día era tan frío cómo las acciones que tomaron mis padres, así que solo fruncí el ceño, mientras el aire me despeinaba.

Al mirar los autos de este hombre, gruñí con odio, supongo que él es el dueño de medio país y dueño de todos los autos en Inglaterra, pero aún con ese hecho, no me importaba, no era mi dueño, lucharé contra él.

Después de pensar y maldecir en mi mente, sentí una mano detrás de mí, despertándome de mis pensamientos vengativos.

––Hermosa, sube al auto. ––Dijo el hombre sonriéndome con delicadeza. No me hacía gracia lo que él hacía, así que solo lo fulmine y camine hacia el auto. Al estar adentro, pude ver por el retrovisor al joven Volkova hablando con mis padres. Mi padre lloraba, suplicándole al joven algo de lo que yo no sabía. Mi corazón palpitaba, mientras yo intentaba no llorar. ¿Él llora por mí? ¿Acaso me sigue amando? Quería salir del auto e ir a los brazos de mi amado padre, pero al ver como todas mis cosas fueron subidas a una gran camioneta, me di cuenta que se estaban deshaciendo de mí.

Mi madre por su parte, conserva su sonrisa joven, combinada con sus ojos azules, mientras mira al joven Volkova como si él fuera un dios. Quizá la frialdad que ella mostraba, no me sorprendía para nada, jamás fue apegada a mí, puesto que dejó que una institutriz cuidara de mi cuando yo era bebé.

Después Demian se dirigía al auto, así que desvié mi mirada hacia la ventana, para no encontrarme con su mirada tan potente.

Al subirse al auto, intentó charlar conmigo.

––Hermosa, te llevaré a casa. ––Él puso su mano en la palanca de velocidades para empezar nuestro viaje, pero antes de que avanzara, puse mi mano también en la palanca.

––No quiero que pienses que eres mi novio o algo parecido. ––Dije mirando el suelo, para después mirarlo a él. ––No me llames hermosa, porque no lo soy. ––Suspire profundo. ––Eres un desgraciado y jamás lograrás nada conmigo. ––Mis lágrimas quieren salir, pero las retengo. –– Si hago esto, es porque no tengo salida. Tú nunca vas a hacer algo mío. ––Dije con palabras duras y llenas de odio, pero inesperadamente él tomó mi barbilla con una de sus manos peligrosas.

––Eres rezongona por lo que veo. ––Parecía que estaba muy enojado, supongo que la amabilidad y la cortesía se terminaba aquí. –– ¡Escúchame niña! ––Respira con pesadez mientras me mira con enojo. ––Pague millones por ti y ni siquiera creo que los valgas, pero lo hice. ––Sus dientes se aferran a su mandíbula, estaba más que enojado. ––Quiero resultados a lo que pague. Serás mi esposa, aunque no te guste. Intente tratarte como una princesa, no quiero que actúes más como una estúpida niña. Te casaras conmigo y no voy a aguantar tus niñerías. ¡Madura o si no tendrás una vida miserable al lado mío! ––Gritó con fuerza mientras yo entrecierro mis ojos del miedo.

Él era muy malo. ¿Cómo confiar en la gente otra vez? Realmente no sé si algún día podré tener fe en alguien más.

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