La Pequeña Esposa
Ãtu
a, ya que era perfecta y muy de la clase de Demian, pero me he equivocado, hasta podrÃa olvidar
tarjeta incluso tenÃa mi nombre grabado, y lo único que querÃa hacer con ella, era aventarla a la fuente del centro comercial cuando fui arrastrada a esté, pero ser amiga de Leona, me hizo gastar mucho dinero y a pesar de que odiaba
enorme camioneta a la torre, devuelta al cuento de terro
res de Demian, en la fiesta de compromiso.––No entendÃa de qué hablaba ella. ¿Fiesta de compromiso?
trar, la chica de vestido azul me dio la bienvenida, como lo hace siempre que alguien
na pequeña caja que estaba pegada a la pared, marqué el número que Demian me dio y abrà lentamente de e
ón. La casa estaba tibia por los calentadores, era como un sentimiento a hogar, con la diferen
sacomodada y los dos primeros botones de su camiseta desabro
es en verdad. Mis piernas tiemblan mientras veo esa escena, parecÃa una perfecta fot
a algo, pero increÃblemente no lo hizo. Asà que con tranquilidad subà a mi habitación con cuatro bolsas llenas de ropa, zapato
a que habÃa dejado en la mañana tantas cosas en el suelo, y ahora rechina todo de limpio. M
riño, pero ya no me molesta verlo. Él llevaba aún puestos sus lentes para leer y se veÃa algo cansado, pero
ndome sin ninguna expresión en
aya comprado tantas cosas. ––Le dije viendo las
y con muy poca energÃa. De la nada solo negó con su cabeza y salió
arme mi nuevo vestido color morado, pero otra vez tocaron la
–Dijo entrando a la habitación, mi
única persona, que me daba la sens
Preguntó al ver que no pod
ada, ya que me estaba cansan
e el baño? ––Me pregunta como s
bÃa este tipo de servicios, ya que mi padre no sabÃa cómo usar el dinero y se
, iré a por las sales de baño, ¿lavanda o manzana? ––Me pregunta, como si y
n más mientras inten
Volkova. ––Comenta mientr
cama, pasando mis dedos por el buró tan lindo que estaba enfrente mÃo, con perlas en los lados.
a del vestido. Sus manos frÃas se pasaron por mi espalda, hasta llegar a un poco arriba de mi trasero. Abrace e
sorprendida de ver a De
tartamudeando un poco, mientras le echa un vistazo a mi cuer
puesto que estaba medio desnuda. Me sentÃa tan
vestido desabrochado, me siento a su lado. ––QuerÃa
que terminara de decir mi
te.––Suspira complicado.–– Mañana ejecutivos, amigos de la familia, familia y mis padres, nos festejaran nuestro compromiso.––Eso no sonaba bien.––Es la prueba de oro, quiero que mañana te comportes como una dama y sà mis padres t
sa? ¡Leona no tiene la culpa de nada! ––Le exprese muy dolida de lo que ha dicho. ––No eres mi mayor, no ermetros de mi boca. ––Soy tu prometido y próximo esposo, dueño de tu vida. ––Él lucÃa bastante agitado. –– ¡Si te digo q
rmo! ––Grite enojada mientras aún mantenge mi nombre. ––Dijo mirando mi cuerpo, ligeramente desnu
uerza. ––No me importa si no quieres salvar a mis padres, de todos modos, ellos me corrieron. ¿Y sabe
buró con sus piernas, mientras esta encima mÃo. –– ¡Mierda,
el mismo tono que él. ––Yo soy el dueño de esta
idiota! ––Resopló
mordió de ellos, y con sus manos recorrió mi cuerpo sin timidez alguna. Sus lentes cayeron por lo rápido
e no quisiera hacer, como tener relaciones sexuales. Mis lágrimas empezaron a salir,
oportunid
¡Por favor! ––Pido una vez más,
esperaba esto. Después sentà que mi cuello estaba libre, mientras v
jos. Él me miró, pero yo no podÃa mirarlo a él, asà que mire a un lugar sin sent
tÃa como si lo hubiera hecho. Él por su p
gar, de inmediato corrà y cerré con seguro la puerta mientras
l? ¿Qué pasa si él quiere aprovecharse de m� Miles de pens
rÃa ser parte de su familia, pero sé que ahora no importa lo que