Stelar, Dios primordial, apareció de la nada luego de abrirse un gran agujero negro, su orden fue crear todos los universos y gobernarlos.
Stelar hizo el primer universo con su respectivo sistema solar. Al mismo tiempo hizo su reino, pero Stelar solo recibía órdenes del SUPREMO y estaba solo en ese reino gigantesco, entonces Stelar al verse tan solo creó una esfera en sus manos y la arrojo hacia el universo que había creado.
La esfera se ilumina haciéndose una espiral de tamaño colosal, las rocas que navegaban en el espacio se unificaron formando una esfera naranja gigante. Stelar lo llamo planeta Drath.
Stelar entra en el planeta Drath. Y les dio vida a varias criaturas gigantes hechas de rocas de este planeta muy duras.
De esta especie se hicieron mil réplicas. Stelar regresa a su reino y desde ese lugar observaba el comportamiento de los Drath, pero todavía no se sentía a gusto, no savia describir en ese momento que era lo eso que faltaba para seguir con el mandato del Supremo.
Stelar se le ocurrió crearse otro dios que le haga compañía y terminar de gobernar todo.
En ese instante, Stelar se arranca un largo pelo y lo arroja por los aires.
En seguida, arroja una luz que sale de sus dedos dándole vida y forma.
En ese momento, el pelo se transformó en el mismo.
Stelar le dice a el Dios creado de su cabello:
— Bienvenido a este reino tú serás mi hermano y te llamaras Scart-leg. cómo somos iguales tendrás que cambiar tu cabello para diferenciarnos.
Scart-leg obedece a su hermano y convierte su cabello blanco en negro.
En seguida, Stelar le dice:
— Eso está muy bien, ahora ya hay una diferencia entre los dos, ahora te enseñare mi entretenimiento.
Stelar se lleva a Scart-leg a recorrer todo el reino, y le enseña en el camino, a expulsar energía divina por sus manos.
Luego de una hora, Stelar le expresa a Scart-leg:
— Te mostraré mi otra creación.