— Yo nunca pensé que un adolescente de mi edad podría enamorarse tanto de una chica así.
Soy Víctor Manuel Torres, un joven de 14 años que se enamoró de su compañera de clase.
Esta chica es mi vecina también, hace poco que su familia se mudó acá en mi ciudad.
Yo no la conozco bien por decir la verdad, pero desde que la ví el primer día que llegaron en la ciudad me enamoré totalmente de ella.
Me perdí en esta bella criatura divina, con su bello rostro como un Ángel; Como que si ella fuera la mejor Ángel existente.
Yo creo que si ella es un Ángel terrestre, que esta aquí para confundir mi inocente vida de niño a mamá.
De verdad, yo nunca ando sin mi madre, ella y yo somos como dos amigos inseparables. Ella siempre está aquí para apoyarme y escucharme.
Mi mamá siempre me hacía besos delante de gente, yo no tenía ningún problema con eso antes, si antes; Pero ahora que esta mi vecina acá, esta chica que me enamoré sin pensar, yo ahora ni quiero que me diga algo dulce mi mamá delante de gente.
Ahora quiero aparentar que soy un hombre de verdad, quiero que ella puede ver en mi un chico guapo y maduro.
Asimismo, soy guapo, pero maduro nunca lo fui; De repente lo quiero ser para poder complacer a esta chica que se convertirá en mi eterno amor imposible.
— Si quiero aparentar el chico de su sueño, el que ella tiene que amar y pensar constantemente, pero nunca llegaré a complacer a esta chica, nunca ella llegará a amarme.
Yo soy el que la ama con todo mi ser, me dejé fluir con la inmensa personalidad que tiene ella desde su adolescencia, me dejé enamorarme así de esta mujer ni quisiera piensa en mi un segundo.
Yo sé que nadie puede elegir a quién amar, pero de igual forma yo sé que podemos ser conscientes cuando alguien no nos ama de verdad.
Uno se puede hacer daño a sí mismo a quedarse en algo imposible, en algo sin salida, en una relación sin fundamento, en una historia de amor inventada por un ser que tanto desea ser amado.
Si es lo que me ha pasado con esta mujer, en realidad somos iguales ambos sexos con este deseo de tener un amor eterno, una vida llena de pasión correspondida.