Nuestro Amor, Nuestro Universo

Nuestro Amor, Nuestro Universo

Gavin

5.0
calificaciones
16
Vistas
11
Capítulo

Yo era Sofía, la prometida de Ricardo Valente, el rey del tequila, el sol de Jalisco. Nuestro amor era de cuento de hadas, de esos que salen en las revistas. Hasta el día de nuestra boda. Frente a doscientas personas, frente a su familia, frente a Dios, le dije que no. Y no solo eso: un video mío con su mayor rival, Diego de la Vega, apareció en las pantallas gigantes. Mientras el caos estallaba, mis cómplices transfirieron cada centavo de su fortuna a un paraíso fiscal. Le entregué a Diego los secretos de su nueva fórmula de tequila. Lo dejé en la ruina, emocional y financieramente. Vi la incredulidad en su rostro convertirse en un dolor que me heló la sangre. "Sofía, dime que es una broma. Dime que no es verdad" , suplicó, arrodillado. Me incliné, le arreglé el moño de su charro y le susurré: "Nunca te amé. Y por cierto, el hijo que esperaba no era tuyo" . Mentí. Mentí en todo. Pero él no lo sabía. Vi cómo la última luz de esperanza se apagaba en sus ojos y me fui sin mirar atrás. Cinco años después, una voz metálica resonó en mi cabeza: "Anfitriona Sofía, el periodo de exilio ha terminado." El sistema me obligaba a volver a Jalisco para reparar la relación entre Ricardo y Mariana, la heroína perfecta. ¿Y si me negaba? "Consecuencia del fracaso: Aniquilación." Así, mi vida de lujo y libertad terminó. La villana debía regresar a escena.

Introducción

Yo era Sofía, la prometida de Ricardo Valente, el rey del tequila, el sol de Jalisco.

Nuestro amor era de cuento de hadas, de esos que salen en las revistas.

Hasta el día de nuestra boda.

Frente a doscientas personas, frente a su familia, frente a Dios, le dije que no.

Y no solo eso: un video mío con su mayor rival, Diego de la Vega, apareció en las pantallas gigantes.

Mientras el caos estallaba, mis cómplices transfirieron cada centavo de su fortuna a un paraíso fiscal.

Le entregué a Diego los secretos de su nueva fórmula de tequila.

Lo dejé en la ruina, emocional y financieramente.

Vi la incredulidad en su rostro convertirse en un dolor que me heló la sangre.

"Sofía, dime que es una broma. Dime que no es verdad" , suplicó, arrodillado.

Me incliné, le arreglé el moño de su charro y le susurré: "Nunca te amé. Y por cierto, el hijo que esperaba no era tuyo" .

Mentí. Mentí en todo.

Pero él no lo sabía.

Vi cómo la última luz de esperanza se apagaba en sus ojos y me fui sin mirar atrás.

Cinco años después, una voz metálica resonó en mi cabeza: "Anfitriona Sofía, el periodo de exilio ha terminado."

El sistema me obligaba a volver a Jalisco para reparar la relación entre Ricardo y Mariana, la heroína perfecta.

¿Y si me negaba? "Consecuencia del fracaso: Aniquilación."

Así, mi vida de lujo y libertad terminó. La villana debía regresar a escena.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Cuentos

5.0

Un sudor frío me despertó, el corazón latiéndome a mil por hora. Afuera, el sol de un nuevo día bañaba mi habitación con su resplandor familiar, pero el pánico dentro de mí era un hielo que me calaba hasta los huesos. Aún sentía el dolor punzante en el vientre, el amargo sabor del vino envenenado en mi boca. Y lo peor, la mirada triunfante de mi propia hermana, Sofía, mientras mi vida se desvanecía. Junto a ella, Diego, mi prometido, el hombre al que entregué mi alma, me observaba con una indiferencia helada, como si yo fuera una extraña. "Lo siento, Ximena", susurró Sofía, su voz convertida en veneno puro. "Pero Diego y su fortuna me pertenecen. Siempre debieron ser míos." Esas palabras… resonaban en mi cabeza sin cesar. Morí humillada, traicionada por las dos personas en las que más confiaba, mi carrera como diseñadora de modas hecha pedazos en un instante de maldad pública. ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Qué crimen tan terrible había cometido para merecer tal castigo de los que amaba? Pero ahora… ahora estaba viva. Mis manos temblaban, pero estaban intactas. Toqué mi vientre, sin rastro de aquel dolor desgarrador. Estaba de vuelta en mi antigua habitación, en la casa de mis padres, esa que guardaba tantos secretos. El calendario en la pared marcó una fecha que me heló la sangre. Exactamente un año antes de mi desfile de modas nupcial, el día en que mi mundo se vino abajo. Era el día en que el médico me confirmó que estaba embarazada. En mi vida pasada, esa noticia fue el principio del fin. Pero esta vez, sería el comienzo de mi venganza.

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Cuentos

5.0

La tarde en que Ricardo regresó, el sol implacable bañaba los impecables jardines de la mansión Vargas, casi tan cegador como el traje de lino blanco que él vestía. Un deportivo, escandaloso y ostentoso como su dueño, derrapó sobre la grava, soltando a una mujer pálida y frágil, aferrada a él como si su vida dependiera de ello: Camila Soto, la influencer desaparecida. Los vi entrar por el ventanal, sin invitación, como si la casa aún les perteneciera, ignorando a una Lupe que intentaba detenerlos. "Vengo a verla a ella," dijo él, su sonrisa torcida, esa misma sonrisa de hace tres años cuando me dejó plantada en el altar, diciendo que buscaba su «espíritu» en un rancho. "Sofía," espetó, su voz cargada de una autoridad inexistente, "veo que sigues aquí, como una buena perra fiel esperando a su amo." Luego, Ricardo se desplomó en el sofá de cuero de Alejandro, su padre, y dijo: "Hemos vuelto para quedarnos." Mi corazón no tembló, solo una fría calma, la calma de quien espera una tormenta anunciada, porque sabía que él no era el rey, y yo ya no era la ingenua que él había abandonado. Él no sabía que, con Alejandro, había encontrado dignidad, un hogar y un amor profundo que sanó las heridas de su traición. Me di la vuelta para ir a la cocina, con sus miradas clavadas en mi espalda, pensando que yo seguía siendo la misma Sofía. Pero justo en ese momento, una pequeña figura se lanzó hacia mí, riendo a carcajadas. "¡Mami, te encontré!" Un niño de dos años, con el cabello oscuro y los ojos brillantes de Alejandro, se abrazó a mi pierna, ajeno a la gélida tensión que se cernió sobre el salón. "Mami," preguntó con su vocecita clara, "¿Quiénes son?"

Venganza de La Esposa Despreciada

Venganza de La Esposa Despreciada

Cuentos

5.0

Llevaba cinco años casada con Mateo, un arquitecto exitoso que me eligió a mí, una simple panadera. Mi vientre, ahora de ocho meses, era el testimonio de un milagro, la culminación de años de tratamientos y de nuestro amor. Hoy era su cumpleaños y horneaba su pastel favorito, el de tres leches, lista para darle una sorpresa. Encendí el monitor de bebés para saber el momento exacto en que él terminaría su llamada de trabajo. Pero la voz que escuché no era de negocios, era la de su socio: "¿Cuándo le vas a decir a la panadera que el bollo que tiene en el horno no es suyo?". La risa de Mateo llenó el altavoz: "Es épico. La tienes creyendo que es infértil durante cinco años, metiéndole pastillas en su té, y ahora la usas de incubadora para tu verdadera reina, Camila". Mi mano soltó el cuchillo, que cayó con un estruendo metálico sobre el mármol, rompiendo mi corazón. ¿Cinco años creyendo que era yo la defectuosa? ¿Mi vientre, mi bebé, era solo un engaño, un medio para un fin depravado? El té amargo que me daba cada noche. Las fotos que tomaban de mi cuerpo mientras dormía. La humillación pública en la fiesta de cumpleaños de su amante, donde un "cóctel sin alcohol" provocó una hemorragia y la pérdida de mi hijo. Ellos creyeron que me habían destruido, pero solo lograron despertar a un monstruo. Mi venganza comenzó en ese instante, fría, calculadora y letal. Iban a pagar por cada lágrima, cada humillación, por la vida de mi bebé.

No soy madre alquiler

No soy madre alquiler

Romance

5.0

Mi vida con Alejandro Vargas, un bodeguero acaudalado, era un sueño. Me trataba como a una reina, construyendo un tablao privado en nuestra mansión y colmándome de lujos. Creía ciegamente en nuestro amor, en que yo era su musa y que su mundo me pertenecía. Pero el idilio se desmoronó cuando mi abuela, mi única familia, agonizaba. Mis desesperadas llamadas a Alejandro fueron ignoradas, solo para que una foto desde París confirmara la cruel verdad: él abrazaba a mi tía Isabel con una intensidad que nunca me mostró. Su regreso trajo mentiras, pero la verdad que descubrí era demoledora: yo no era más que un eco de Isabel, un peón en su obsesión, incluso mi embarazo era parte de su juego para engendrar un heredero que llevara el "duende" de mi tía. Mi caída "accidental" en el tablao, su "rescate", todo fue un vil montaje. ¿Mi amor, mi pasión, mi futuro hijo, todo una farsa calculada? La humillación me consumía al darme cuenta de que viví en una jaula dorada, utilizada como un mero sustituto, un objeto para perpetuar su enfermiza obsesión. La indignación y el dolor amenazaban con destruirme. Pero Sofía Torres, la bailaora, no sería el reemplazo de nadie. Con una frialdad y determinación inesperadas, puse en marcha mi plan. Terminé el embarazo en secreto, y el día de su sacrificio final por Isabel, le entregué los papeles de nuestro divorcio y el informe de mi aborto. Partí a Buenos Aires, dejando atrás cenizas y mentiras, para renacer.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro