La Apuesta Que Lo Cambió Todo

La Apuesta Que Lo Cambió Todo

Gavin

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Capítulo

Soy Ximena, la perrita faldera de Leonardo, el chico más popular de la universidad. Nadie entiende por qué me arrastro por él, me llaman acosadora, pero no conocen mi plan. Trabajo en tres lugares para pagar mis estudios y comprarle lo que quiere, como ese videojuego que tanto anhelaba. Pero mientras voy al campus para darle su regalo, recibo una llamada suya que lo cambia todo. "¿Dónde estás?", me ladra sin un "hola". "Olvida la universidad. Ven al Hotel Grand Astoria, habitación 1201. Y trae una caja de... ya sabes", me dice. Escucho la risita de Sofía al fondo, su conquista de la semana. Pedirme condones mientras está con otra... la humillación me revuelve el estómago. Respiro hondo y digo: "Voy en camino." Cuando llego, Sofía me abre la puerta en la camisa de Leonardo, burlándose de mí: "La fiel perrita faldera." Ella toma los condones que le doy y los arroja a mis pies, diciendo que no sirven. Leonardo me mira con aburrimiento mientras me muerdo el labio, sintiendo sus ojos sobre mí. "Ya, déjala en paz", dice él, sin defenderme, solo por fastidio. Recojo la bolsa del suelo y anoto la fecha: 28 de diciembre. Solo faltan dos días para que esta farsa termine. Todos creen que estoy loca por Leonardo, que me humillo por un amor no correspondido. Pero no es lo que parece. Esto... esto es una apuesta. Y el juego está por terminar.

Introducción

Soy Ximena, la perrita faldera de Leonardo, el chico más popular de la universidad.

Nadie entiende por qué me arrastro por él, me llaman acosadora, pero no conocen mi plan.

Trabajo en tres lugares para pagar mis estudios y comprarle lo que quiere, como ese videojuego que tanto anhelaba.

Pero mientras voy al campus para darle su regalo, recibo una llamada suya que lo cambia todo.

"¿Dónde estás?", me ladra sin un "hola".

"Olvida la universidad. Ven al Hotel Grand Astoria, habitación 1201. Y trae una caja de... ya sabes", me dice.

Escucho la risita de Sofía al fondo, su conquista de la semana.

Pedirme condones mientras está con otra... la humillación me revuelve el estómago.

Respiro hondo y digo: "Voy en camino."

Cuando llego, Sofía me abre la puerta en la camisa de Leonardo, burlándose de mí: "La fiel perrita faldera."

Ella toma los condones que le doy y los arroja a mis pies, diciendo que no sirven.

Leonardo me mira con aburrimiento mientras me muerdo el labio, sintiendo sus ojos sobre mí.

"Ya, déjala en paz", dice él, sin defenderme, solo por fastidio.

Recojo la bolsa del suelo y anoto la fecha: 28 de diciembre.

Solo faltan dos días para que esta farsa termine.

Todos creen que estoy loca por Leonardo, que me humillo por un amor no correspondido.

Pero no es lo que parece. Esto... esto es una apuesta.

Y el juego está por terminar.

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