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El tren avanzaba lentamente hacia el pueblo de mi suegra en Nochevieja, una tradición anual que cumplía con la familia de Sofía. De repente, una inquietud inexplicable me llevó a revisar las cámaras de seguridad de casa. Lo que vi, me detuvo en seco: Sofía no estaba sola; otro hombre la besaba en nuestra cama, la que yo compartía con ella cada noche. El mundo se paralizó, la traición se grabó a fuego en mi mente, revelando que mi matrimonio había muerto justo en la víspera del Año Nuevo, dejándome con una claridad terrible y una calma helada. Justo cuando pensaba que nada podía empeorar, una llamada de mi suegra, Elena, pidiéndome dinero con descaro y confirmando su complicidad, encendió la chispa de una venganza que prometí sería inolvidable.
El tren avanzaba lentamente hacia el pueblo de mi suegra en Nochevieja, una tradición anual que cumplía con la familia de Sofía.
De repente, una inquietud inexplicable me llevó a revisar las cámaras de seguridad de casa.
Lo que vi, me detuvo en seco: Sofía no estaba sola; otro hombre la besaba en nuestra cama, la que yo compartía con ella cada noche.
El mundo se paralizó, la traición se grabó a fuego en mi mente, revelando que mi matrimonio había muerto justo en la víspera del Año Nuevo, dejándome con una claridad terrible y una calma helada.
Justo cuando pensaba que nada podía empeorar, una llamada de mi suegra, Elena, pidiéndome dinero con descaro y confirmando su complicidad, encendió la chispa de una venganza que prometí sería inolvidable.
Cuentos
Hace cinco años, mi propia familia me destruyó. Mi hermana adoptiva, Calista, atropelló a una persona estando borracha, y mis padres me suplicaron que yo asumiera la culpa por ella. Al negarme, ellos mismos me entregaron a la policía. Hoy, después de cinco años en prisión, por fin soy libre. Afuera me espera mi prometido, Leonardo, el hombre que juró casarse conmigo en cuanto saliera. Pero su actitud es fría. Me abandona en la puerta de la cárcel para correr al lado de Calista, quien supuestamente sufre otra crisis depresiva. Mis padres, que tampoco vinieron a recogerme, le organizan una fiesta de "bienvenida", mientras a mí me alojan en un diminuto cuarto de servicio sin ventanas. El golpe final llega cuando anuncian que Leonardo se casará con Calista para "darle la estabilidad que necesita para sanar". Él lo justifica diciendo que le debe la vida a Calista porque ella le donó un riñón. Pero la donante fui yo. No solo me robaron mi libertad, mi futuro y a mi prometido, sino también el sacrificio más grande que hice por amor. En la oscuridad de mi habitación, encuentro un correo electrónico: la oferta para unirme a un proyecto de investigación en el extranjero ha sido reactivada. Tengo diez días. No solo me iré, desapareceré. Pero antes, les dejaré un regalo: un diario y los expedientes médicos que revelarán cada una de sus mentiras.
Cuentos
Tres años, toda una vida entregada a él. Sofía, yo fui la tonta que usó hasta el último centavo para rescatar a mi Mateo de la ruina, creyendo en su amor, en sus promesas. Día y noche, mi cuerpo y mi alma cuidaron a sus padres enfermos, soportando humillaciones que nadie más vio. Sacrifiqué mi primer embarazo, mi salud, todo por su "carrera", para que él, el gran Mateo, pudiera levantarse de las cenizas. Pero hoy, mi mundo se hizo pedazos. Justo frente a mí, mi esposo Mateo sostenía a otra mujer, Camila, su "amor de la juventud", la misma que lo humilló cuando no tenía nada. "Camila está embarazada", dijo, sin rastro de culpa, "y tú la vas a cuidar". ¡A mí! ¿Que la cuidara? La burla en la cara de Camila, la sonrisa de las empleadas, la furia de Mateo... sentí que me ahogaba en una pesadilla. "Solo es cuidarla un poquito. No eres una princesa, pero actúas como tal. No seas mezquina". Mezquina. Él, el hombre al que rescaté del abismo, el que ahora volvía a tenerlo todo, ¿me llamaba mezquina? "Tú eres buena cuidando gente", sentenció con la mirada fría. Mi corazón se hizo añicos al recordar las palabras de su madre a Camila: "Cuídate por el bien de mi nieto. Eres la única esperanza de esta familia". ¡La única esperanza! Era obvio. Me habían engañado a mí. ¡A mí! ¡Ellos sabían que era su hijo! ¡Todos me estaban engañando! Sentí el frío del mármol bajo mis rodillas, el dolor agudo de la caída. Quise huir, pero no sin él. No sin mi bebé. Pero, ¿realmente quería que mi hijo naciera en esta podredumbre? "¡Mateo, no quiero ir a la cámara frigorífica! ¡No! ¿Por qué me haces esto?", grité, sintiendo el pánico helado que se apoderaba de mí cuando sus empleados me arrastraban. "¡Estoy embarazada! ¡Mateo, estoy embarazada!" Me miró con desprecio, y la puerta se cerró. Estuve allí tres días y tres noches. Cuando abrieron la puerta, mis ojos ya estaban vacíos. "¿Qué otra cosa te vas a inventar ahora?". Esas palabras… Pero al salir de allí, mis ojos por fin se abrieron. Así que esto es todo lo que soy para ti, Mateo. Un mueble más en tu casa. "Estoy completamente podrido por dentro", susurré al aire. Una semana después, salí del hospital. Mateo me llamó, furioso, como siempre, pero esta vez, yo era diferente. "¿Qué soy para ti, Mateo?", pregunté, mi voz firme, "¿La tonta que te rescató de la miseria? ¿O la enfermera gratuita que cuidó día y noche a tus padres?" "¿De verdad crees que todo lo que hice, fue por un estúpido título?" "Un hombre como tú... me da asco". Colgué. Bloqueé su número. Y nunca miré atrás.
Cuentos
En la vibrante Ciudad de México, Sofía de la Vega, hija de una de las familias más influyentes, vivía una vida de ensueño, prometida al brillante Ricardo, el hombre de quien estaba perdidamente enamorada. Un día, su padre anunció la noticia que cambiaría sus vidas para siempre: para salvar el imperio familiar de una crisis inminente, Sofía debía contraer un matrimonio de conveniencia con un desconocido del norte. Justo cuando Sofía, con una valentía inesperada, aceptó su destino y decidió sacrificarse por su familia, Ricardo irrumpió, revelando que él también debía casarse con otra mujer, Clara, a quien le debía un matrimonio temporal por "responsabilidad", prometiendo que después, Sofía y él estarían juntos. La incredulidad se apoderó de Sofía cuando Ricardo, una y otra vez, eligió a Clara, defendiéndola ciegamente incluso cuando Clara intencionalmente arruinó su vestido de novia y la empujó a una piscina, mientras él la dejaba ahogarse para salvar a la otra. El amor de su vida la traicionó, dejándola sola y a la deriva, pero en sus momentos más oscuros, Sofía tomó una decisión inquebrantable: se casaría con el hombre del norte, y Ricardo nunca más volvería a verla.
Cuentos
El aire olía a sangre, a un dolor fantasma que se aferraba a mi cuerpo como una segunda piel. Abrí los ojos para encontrarme en mi habitación, la luz del sol cubriendo mi vientre, que, contra toda lógica, sentía tibio y lleno de vida. Un recuerdo me golpeó con la fuerza de una ola: el frío del mármol, el dolor desgarrador mientras mi hermana, Valentina, y mi esposo, el Príncipe Alejandro, me observaban con cruel satisfacción e indiferencia. Habían matado a mi hijo nonato, dejándome morir desangrándome, todo porque Valentina susurró que Alejandro la amaba a ella. No podía entender la magnitud de su traición, la frialdad con la que me abandonaron, la injusticia de perderlo todo a manos de quienes más confiaba. Pero al mirar mi vientre recién recuperado, supe la verdad: había renacido, de vuelta al principio de todo, y esta vez, mi juego sería diferente.
Cuentos
El video explotó en internet. Marc Solís, mi exnovio e influencer, publicó un video editado cruelmente, diseñando mi humillación pública. Fui retratada como una "trepadora" desesperada, rogando por fama. Los comentarios se desataron: "¡Qué arrastrada!", "Pobre Marc, se quitó un peso de encima". Miles de sus "leones" inundaron mis redes con insultos, memes y amenazas. Mi imagen, símbolo de mujer patética, estaba por todas partes. Mi teléfono no paraba de sonar, mis amigos, colegas, todos preocupados, pidiéndome que lo demandara, que lo desenmascarara, pero no contesté. Miraba la pantalla, una calma inquietante me invadía. Esto no era sorpresa, era una prueba. Después, Marc me llamó por videollamada, arrogante: "¿Disfrutando tus cinco minutos de fama? Tráeme un café de tu cafetería favorita, tienes una hora, transmítelo en vivo, para que mis leones vean tu 'arrepentimiento' ". Asentí, salí, y la transmisión comenzó, la gente se mofaba. Luego, Marc volvió a llamar: "Cambio de planes, quiero que camines descalza desde aquí a la fuente de la Cibeles, para que todos vean tu arrepentimiento". Sin dudar, me quité los zapatos. El dolor era intenso, pero lo soportaba no por Marc, sino por mi propia purificación. Llegué sangrando, exhausta, justo cuando Marc apareció con Ximena, su nueva conquista. Ximena me humilló; Marc la besó, declarándole su "reina". Me quedé sola, descalza, humillada. Pero en mis ojos brilló un triunfo. La prueba se intensificaba, y yo estaba lista. De repente, Ximena fingió un desmayo, y Marc, con una crueldad medieval, me ordenó: "Vas a caminar de rodillas hasta la Basílica de Guadalupe, rezando por la salud de Ximena, para expiar el daño que le has hecho". Mis amigos horrorizados me rogaron que no lo hiciera. "Lo haré" , le respondí con firmeza, "pero no lo haré por ti, ni por ella, lo haré porque es parte de mi propio camino, y cuando llegue, no rezaré por su salud, rezaré por mi propia liberación" . Marc, ignorando mi verdadero propósito, solo vio sumisión. Me arrodillé, el dolor insoportable, pero cada herida era una ofrenda a mi misión secreta. Horas después, al llegar a la Basílica, me desplomé inconsciente. En el hospital, Ximena me atacó, Marc me abofeteó, gritando: "¡Eres violenta y peligrosa! ¡Esto es justicia!". Mi mejilla ardía, pero una extraña alegría me invadió. Sonreí. "Gracias", susurré. Marc, aturdido, se fue. Meses después, Ximena enfermó, necesitando un riñón compatible. Marc apareció: "Quiero que le des tu riñón. Si lo haces, te casarás conmigo". Recordé que fui yo quien lo salvó en un accidente, no Ximena. "No", le dije. Él, creyendo que eran celos, me amenazó: "¡Entonces te haré la vida un infierno!". El acoso se intensificó, pero yo continuaba, esperando el siguiente paso. Entonces, mi destino se reveló en un sueño: la donación del riñón era la culminación de mi ascenso espiritual. Le di mi riñón a Ximena. Durante la cirugía, mi cuerpo se disolvió en luz, mi alma ascendió, y mi conciencia se convirtió en una entidad divina. Marc, sin saberlo, había sido un instrumento en mi liberación. ¿Cómo cambió la vida del arrogante influencer Marc Solís cuando finalmente descubrió la verdad de lo que había hecho? ¿Y qué significado tendría su "amor" cuando ya era demasiado tarde?
Cuentos
Creí que mi vida finalmente se completaba cuando el milagro de un embarazo, tan anhelado y costoso, anidó en mi vientre. Pero la alegría se hizo añicos con una notificación de Instagram que reveló a mi esposo, Mateo, el mariachi que yo había impulsado con mi herencia, en los brazos de Sofía, su joven corista. La imagen de ella sentada en su regazo, con un mensaje de "Te amo, mi mariachi", y su descarado comentario burlándose de mí, me heló la sangre. Él llegó a casa, y en lugar de remordimiento, solo hubo excusas patéticas y un desprecio cruel: "Sofía me da vida. ¿Tú qué me das últimamente? Puras quejas." Me culpaba a mí, a mi soledad, a mi deseo de ser madre, por su infidelidad. "Querías inspiración. Aquí la tienes," le dije, marcando el número de mi padre, luego el de la clínica de fertilidad para un nuevo procedimiento. "Sí, una interrupción. Nunca he estado más segura de nada en mi vida."
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
Después de dos años de matrimonio, Kristian soltó una bomba. "Ella ha vuelto. Vamos a divorciarnos. Dame un precio". Freya no discutió. Sonrió y expuso sus condiciones. "Quiero tu auto deportivo más caro". "Está bien". "La villa en las afueras". "Sin problema". "Y la mitad de los miles de millones que ganamos juntos". Kristian se quedó helado. "¿Qué dijiste?". Él pensaba que ella era una mujer común, pero en realidad Freya era la mente maestra detrás de su fortuna. Y ahora que se había ido, él haría cualquier cosa para recuperarla.
Durante tres años, Christina se dedicó totalmente a cuidar su amado, solo para que el hombre en quien confiaba la desechara sin piedad. Para colmo, él trajo a su nueva amante, convirtiéndola en el hazmerreír de la ciudad. Liberada, perfeccionó sus talentos olvidados y dejó a todos boquiabiertos con un éxito tras otro. Cuando su exmarido descubrió que en realidad ella siempre era un tesoro, el remordimiento lo llevó a buscarla de nuevo. "Cariño, volvamos". Con una sonrisa fría, Christina le escupió: "Déjame en paz". En ese momento, un magnate impecablemente vestido la rodeó con su brazo: "Ahora está casada conmigo. ¡Guardias, sáquenlo ahora!".
Hace mucho tiempo, dos reinos convivían en paz. El reino de Salem y el reino de Mombana ... Todo marchó bien hasta el día en que falleció el rey de Mombana y un nuevo monarca asumió el mando, el Príncipe Cone, quien siempre tenía sed de más poder y más y más. Después de su coronación, atacó a Salem. El ataque fue tan inesperado que Salem nunca se preparó para él. Fueron tomados con la guardia baja. El rey y la reina fueron asesinados, el príncipe fue llevado a la esclavitud. La gente de Salem que sobrevivió a la guerra fue esclavizada, sus tierras les fueron arrebatadas. Sus mujeres fueron convertidas en esclavas sexuales. Lo perdieron todo. El mal aconteció en la tierra de Salem en forma de Prince Cone, y el príncipe de Salem, Lucien, en su esclavitud se llenó de tanta rabia y juró venganza. *** *** Diez años después, Lucien, de treinta años, y su gente asaltaron un golpe y escaparon de la esclavitud. Se escondieron y se recuperaron. Entrenaron día y noche bajo el liderazgo del intrépido y frío Lucien, quien fue impulsado con todo en él para recuperar su tierra y tomar la tierra de Mombana también. Les tomó cinco años antes de que tendieran una emboscada y atacaran a Mombana. Mataron al príncipe Cone y lo reclamaron todo. Mientras gritaban su victoria, los hombres de Lucien encontraron e inmovilizaron a la orgullosa princesa de Mombana, Danika, la hija del príncipe Cone. Mientras Lucien la miraba con los ojos más fríos que alguien pueda poseer, sintió la victoria por primera vez. Caminó hacia la princesa con el collar de esclavo que había fabricado durante diez años y con un movimiento rápido, la sujetó del cuello. Luego, inclinó su barbilla hacia arriba, mirando a los ojos más azules y el rostro más hermoso jamás creado, le dio una sonrisa fría. "Eres mi adquisición. Mi esclava. Mi esclava sexual. Mi propiedad. Te pagaré con creces todo lo que tú y tu padre me hicieron a mí y a mi gente", dijo él secamente. El odio puro, la frialdad y la victoria era la única emoción en su rostro.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Introducción
08/07/2025
Capítulo 1
08/07/2025
Capítulo 2
08/07/2025
Capítulo 3
08/07/2025
Capítulo 4
08/07/2025
Capítulo 5
08/07/2025
Capítulo 6
08/07/2025
Capítulo 7
08/07/2025
Capítulo 8
08/07/2025
Capítulo 9
08/07/2025
Capítulo 10
08/07/2025
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