Amor Cambia Con La Identidad

Amor Cambia Con La Identidad

Gavin

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Capítulo

La noticia cayó como un ladrillo en la fiesta más exclusiva de la Ciudad de México. De pronto, la voz fría y sin emoción del abogado de la familia Herrera resonó en la sala. "Sofía Rojas no es la hija biológica de los señores Herrera, la verdadera heredera es la señorita Camila Herrera" . Mi vida entera, construida sobre el prestigio y el amor, se derrumbó en un instante. Mis padres, los que me habían criado, me miraron con una frialdad que nunca había visto. Era desprecio. Me quitaron todo, me echaron a la calle con lo puesto. Solo me quedaba Mateo del Valle, mi esposo. Corrí a nuestro penthouse, buscando su consuelo, su protección. La puerta estaba abierta, lo escuché en su estudio, su voz baja y excitada. "La subasta va según lo planeado, el linaje Herrera es el premio mayor, no importa si la madre es la falsa o la verdadera, el niño llevará la sangre del Valle y tendrá los derechos. Los postores están llegando, la paternidad de mi hijo... de nuestro hijo, será el negocio del siglo" . ¿Subasta? ¿Paternidad? Estaba embarazada de dos meses. Nuestro futuro hijo. Lo estaba vendiendo. Un escalofrío me recorrió entera. Cuando Mateo regresó, su rostro cambió, intentó abrazarme. "Te escuché, Mateo" . Me mintió en la cara con una calma aterradora, luego se fue a consolar a Camila. Mi cuerpo se convulsionó. La duda se convirtió en una certeza dolorosa: él y Camila eran amantes y me habían usado para su juego. Un calambre agudo me atravesó el vientre. Caí al suelo. Justo antes de perder el conocimiento, escuché la voz de Mateo por teléfono. "No te preocupes por ella, el accidente es la solución perfecta. El bebé era un cabo suelto, ahora todo se simplifica" . La oscuridad me tragó por completo. Cuando desperté, mi vientre estaba plano, vacío. El dolor se transformó en una rabia fría y dura. Ellos me habían quitado todo. Ahora, yo les quitaría a ellos la tranquilidad.

Introducción

La noticia cayó como un ladrillo en la fiesta más exclusiva de la Ciudad de México.

De pronto, la voz fría y sin emoción del abogado de la familia Herrera resonó en la sala.

"Sofía Rojas no es la hija biológica de los señores Herrera, la verdadera heredera es la señorita Camila Herrera" .

Mi vida entera, construida sobre el prestigio y el amor, se derrumbó en un instante.

Mis padres, los que me habían criado, me miraron con una frialdad que nunca había visto.

Era desprecio.

Me quitaron todo, me echaron a la calle con lo puesto.

Solo me quedaba Mateo del Valle, mi esposo.

Corrí a nuestro penthouse, buscando su consuelo, su protección.

La puerta estaba abierta, lo escuché en su estudio, su voz baja y excitada.

"La subasta va según lo planeado, el linaje Herrera es el premio mayor, no importa si la madre es la falsa o la verdadera, el niño llevará la sangre del Valle y tendrá los derechos. Los postores están llegando, la paternidad de mi hijo... de nuestro hijo, será el negocio del siglo" .

¿Subasta? ¿Paternidad?

Estaba embarazada de dos meses.

Nuestro futuro hijo.

Lo estaba vendiendo.

Un escalofrío me recorrió entera.

Cuando Mateo regresó, su rostro cambió, intentó abrazarme.

"Te escuché, Mateo" .

Me mintió en la cara con una calma aterradora, luego se fue a consolar a Camila.

Mi cuerpo se convulsionó.

La duda se convirtió en una certeza dolorosa: él y Camila eran amantes y me habían usado para su juego.

Un calambre agudo me atravesó el vientre.

Caí al suelo.

Justo antes de perder el conocimiento, escuché la voz de Mateo por teléfono.

"No te preocupes por ella, el accidente es la solución perfecta. El bebé era un cabo suelto, ahora todo se simplifica" .

La oscuridad me tragó por completo.

Cuando desperté, mi vientre estaba plano, vacío.

El dolor se transformó en una rabia fría y dura.

Ellos me habían quitado todo.

Ahora, yo les quitaría a ellos la tranquilidad.

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