DEAN
3 años antes.
Cuatro.
Cuatro veces estuve a punto de enviudar.
Descansar solo mi cabeza entre mis piernas, negándome el derecho de gritar y romper algo antes de entrar a la casa y lidiar con Vallie. No sabe que su madre acaba de sufrir su segundo paro cardíaco en menos de un año, la pobre niña cree que Lily está en un resort para adelgazar y finalmente dar su paso.bariátrico y yo necesito mantener el teatro..
Mentiras.
Le he estado diciendo tantas mentiras a esta chica durante los últimos seis años que no puedo mirarla a los ojos sin sentirme disgustado conmigo mismo. Ella ni siquiera se da cuenta.
-¡Maldita sea!
Golpeo mi puño contra el volante.
-¿Dean?-Miro la mano que golpea el cristal de la puerta cuando veo el pelo rizado.
Le frunzo el ceño a la mujer.
-¿Kiara?
-Ey.
-¿Qué haces aquí? Dije que podías tomarte estas semanas libres.-la mujer me mira atentamente,mirando de lado a lado en la calle oscuray no muy ocupado, luego me pide que abra la puerta del pasajero y se sube al auto..
METRO y moverse incómodamente en el asiento.
-No quería dejar sola a Vallie, la pobre ya tiene que pasar sus vacaciones aquí, aislada ysin ninguna diversión.-explica.
Mis hombros se desploman.
Tiene razón en eso, pero me dije a mí mismo que sería temporal. Tiempo suficiente para que Lily volviera a sentirse cómoda viviendo en la ciudad.Eso fue hace un año.
-Quédate en la habitación de invitados.-digo, pero luego hago una pausa y la miro. El peso sobre mi espalda adquiere una nueva dimensión cuando mis ojos se encuentran.Elpero el de ella. Kiara tiene casi mi edad,pero parece más joven y amigable que yo.-Gracias.-susurro.
Ella asiente y frunce los labios como siempre lo hace cuando tiene algo que decir pero no sabe si debería decirlo. De todos modos, echo la cabeza hacia atrás en el asiento y pido un minuto.
-Sólo uno, luego podrás decirme qué mala persona soy.
La oigo moverse a mi lado, pero permanece en silencio.
Uno.
Dos.
Pasan tres minutos y ninguno de los dos habla.Es jodidamente frustrante.
Necesito pelear con alguien,y yo contaba con ella para hacerlo. S*m*n. Maldita sea. ¡¡¡Maldita sea!!!
-No eres una mala persona.
Silencio.
Resoplé.
-¿Pero?
Siempre hay un "pero".
-Es condescendiente con elenfermedadde tu esposa.
METRO aprieto la mandíbula.
-Lily no está enferma.-Prácticamente gruñí, recordando las palabras del doctor. ¿Por qué todos me culpan?A la m**rd* eso.
-La obesidad es una enfermedad, Dean. Ahora *p*n*s puede moverse sola, ¿qué pasará en dos, tres años?
Cierro los ojos y respiro profundamente. Kiara debe sentir cambia en mí, porque escucho tu mano probando el pomo de la puerta.
-Se está esforzando mucho, sólo dale un poco más de tiempo. Sabes que ella puede hacerlo.
Ella no dice nada.
Desde mi posición, puedo ver cuando se enciende la luz en la habitación de Vallie y se abren las cortinas de la ventana.
-Vallie debe haber notado que tu auto se detuvo, será mejor que entremos.-Dice Kiara, sin esperar una respuesta antes de salir del auto y correr hacia la casa. Me quedo unos minutos más, repasando la conversación con Lily, con el médico, con el padre de Vallie.
Enciendo el auto y decido que necesito más tiempo.
Nuestra casa está estratégicamente aislada, sin vecinos en un radio de diez kilómetros. Lily así lo quería, dijo que prefería practicar sus ejercicios sin las miradas indiscretas de otras personas.
De hecho, simplemente está avergonzada de sí misma.
Mis dedos presionan el volante, mi pie presiona el aceleradory la ira crece dentro de mi. Mira, mis padres tenían razón y solo le empeoré las cosas a Llily, quiero decir, ella era terrible antes, pero podía caminar e interactuar con la gente. ¿Ahora?
No.
Sacudo la cabeza y alejo los pensamientos negativos. Soy un buen hombre, he dado lo mejor de mí y lo seguiré haciendo.
Soy bueno.
Bien.
Una buena persona.
Usted sabe la verdad.
Mi conciencia susurra.
¡No!