Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Un alfa arrepentido: vuelve a mí, mi luna

Un alfa arrepentido: vuelve a mí, mi luna

Carolina Velásquez

5.0
calificaciones
41K
Vistas
81
Capítulo

Laia siempre había soñado con el amor verdadero y creyó encontrarlo en su mate, un alfa formidable que no dudó en buscarla el mismo día que se presentó su transformación. Sin embargo, las promesas de amor se desvanecieron bajo su indiferencia. Caleb, líder de la manada ShadowMoon, era un alfa prodigio, respetado y temido por los lobos, y hasta los propios cazadores sabían de su existencia. Aunque él reclamó a Laia como su luna, nunca le demostró el afecto que ella esperaba recibir. Tras una traición devastadora, Laia se dio cuenta de que jamás sería amada y abandonó la manada en busca de su identidad y poder interior. Tiempo después, tras reencontrarse con Caleb, él descubrió que Laia no solo había crecido en fuerza y que ya no era la misma mujer inocente que conoció, sino que también guardaba un inesperado secreto acerca de la diosa Luna, un misterio que podría cambiar el destino de los hombres lobo. Juntos debían unir fuerzas para cumplir una profecía y enfrentar una amenaza mayor que acechaba al mundo entero, mientras Caleb luchaba en su interior por redimirse y reconquistar el corazón de Laia, recibiendo desprecio por parte de ella. ¿Podrá Laia encontrar la verdad detrás de la profecía y la oscuridad que amenaza su mundo? ¿Podrán ambos perdonarse por el daño que se han hecho y darse una segunda oportunidad?

Capítulo 1 Destinados

Laia.

Siempre pensé que yo había nacido como una simple humana, sin ningún tipo de poder en mi interior. Era parte de una manada de hombres y mujeres lobos, pero mi madre era una humana completa.

Mi padre creyó, y me hizo creer que existía la posibilidad de que mi loba interior nunca saliera a la luz y yo así me mentalicé para no ilusionarme. Por desgracia, mamá había muerto cuando yo nací, así que no la conocí.

A mis veintidós años, bajo el cielo nocturno y la brillante luna llena, se manifestó.

-¿Q-qué me sucede? -balbuceé, sintiendo hormigueos en mi cuerpo.

-No puede estar pasando -soltó mi padre, con intriga en sus ojos.

Era muy normal que la transformación se presentara entre los dieciséis a los dieciocho años, no después.

Ese día estaban haciendo el típico procedimiento para los jóvenes de la manada, el cual salió con éxito. Pero no se esperaban que yo también estuviera incluida en el proceso.

Sentí un poderoso tirón en mi interior, como si algo quisiera salir de mi cuerpo, o modificarlo.

Mi piel se estremeció y hasta mi propia esencia se agitó mientras mi forma humana cedió paso a la loba que no sabía que existía dentro de mí.

Siguieron los huesos, con un crujido sordo, el pelo brotaba en una cascada de pelaje amarillo como mi cabello de humana, y mis sentidos se agudizaron hasta el punto de poder oír el latido del corazón de un ratón en la hierba alta.

Fue un momento de dolor, maravilla y liberación, mientras abrazaba mi verdadera naturaleza, aún confundida por lo repentino que fue.

Después de eso, un olor peculiar y delicioso llamó mi atención. Venía del norte, pero sentí que estaba muy lejos de aquí. En ese momento mi corazón latió con rapidez, dejándome más confundida de lo que estaba.

-¿Es posible transformarse después de los veinte? -cuestionó la beta de la manada.

-No he visto ningún caso, por lo que me tiene consternado -alegó papá.

Mi padre, un hombre de bastantes años de experiencia y el alfa de la manada Eclipse, no volvió a tener ninguna otra pareja después de que su luna murió.

Su cabello era negro, le caía por los hombros y se movía al compás del viento. Sus ojos color miel eran idénticos a los míos, pero yo estaba asustada y volviéndome muy pequeñita por no saber cómo actuar en esa forma.

Estar en cuatro patas era nuevo para mí, todavía no lo procesaba.

-Laia, ¿crees que puedas volver a transformarte en humana? -preguntó el viejo, inclinándose en mi dirección.

No podía hablar, mi hocico estaba tembloroso y sentía que se me iba a salir un sollozo. Mis cejas estaban hundidas y el miedo seguro estaba claro en mí.

Pero no hizo falta obligarme a ser humana de nuevo, ocurrió sin previo aviso. Chillé cuando mis huesos empezaron a crujir de nuevo, dándole paso a mi forma normal.

Quedé con la ropa desgarrada, semi desnuda en medio de la poca gente que conformaba Eclipse. Me miraban y murmuraban cosas como:

«¿De verdad ha podido transformarse?»

«¿No era humana?»

«Es una completa locura...»

-Silencio -sentenció mi padre.

Caminó en mi dirección y me lanzó una toalla para cubrir mis partes descubiertas. Lo miré, aterrorizada porque no entendía qué debía hacer.

Me consideraban una omega en la manada por la clara falta de poder. No era importante ni en las cacerías de demonios, ni en las guerras contra los cazadores de hombres lobos.

Se me ordenaba esconderme y a pesar de eso, mi padre me trató con todo el amor del mundo.

-Laia, cámbiate. Te espero en la fogata -ordenó, marchándose.

Los demás dejaron de murmurar y quedé pasmada. Era mucho para procesar y mi mente estaba en una especie de trance, pero me levanté para vestirme como se me pidió.

Cuando terminé, fui hasta donde estaba sentado mi padre. Nosotros éramos una manada de bajos recursos, por lo que no nos podíamos dar el lujo de vivir en la ciudad con los humanos.

Teníamos un campamento montado en el bosque, estábamos en constante movimiento dependiendo de los peligros. A pesar de que papá era un alfa, no tenía tanto poder como otros.

-Y-yo... En verdad no entiendo qué fue lo que pasó -confesé, en un tartamudeo.

-Nadie lo entendió. Es el primer caso que se ve -resopló, echándole palos al fuego-. Pero tengo que hacerte varias preguntas. Es posible que hayas sentido a tu mate en el proceso, lo sabes ¿no?

-Sé la historia sobre los mates y que están destinados, pero, ¿cómo iba a saber sentir eso? ¿Es un pinchazo? Porque literalmente mis huesos se rompieron y armaron de nuevo -hablé, con la voz atropellada.

-Tienes que calmarte, es lo más normal para nosotros -explicó-. Con el tiempo te acostumbras y ya no duele tanto.

-Que esperanza... -murmuré.

-¿Qué planes tendrá la diosa Luna para ti? -se cuestionó, más para él mismo.

Bajé la mirada, mis ojos se concentraron en las frenéticas llamas del fuego frente a mí, pensando en qué haría si no sabía controlar ese poder que me otorgó la diosa de repente.

Los minutos pasaron, y de pronto uno de los exploradores vino hacia nosotros transformado en un lobo completo. Su pelaje oscuro brillaba con la luz de la luna. No tardó en volver a su forma humana para hablar.

-Alfa Lionel... -Llamó a mi padre, con la voz entre cortada-. Parte de la manada ShadowMoon viene hacia acá -añadió. Su pecho subía y bajaba por el agite.

¿ShadowMoon?

Abrí los ojos. Mi padre me contó muchas historias de ellos y en general de las manadas más fuertes que existían. Esa era una, por no decir la mejor.

Me levanté, al igual que mi progenitor. Estábamos extrañados porque una manada tan poderosa no se atrevería a acercarse a nosotros, éramos irrelevantes para ellos.

-Estén pendientes, no hay que generar ningún conflicto y siempre hablen con educación -indicó mi viejo, se notaba nervioso.

-Entendido, alfa -El explorador se inclinó, y así mismo se esfumó entre la neblina de la noche.

-¿Crees que quieran pelear? -pregunté, con el ceño fruncido.

-No. No es posible que vengan por eso -respondió, mordiéndose una uña-. Tal vez se trata de algo más.

-¿Qué más puede ser? ¿Una alianza? -inquirí, alzando una ceja.

No me cabía en la cabeza.

-¿Una alianza? ¿Qué podemos ofrecerles si ellos deben tenerlo todo? -espetó, con obviedad.

-Alfa, los ShadowMoon están aquí -Apareció la beta.

Fui detrás de mi padre. Había oído tantas historias de lo cruel y cero empático que era el alfa de los ShadowMoon, un joven prodigio que ascendió por su abrupto poder, intimidando a todos en el camino.

Eran tres. Supuse que se trataba de el alfa, el beta, y otro más. Supe que era él en cuanto nuestros ojos se conectaron. Sentí esa misma chispa en mi corazón que en el momento de mi transformación, a parte, su olor me intrigaba demasiado.

Tragué saliva.

-Bienvenidos, ¿en qué puedo ayudarles? -Mi padre hizo una reverencia por respeto.

Tanto así era la diferencia de poder, que él prefería no generar ningún conflicto.

-Lionel, ¿no? -cuestionó el otro alfa, sin ninguna emoción-. Vengo por mi luna -zanjó.

Se acercó un poco, observándome de arriba a abajo. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo y pude detallarlo como era debido.

Su lacio cabello castaño caía por debajo de sus orejas, y sus ojos grisáceos me miraban con curiosidad, pero sus cejas inclinadas me transmitían cierto temor a lo que pudiera hacerme.

A pesar de que tenía una camisa puesta, sus músculos se notaban por debajo de la misma, dejándome embelesada.

Mi corazón latía. Las historias sobre los destinados por la diosa Luna, era lo que más llamaba mi atención por el tema del amor verdadero. Siempre quise que me sucediera algo así, pero jamás imaginé que sería posible.

-¿Laia? -indagó papá, aturdido-. Por supuesto, si va a llevársela, no me opondré.

-A eso vine -afirmó el castaño-. Yo, Caleb, alfa de los ShadowMoon, reclamo a su hija como mi luna.

Esa mirada penetrante me dejó sin palabras. Mis labios solo temblaban porque sabía que me tenía que ir con él sí o sí. Por un lado, estaba emocionada al saber que nos unía la diosa, pero por el otro, me entristecía dejar a mi padre.

-Ya prepararán sus cosas para que partan de inmediato, alfa Caleb -acató mi padre, mandando a uno de los suyos a empacar mi maleta.

-No tengo toda la noche -expresó-. ¿Sabes usar tu poder? -me preguntó.

-N-no mucho -confesé.

Su simple presencia era aterradora, no solo para mí. Por primera vez podía sentir el poder que emanaba cada lobo, y el de Caleb parecía ser una llamarada de un oscuro fuego que no se detenía.

-Pues tendrás que transformarte y seguir nuestro ritmo -ordenó, cruzado de brazos y con una postura firme.

Aunque me estuviera obligando, había algo en él que me atraía. No sabía si era por la conexión que teníamos, porque antes no me hubiera imaginado siquiera pensar en la atracción, tratándose de él.

Lo consideraba un imbécil que se creía superior a los demás, después de haber escuchado tantas historias tanto de mi padre, como de los miembros de la manada.

Pero ahora que lo tenía en frente, esa visión de él cambió por arte de magia.

-Ella podrá -proclamó mi padre-. ¿Puedo hablar un momento a solas con ella? -le preguntó, temeroso.

-Cinco minutos -dijo.

Mi padre me llevó unos pasos lejos de ellos. Colocó una mano en mi hombro y la realidad es que ninguno de los dos pensó que ese día llegaría.

-Laia, hija -habló-. Sé que esto ha sido algo repentino, pero no puedo contradecir sus órdenes o sabes lo que nos pasará.

-Lo sé... Terminará aniquilando a la manada solo para llevarme con él -murmuré, recordando sus historias.

-Sé que eres tan fuerte como alguna vez lo fue tu madre, y que el poder de la loba en tu interior es un plus a eso -comentó, acariciando mi mejilla-. No te dejes pisotear por nadie, Laia. Tú puedes con todo lo que se te venga encima, no lo olvides.

Se me hizo un nudo en la garganta con sus palabras y no dudé en corresponder su abrazo. Él había sido un buen padre, pero también tenía que ser un buen líder.

Volvimos con Caleb.

-Nos iremos sin tus cosas, yo puedo comprarte todo lo que necesites -soltó Caleb, se veía irritado por la espera.

-Está bien -Asentí.

-Alfa Lionel, me aseguraré de que su manada prospere un poco, por entregarme a su hija sin protestas. Esto también significa nuestra alianza -le dijo, luego de eso los tres se transformaron en lobos.

Yo tuve que hacer lo mismo, aunque fue más torpe. Me terminé yendo de la manada con la que me crié, hacia un futuro incierto y lleno de misterios.

Seguir leyendo

Otros libros de Carolina Velásquez

Ver más

Quizás también le guste

Poséeme

Poséeme

Romance

4.9

Santino Rivas, es un exitoso abogado de 35 años que no ha perdido un sólo caso en toda su carrera. Se caracteriza por ser un hombre vanidoso, frívolo, narcisista, y por sobre todo alexitimico, es decir, que es una persona incapaz de sentir cualquier emoción que esté relacionada con el amor, impidiéndole demostrar nada que tenga que ver con ese sentimiento, motivo por el jamás se le ha conocido una pareja y esto lo ha llevado a ser el soltero más codiciado en el mundo de las leyes. Abril Evans, es una joven de 21 años quien al fallecer sus padres y quedarse a cargo de su hermana, que necesita una operación para volver a caminar, se ve obligada a dejar sus estudios y trabajar duro para poder juntar la cantidad de dinero que necesita. Con una personalidad totalmente opuesta a lo que es él, termina siendo completamente seducida y arrastrada a su mundo lujurioso donde deberá arrodillarse a los deseos de un hombre que se cree el amo supremo de su vida y de su cuerpo y quien para obtener de ella lo que desea, le ofrecerá un acuerdo al cual, aunque quisiera, no se podrá negar. Pagar la operación y el tratamiento completo de su hermana. Pero no todo es tan sencillo como parece, porque este contrato tiene tres reglas fundamentales que bajo ningún concepto ella debe infringir. 1 - Discreción: nada de lo que suceda en la intimidad de ambos debe filtrarse. 2 - Exclusividad: no puede estar con ningún otro hombre a no ser que él lo autorice. 3 - Cero Sentimentalismo: tiene prohibido enamorarse. ¿Aceptará Abril arrodillarse a los placeres sexuales, poco comunes, de Santino Rivas a cambio del dinero? y aun así ¿Podrán ser capaces de no quebrantar ninguna de esas clausulas? YA PODES ADQUIRIR TU LIBRO POR LA PÁGINA DE ÁMAZON.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
Un alfa arrepentido: vuelve a mí, mi luna
1

Capítulo 1 Destinados

14/08/2024

2

Capítulo 2 Reclamada

14/08/2024

3

Capítulo 3 Devastada

14/08/2024

4

Capítulo 4 Deja todo atrás

14/08/2024

5

Capítulo 5 Miedo a lo desconocido

14/08/2024

6

Capítulo 6 Corazón confundido

14/08/2024

7

Capítulo 7 El pasado

14/08/2024

8

Capítulo 8 Explicaciones

14/08/2024

9

Capítulo 9 Preparación

14/08/2024

10

Capítulo 10 Cadenas

14/08/2024

11

Capítulo 11 Descubiertos

14/08/2024

12

Capítulo 12 Destrucción

14/08/2024

13

Capítulo 13 Arrepentimiento

14/08/2024

14

Capítulo 14 Salvada

14/08/2024

15

Capítulo 15 Planes

14/08/2024

16

Capítulo 16 Sentimientos

14/08/2024

17

Capítulo 17 Aliada

14/08/2024

18

Capítulo 18 Impotencia

14/08/2024

19

Capítulo 19 Provocación

14/08/2024

20

Capítulo 20 Primer amor

14/08/2024

21

Capítulo 21 Secretos revelados

14/08/2024

22

Capítulo 22 Mariposas

14/08/2024

23

Capítulo 23 El valor

14/08/2024

24

Capítulo 24 La prueba

14/08/2024

25

Capítulo 25 La prueba II

14/08/2024

26

Capítulo 26 Confesiones bajo la luna

14/08/2024

27

Capítulo 27 La guardiana

14/08/2024

28

Capítulo 28 Primeras pistas

14/08/2024

29

Capítulo 29 La verdad

14/08/2024

30

Capítulo 30 Cada vez más cerca

14/08/2024

31

Capítulo 31 ¿Amor o atracción

14/08/2024

32

Capítulo 32 Nunca rendirse

14/08/2024

33

Capítulo 33 Alianzas

14/08/2024

34

Capítulo 34 Declaración

14/08/2024

35

Capítulo 35 Pisar el pasado

14/08/2024

36

Capítulo 36 De vuelta

14/08/2024

37

Capítulo 37 Pecado

14/08/2024

38

Capítulo 38 Sospechas

14/08/2024

39

Capítulo 39 Premonición

14/08/2024

40

Capítulo 40 Advertencias

14/08/2024