Arianna.
Abrí los ojos, sonreí, hoy era el día en que se oficiarían los compromisos, para que en un mes me casara con ese mandón de Keanu Powell, para ser sincera estaba deseándolo, cuanto antes esto terminara, Mi esposo, mis hermanos y yo podríamos comenzar a vivir nuestras vidas, sin preocuparnos que podría suceder a tanta gente que se puede ver afectada con estas bodas, además, si como decía Emy, tener sexo con el hombre que amas es tan maravilloso, bueno se puede decir, que me va encantar estar casada, pensé mientras me levantaba con una sonrisa pícara.
Las semanas pasadas desde la boda de Emy y hasta este día, se había desarrollado, muy rápido, los herederos Powell, habían estado ocupados trabajando debido a que tenían que dejar todo preparado para poder cogerse dos semanas de luna de miel, cuando nos casáramos. No habíamos podido tener muchas citas, en ocasiones me aparecía por su despacho para simplemente besarlo, cosa que el me agradecía, dejándome, deseando ir más allá, era un experto en tomar el control de mi cuerpo y dejándome sedienta de él.
Por otro lado, nosotras comenzamos a preparar, bajo la orientación de Elena y de mi estupenda futura suegra, como deseábamos que fuera nuestro matrimonio.
Mis amigas y yo sabíamos que todo iba a cambiar sobre todo porque aparte de estar con los hombres que amábamos, y nos volvían locas, nuestros primeros y únicos amante, teníamos que salir de nuestra zona de confort, de nuestra vida conocida, para convertirnos en las esposas de los herederos Powell, aprender a navegar por su mundo y para colmo prepáranos para ser las madres de la futura generación Powell.
Miriam quería una boda rápida pese a las negativas de su suegra que quería la boda del siglo. Para mi amiga, después de que entregó su corazón, y próximamente, si dios le dejaba de torturar tanto con tener un dios tentador por prometido, sería su cuerpo en su noche de bodas. Estas entregas eran de manera voluntaria, bueno todo lo voluntaria que puede ser una bruja arpía de lengua rápida, que tenía amenazado a su prometido para que ni siquiera se le ocurriera intentar alargar la post-boda con la cena y fiesta muchas horas, porque o en dos horas después del sí quiero su marido le había arrancado la ropa para después tenerla toda la noche gimiendo, o ella no le dejaba entrar en su habitación por una semana.
Pobre Kevin J. ya tenía suficiente con una madre manipuladora, que ahora se casaría con la diosa de las arpías, aunque si le preguntas al heredero Powell su frase es siempre la misma.
- “Mientras pueda meter a esa bruja de lengua deslenguada en mi cama de por vida, como ya está en mi corazón, como si tras el “puede besar a la novia” se la lleva embrazo a su cama, para no salir de allí en una semana”.
También está el papel que desempeñara en la vida del heredero mimado, niño de mama. ¿Podrá sobrevivir mi amiga a una vida donde su suegra la ve como una rival por el cariño de su hijo? Mirian es lo que más teme, ya que ama tanto a su prometido que no desea hacerlo elegir.
Elena tiene casi el mismo problema que Miriam en cuanto a querer que su querido Mike la transforme en una diosa saciada de placer tras devorar el tentador cuerpo de su marido, pero en las últimas semanas de repente y quizás porque no ha podido ver a Michael muy seguido, le ha surgido las dudas de si podrá estar a la altura de las expectativas de su futuro esposo. El problema para Elena es que, mientras Michael ha tenido decenas o quizás centenas de mujeres de todo tipo en su cama, ¿Sera capaz mi amiga de poder cubrir toda esa experiencia y vida anterior de su esposo, una virgen? ¿Bastara el amor que se tienen el uno por el otro? ¿o el deseo de Michael se apagará después de un tiempo, en comparación de su excitante vida anterior? Elena tiene muchas preguntas, pero espera que el amor y el deseo que siente por su niñato mujeriego le ayuden a superarlo.
Yo por mi parte llego ya con una familia, y unirme a hará que mi dicha crezca, deseo y amo a ese hombre con todas las células de mi cuerpo. Tener una familia con él sería todo para mí. Aunque el tener que traer un hijo a este mundo para poder heredar, y que mi ambicioso marido pueda optar a la presidencia de su abuelo, hace que me sienta mal. Se que Keanu me ama, y me desea de una forma casi enfermiza, cuando siento su mirada en mí, las ganas de que me haga suya anula mi parte racional, y muero de deseo.
Pero si soy sincera no deseo que mis hijos sean moneda de cambio.
Para poder sobrevivir a todo y decidimos pasarnos la mañana en el spa. Ya teníamos nosotras nuestros propios problemas para que encima, la dudas que teníamos de nuestras vidas futuras nos afectara ahora.
Miriam era la peor que lo llevaba, siempre había vivido con sus padres, pero desde luego con cierta libertad, gracias la crianza de los señores Lugo, la más deslenguada y descarada de mis amigas. Se encontraba insegura, buscaba la manera de saber cuánto tendría que luchar, contra la influencia que la madre de Kevin ejercía sobre él, no quería ser la responsable de su mal estar.
No quería que el hombre de su vida, el único hombre que partido su cama su cuerpo y su vida, se sintiera como el hueso, que querían dos perros, y se viera arrastrado de un lado a otro esta lucha sin cuartel.
Mientras nos dirigíamos a nuestras modistas, peluquería esteticien y demás profesionales que iban a transformáramos en las verdaderas herederas Powell, estos miedos se hicieron evidentes entre nosotras, hasta el punto de que Elena dudó varias, veces, pero al final con pesar en su amado playboy, se tranquilizó.