Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
La esposa sustituta del CEO

La esposa sustituta del CEO

LibethCa

5.0
calificaciones
1.3M
Vistas
162
Capítulo

Adelaide ha sido despreciada por su padre desde el mismo día que nació y destinada a ser cuidada y criada por una sirvienta, alejada de las comodidades de su familia. Cuando su hermana Nadia huye con su amante a solo dos días de su boda con el multimillonario Egil Arrabal, su padre la obliga a cumplir con el compromiso asumido quince años atrás con ese despiadado y arrogante CEO del que ha oído hablar desde que tiene uso de razón. Condenada a ser la esposa sustituta del hijo mayor de los Arrabal, Adelaide camina hacia un futuro incierto donde la muerte, la traición y la venganza pondrán a prueba su temple. ¿Podrá salir ilesa de las garras de este hombre? ¿Qué cosas debe hacer para pagar la huida de su hermana y así evitar la debacle de su apellido?

Capítulo 1 Prefacio

El aire pesado y nauseabundo hace que a Adelaide se le dificulte respirar. Permanece inmóvil contra la pared, sosteniendo con fuerza el ruedo de su vestido, incapaz de dar un paso para ningún lado. La poca luz que entra por la abertura deja entrever lo sombrío del sitio, oscuro, sucio y mohoso, acrecentando su temor de que alguna alimaña se precipite contra ella de un momento a otro.

Maldita su suerte ¿Por qué le suceden todas estas cosas?

Sus ojos están hinchados de tanto llorar. Este lugar es muy húmedo y hace mucho frío. Solo ruega que Egil le absuelva, que la escuche y ordene que la saquen de aquí antes de que la noche caiga, aunque luego la mantenga encerrada de nuevo en su habitación. Incluso eso será mejor que este lugar tan horripilante.

Escucha los murmullos de unos hombres que custodian la puerta y una leve esperanza nace en ella. Ya perdió la cuenta de las horas que lleva en este lugar y desde ese momento el silencio fue su única compañía, hasta ahora.

-Señores, por favor, necesito hablar con mi esposo Egil -Empieza a golpear la puerta con ambas manos para llamar la atención de quienes se encuentren del otro lado-. ¿Pueden hacerle llegar mi pedido? Por favor. Es urgente.

Ambos guardias empiezan a reír y a burlarse imitando su voz y sus mismas palabras. Los nervios y la tristeza de la joven aumentan.

-Por favor -vuelve a decir con un sollozo ahogado-, necesito contarle lo que sucedió realmente.

Ya nadie contesta del otro lado.

El silencio vuelve a ser protagonista del lúgubre lugar, cuando los pasos de aquellos hombres se alejan. Adelaide comienza a llorar como nunca antes había llorado en su vida. Ni siquiera su padre, quien siempre la odió desde el momento de su nacimiento, la había tratado de ese modo anteriormente. Este sitio es inhumano, incluso respirar podría ser mortal.

-El que llore de esa forma no cambiará su situación -Una voz profunda y varonil la sobresalta. Adelaide se seca las lágrimas rápidamente como si el dueño de esa voz pudiera verla desde las sombras, aunque está segura que se encuentra en la habitación adjunta-. Lo único que consigue con su arrebato es que me duela la cabeza, Valencia, ¿o debería decir Arrabal?

-¿Quién es usted? -La joven pregunta entre sollozos-. ¿Cómo sabe mi apellido?

-Imposible no saberlo si lo acaba de gritar a los cuatro vientos -La risa baja de aquel hombre aumenta la amargura de Adelaide.

¿Quién se cree ese tipo para burlarse de ese modo de su dolor?

-No debería meterse en lo que no le importa, señor. Ni siquiera me conoce.

-Pues déjeme informarle que sí me importa. No estaré soportando su llanto todos estos días.

-No estaré aquí por tanto tiempo si eso es lo que le preocupa -Afirma, segura de sí misma, mientras se sorbe la nariz-. Solo estoy esperando que mi esposo venga por mí. Estoy aquí de manera injusta.

La carcajada repentina de aquel hombre anónimo, la sobresalta.

-Es una joven sobradamente ingenua. Ciertamente, no conoce a Egil. Si está aquí es por algo y créeme que no saldrá hasta haberlo pagado con creces. Es mejor que busque un lugar para acomodarse, la noche será muy larga y fría.

-No quiero estar aquí -Ella da un pequeño paso tratando de reconocer su espacio.

-Yo tampoco, pero aun así lo estoy -Sus palabras solo provocan desazón y desesperanza en la mente de Adelaide-. Ya se acostumbrará cuando empiece a perder la noción de los días.

¿Ya se acostumbrará? ¿Qué quiso decir con eso?

Adelaide empieza a sentirse molesta por la actitud tan negativa de aquel hombre. Debería estar ayudándola a buscar una solución en vez de intentar hundirla en la desesperación.

La joven empieza a dar pasos, lentos y toscos, por el piso sucio. La celda no es más que un espacio de dos por dos, las paredes mohosas, al igual que el techo, por donde se filtran gotas de la humedad del ambiente. Lo único que conecta a esta tumba con el exterior es una diminuta ventana por donde no cabe ni una manzana, y la puerta. No hay asientos ni cama, solo basura y mucho moho.

-Le aconsejo que racione su energía. Más adelante le hará mucha falta, como se imaginará, aquí no tendrá los servicios a lo que está acostumbrada en la mansión.

-¡Hable claro, señor! -Grita la pelirroja, molesta-. No me está ayudando en nada y solo consigue atormentarme. Todo lo que dice es muy molesto y solo son reflejos de sus limitaciones, no de las mías. Yo no hice nada, soy inocente, no tengo por qué estar aquí. Contrario a usted que muy seguramente es un delincuente de alta peligrosidad.

-Tiene razón, yo me gané el derecho de estar aquí -La voz del hombre ahora se oye más de cerca, como si estuvieran uno frente al otro, pero divididos por la cortina de ladrillos que les impide verse-. Disculpa si trato de abrirle los ojos ante su desafortunado destino. Soy realista en exceso y no sé más que ser franco. Conozco a Egil como la palma de mi mano y lo que no tiene es piedad con las personas que fallan con él.

-Pero yo no le he fallado...

-Pero él sigue siendo un desalmado sin corazón. Su virtud más predominante no es precisamente la de eximir. Ya debe saberlo, es su esposo ¿No?

Adelaide se queda callada por mucho tiempo procesando las palabras de aquel hombre. Ha oído muchas cosas de Egil, y por supuesto que nada buenas, pero ella es su esposa, debería escucharla y no juzgarla sin darle el derecho de defenderse.

-No la va a escuchar -Añade la voz del otro lado adivinando la lucha mental de Adelaide.

-Es usted un hombre insoportable ¿Sabía?

-Benedict -Contesta él sobre su voz-. Mi nombre es Benedict.

-Solo déjeme en paz, Benedict -Resuella, Adelaide pegando la vuelta, como si él pudiera verla.

Benedict niega mientras miles de posibilidades se cruzan por su cabeza. Posa ambas manos contra la pared y se pregunta cómo será aquella mujer del otro lado. Conociendo los gustos de Egil, debe ser una de esas jóvenes creídas con vestidos y maquillajes extravagantes, cutis impecable, nariz respingona y hombros rectos, pretendiendo ser la reina del universo.

Desde luego, ambos están en la misma mierda ahora, aunque ella sea el nuevo juguete del jefe y él el prisionero innombrable de la familia Arrabal.

Seguir leyendo

Otros libros de LibethCa

Ver más
¡Yo, la curvy!

¡Yo, la curvy!

Romance

5.0

“¿Alguna vez te han dicho lo asquerosa que eres?” Esa fue la frase que acabó con la poca autoestima que me quedaba, que no era demasiada tomando en cuenta todo por lo que había pasado desde niña; pero justo en ese momento terminó derrumbándome por completo. Y no es que la hubiera escuchado por primera vez, de hecho, era bastante recurrente donde quiera que iba o con quien me encontrara, pero ese día terminó siendo uno de los peores de mi vida, cuando aquella ruin locución, salió de la boca de la única persona que nunca me había menospreciado. Tal parece que no fue lo suficiente como para destrozarme la vida y prefirió asegurarse, haciéndolo justo frente a todos, en mi fiesta de cumpleaños número dieciocho. ¿Podría haber algo más vergonzoso que eso? Pues si… Las risas y las burlas que siguieron a esa triste y devastadora escena, llenaron el espacio, haciéndome imposible respirar. Podía ver sus caras llenas de desprecio y satisfacción por lo ocurrido, como si el maravilloso plan hubiera sido todo un éxito. Me aferré con fuerza a mi vestido floreado, el que mi abuela me había comprado especialmente para esa ocasión. Di varios pasos atrás, tratando de ponerme a salvo de la crueldad que irradiaban, pero todo fue en vano cuando mi espalda tocó la pared de aquel salón. Entonces supe que ya era imposible escapar. Todo lo que pasó después, aún me atormenta en mis noches de sueños, o de insomnio, según sea la caso. Y sé que debería sentirme mejor después diez años, pero no es así. Hoy, con veintiocho años, continúo llevando dentro de mí a aquella joven insegura y torpe de la que todos se burlaban, con la diferencia que ahora sí sé diferenciar a las personas que realmente me quieren. O eso creí, hasta que nos encontramos nuevamente y todo volvió a repetirse.

Quizás también le guste

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE  2

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE 2

Romance

5.0

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
La esposa sustituta del CEO
1

Capítulo 1 Prefacio

09/01/2024

2

Capítulo 2 La sustituta

09/01/2024

3

Capítulo 3 Egil Arrabal

09/01/2024

4

Capítulo 4 Bienvenida

09/01/2024

5

Capítulo 5 Ahora es suya

09/01/2024

6

Capítulo 6 La amante de Egil

09/01/2024

7

Capítulo 7 Eres mía, Adelaide

09/01/2024

8

Capítulo 8 Soy Petra

09/01/2024

9

Capítulo 9 El jardín de rosas

09/01/2024

10

Capítulo 10 Castigada

09/01/2024

11

Capítulo 11 Servicio al cuarto

09/01/2024

12

Capítulo 12 Los planes de Petra

09/01/2024

13

Capítulo 13 Una emboscada para Egil

09/01/2024

14

Capítulo 14 Ni esposa ni señora

09/01/2024

15

Capítulo 15 ¡Detente!

09/01/2024

16

Capítulo 16 Herida nuevamente

09/01/2024

17

Capítulo 17 Nadia Valencia

09/01/2024

18

Capítulo 18 ¡Encuéntrala!

09/01/2024

19

Capítulo 19 Egil está grave

09/01/2024

20

Capítulo 20 Una carta para Egil

09/01/2024

21

Capítulo 21 Nos divertiremos un rato

10/01/2024

22

Capítulo 22 Irene Arrabal

10/01/2024

23

Capítulo 23 La llegada sorpresa de Irene

10/01/2024

24

Capítulo 24 ¡Todo es por tu culpa!

10/01/2024

25

Capítulo 25 ¿Quién

10/01/2024

26

Capítulo 26 ¿Cómo se atreve a hablar así de Egil

10/01/2024

27

Capítulo 27 Confusos

10/01/2024

28

Capítulo 28 Egil visita a Adelaide

10/01/2024

29

Capítulo 29 ¿Tanto la odia

10/01/2024

30

Capítulo 30 ¿Benedict

10/01/2024

31

Capítulo 31 ¿Amor

10/01/2024

32

Capítulo 32 La carta de Nadia

10/01/2024

33

Capítulo 33 Está perdida

10/01/2024

34

Capítulo 34 El trabajo ya está hecho

10/01/2024

35

Capítulo 35 Tiene el marido que se merece

10/01/2024

36

Capítulo 36 Entre la vida y la muerte

10/01/2024

37

Capítulo 37 Lo siento, señor

10/01/2024

38

Capítulo 38 ¿De quién desconfías

10/01/2024

39

Capítulo 39 Egil ha vuelto

10/01/2024

40

Capítulo 40 Una cena con Ana Lupot

10/01/2024