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La cortina de cristal

Capítulo 9 Cap. 9: Decisiones

Palabras:2687    |    Actualizado en: 14/04/2022

ó tras ella en su casa. Michael lanzó las llaves del coche de Clare sobre la mesa de la entrada. Había insis

, Michael. Son solo un par de jóvene

l pelo—. ¡Casarse! No puedo creerlo. Después de todo lo que le he enseñado a ese chico. Después de todas los sermones que le he e

una copa de coñac. Hunterlos observaba malhumo

puede truncarse con una mujer y quizá incluso con un par de hijos. He de conse

habitación, Michael. Estás

medio coñac de un trago. Luego se quedó

lo mucho que te había afecta

sorbo de coñac

tactos en el mundo empresarial. Y

el tema durante la cena, me pareció que habías pasado por un auténtico infi

s pasan en

al Adam Campos, ¿

Intentó convencer a los mandamases de que cumplieran su promesa de tratarme equita

o, a pesar de todo. Nada de lágrimas ni de estalli

menos entienden lo que consideran emociones típicamente femeninas. Para preservar su imagen, una mujer de negocios

s eche las manos al cuello. Me gustaría intentarlo. Tal vez pueda convenc

a la rabia que traslucía

apoyo, chicos —dijo C

chael alzó una mano antes de que ella pudiera responder—. No i

o hay razón para ll

iró fij

reservada que he co

ue lo sea

ó pensando

n —volvió a pasearse de un lado a otro—. Maldit

a tu casa a hac

apoyó una mano en la pared y se bebió el resto del coñac. Miró

reció so

? Tú eres su padre. Y además,

on certeza. Demonios, Clare, si la deja embaraz

ocinar y a comportarse en público, le

rsticiones e insensateces míticas que aprende un chico de sus amigos? Le expuse los hechos e

preguntó Clare—. ¿En u

use en habitaciones separadas en cu

o evitar ech

ue él la miraba con el ceño fruncido—. I

ereza, dejó la copa y, dándole la man

—hizo una pausa pensativo—. Tal vez debería intentar, convencerlo de que viva con ella una temporada antes de tomar la

chico. Pero puede que a los padres de Roxana no le

dita

ó mirándolo

Tengo entendido que el trabajo d

ldecir. Luego la be

era, soltándola de mala gana

risa perruna al ver que Michae

-

Eddy Rivera tras la segunda

ldaños delanteros del porche y bebió un trago de cerveza. Empezaba a arrepentirse de haber pasado por allí es

mucho tiempo que no estoy con una mujer. Esa señorita Herrera es la primera mujer realmente interesante que ha pasado por el pueblo en

fría cuando estaba en sus brazos, pero n

ue rodeaba a Clare era asunto de su incumbencia. Empezaba a dar

era parecía no haber cambiado en veinte años, pensó Michael. Una atmósfera de negligencia lo rodeaba aún por doquier. La madera no con

ntiguo Camaro de Eddy estaba aparcado frente a la casa. Sus parches de pintura parecían imitar el dibujo de los pantalones d

has casa

s y apoyó la cabez

l ejército. Se llamaba María. Duró más o menos un año.

sintió en

iste a in

rme a Caracas y a buscarme un buen trabajo, ¿sabes? Pero justo antes del gran día descubrí que seguía acostándose con

jar en la gasoli

encogió

s cosas, no como a ti. Una o dos veces estuve a

ir qué? —Michael lo

el ejército, conocí a un tipo que tenía entre manos algo realmente grande. Un tinglado que

cuál sería <>, pero de

encargarme de un par de ellos. Como portero, ¿sabes?, solo que iba a hacerme socio del negocio. Pero a

eras a acabar en la Colonia Tovar, Eddy. C

mi padre murió, heredé la casa, y Carlos me dio

mero de Eddy le repugnaba y, al mismo tiempo, lo hac

es. Tú tuviste suerte. No te q

N

aba bajo muchos disf

He visto a tu chico hoy en el pueblo. Lo reconocí en cuanto entró en

e los ojo

rselo a la vieja

chael se torc

, cuando era un bebé, y me dijo q

detuvo para abrir otra lata de cerveza—. Leí uno

areció so

sabía que te gu

el de la tienda de antigüedades, vende viejas películas. Me he comprado

decidido adaptarse a los tiemp

. Creo que no se creían que lo hubieras escrito tú. Hugo debió de vender cien libros la primera semana que lo tuvo en la tie

primir una leve mu

er gran éxit

iciste

el so

dmitir que aquello cambió las

de los dos, tú sería

ación de Rivera

ienes mujer ni hijos que te aten. Y solo tienes treinta y cinco años.

do qué, si p

en Caracas, o quizá en Maracay. Siempre hacen falta buenos mecánicos, sobre todo para esa gente que tiene coches extra

aquí. Pero las cosas siempre salían mal. Yo

gún toque m

o creía. Fuiste la comidilla del pueblo durante meses cuando se marcharon. La vieja Velutini y su marido no paraban de maldecirte. Luego el viejo Velutini la palmó y nos enteramos de que Sofía se había

abía tirado en el jardín delantero. N

murió t

se cayó desde lo alto de la cascada de la Prisionera. Pero no se perdió nada. Si te digo la verdad,

tú eras su ú

. Cuando se emborrachaba, se ponía violento. De p

o que Michael se hubiera sentido mientras Jesse cultivaba la poesía, por l

uró su

iando este pue

chael—. Toda

qué ha

pensé que ya era hora de librarme de la casa de la tía Jesse. Me da

na vez que le habías encargado que la mantuviera

r con ella cuando

rte de ese asunto y acabar otr

ar me sirviera de inspiración para es

ión? ¿Esto? ¡

¿ve

servirle de inspiración a un escritor de novelas de terror —c

recu

que no me quedé conti

tido tení

te di las gracias

hace mucho tiempo. Aho

o. Ahora no tiene impor

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1 Capítulo 1 Cap. 1: A mi regreso2 Capítulo 2 Cap. 2: Encantos3 Capítulo 3 Cap. 3: Encontrando el pasado4 Capítulo 4 Cap. 4: Disculpas5 Capítulo 5 Cap. 5: Pétalos de pasión6 Capítulo 6 Cap. 6: El ocaso7 Capítulo 7 Cap. 7: Sorpresa8 Capítulo 8 Cap. 8: La Cena9 Capítulo 9 Cap. 9: Decisiones10 Capítulo 10 Cap. 10: La cascada de la Prisionera11 Capítulo 11 :Seduciendo al ocaso I12 Capítulo 12 Seduciendo al ocaso II13 Capítulo 13 : Sucesos del pasado14 Capítulo 14 : Elizabeth Velutini15 Capítulo 15 : La sombra16 Capítulo 16 : Aprender a confiar17 Capítulo 17 : Aprender a confiar II18 Capítulo 18 : Encuentros19 Capítulo 19 : Malentendidos20 Capítulo 20 : Malentendidos II21 Capítulo 21 : La sombra oculta22 Capítulo 22 : La sombra oculta II23 Capítulo 23 : Comandante de la policía24 Capítulo 24 : Comandante de la policía II25 Capítulo 25 : El intruso26 Capítulo 26 : El intruso II27 Capítulo 27 : La noticia28 Capítulo 28 : La noticia II29 Capítulo 29 : La Cena30 Capítulo 30 : La cena II31 Capítulo 31 : Pasados oscuros32 Capítulo 32 : Pasados oscuro II33 Capítulo 33 : Oficina de envíos34 Capítulo 34 : Oficina de envíos II35 Capítulo 35 : Oficina de envíos III36 Capítulo 36 : Oficina de envíos IV37 Capítulo 37 : Fiesta38 Capítulo 38 : Al fin juntos39 Capítulo 39 : Al fin juntos II40 Capítulo 40 : Desacuerdos41 Capítulo 41 : Desacuerdos II42 Capítulo 42 : Persecución43 Capítulo 43 : Persecución II44 Capítulo 44 : Persecución III45 Capítulo 45 : Persecución IV46 Capítulo 46 : Disputa47 Capítulo 47 : Disputa II48 Capítulo 48 : Nueva vida49 Capítulo 49 : Nueva vida II50 Capítulo 50 : La gota que derramó el vaso51 Capítulo 51 : Incordio52 Capítulo 52 : Incordio II53 Capítulo 53 : Bajó el mismo efecto54 Capítulo 54 : Bajó el mismo efecto II55 Capítulo 55 : Decisiones56 Capítulo 56 : Decisiones II57 Capítulo 57 : Tregua58 Capítulo 58 : Convalecencia59 Capítulo 59 : Convalecencia II60 Capítulo 60 : Rivales61 Capítulo 61 : La verdad62 Capítulo 62 : La Verdad II63 Capítulo 63 : Más allá de la oscuridad64 Capítulo 64 : Destino65 Capítulo 65 : Destino II66 Capítulo 66 : Destino III67 Capítulo 67 Epílogo