Más allá de la cruel obsesión del multimillonario
vista de
de Ciro fueron un sus
e nosotros, Adelaida. No tienes idea de
stuviera quemando un agujero a través del papel, a través de mi piel, directamente en mi alma. Era la burla definitiva. Mi matrimonio de cinco años,
cado de la sala de subastas se convirtieron en una neblina nauseabunda. Estaba en
nó a través de los altavoces, seguid
R, EVACÚEN EL EDIFICIO INMEDIATA
ritaba y empujaba. Alguien se estrelló contra mi hombro herido, y grité, t
un crujido repugnante. Los papeles del
desde algún lugar cercano-
irigía hacia la salida, darse la vuelta bruscamente. Su rostro era
por
n mi pecho. Yo también estaba en el suelo. Herida. En peligr
nto a mí, sin siquiera registrar mi presencia, como si fuera un mueble desechado. S
estruendo. Ladró órdenes a sus guardaespalda
alrededor de Ciro, levantándolo y llevándolo a toda prisa hacia la salida. Alonso se quedó a su lado,
ó. Ni una
u caro zapato de cuero
un grito crudo y desesperado. Pero fue tragado por
s. El olor a humo se hacía más fuerte. Un pensamiento horrible se apoderó de mí: iba a morir aquí. Pisoteada hasta la muerte en
de la neblina humea
Estaba v
estúpida y obstinada esperanza.
ente, sus ojos escaneando el suelo con una urgen
tenté levantar la mano, volv
xtendiéndose. Se me
rededor de mi brazo, sino alrededor de algo pe
a llamativa, incrustada de cristales, que d
enderezó, le dio al bolso una limpieza protec
dejando.
, arriesgando su vida, no por su esp
ora, que sentí como si el suelo se hubiera abierto bajo mis pies. La últi
nos que
mi propia inutilidad, todo convergió, y
luces brillantes del techo de un hospital pasando a toda
iones y una fractura de peroné. Necesitamos lle
o. Una extraña sensación de desapego
del quirófano, aparecieron dos de los gu
no de ellos, su voz
lo miró, h
? ¡Esta mujer necesi
varla con el señor Taylor
Está gravemente herida
o adelante, agarró el costado de mi camilla y, con un
eo con un grito de agonía mientras una nu
enfermeras jad
haciendo?! ¡L
beza colgando hacia atrás, mi pierna rota arrastrándose inútilmente det
umillación. Estaba siendo arrastrada, sangrando y rota, por lo
ivada. No me pusieron en la cama vacía. Me arroj
nubló, pero
apoyado en una montaña de almohadas mullidas, estaba Ciro Webs