EL PRIVILEGIADO
Car
rero d
después de mi
número que no tenía iden
ring! ¡R
ontesté a
Morán, la madre de Veró
mo está? -Pre
s, ¿puedes venir a mi casa? -Inte
n su casa. Precisamente buscando a su hija, para pasar con esta un rato en mi apartamento de soltero
de Verónica, porque la curiosidad por saber ¿qué estaba pasando? Me estaba m
*
nté con malicia, seg
dido con los mareos y vómitos que est
entí en lo más profundo de mi abdomen y me trajo de inmed
algún acontecimiento, fingiendo naturalidad
la señora, la noticia de sopetón, que casi me infarta y me hizo
estioné, asombrado,
ndo la prueba de embarazo, como el co
a fecha. Según este, tiene ocho semanas y cinco días de embarazo, s
y ella me condujo a su habitación. Cuando entre a su recáma
snuda, abrazándome y mostrándome su hermoso cuerpo, el cual m
eguir mi sueño con Vicky: su mayoría de edad. ¡Me pasa est
parte delantera, mostrando su braga y sostén del mismo color. Era, una delicia, ver y c
rmoso rostro desmejorado, enfermo. Pasé, mis manos por su cabello suelto, qu
re, de lo más tranquila- Te recuerdo Verónica, que eres menor de edad, te faltan
ó su madre de la habitación- Te pregunté claramente cuantos años tenías y
iéndome defraudado- Serás menor de edad para algunas cosas,
ias. Además, creí que de seguro, tú te cuidabas de algun
mor! Y te deseaba, desde que te escuche cantar la primera vez en
ien he estado, que me confiesa eso, solo que las otras han sido mu
e público, quien hasta ahora no se había acostado con ninguna menor de edad -afirmé trag
medí las consecuencias! En ningún momento, desconfié de Ve
con la intención de estar con alguien esa noche. Por lo tanto, no cargaba protecci
amaba -alegó ella- Por eso, lo único que podía hacer, era
iste que te cuidarías y tampoco lo hiciste! -Reclamé decepcionado, al ver como caí e
u contra -refirió, asustada- ¡ella sabe cuánto te
Victoria y en el dolor que esto le causará.
é sintiendo un fuer
- han sido demasiados sacrificios para llegar a donde estoy y t
ca? -Me preguntó
apresurada! Asumo mi responsabilid
-Me cuestionó ella inte
o puedo confiar ciegamente en ti -advertí,
es contigo! ¡Te lo juro! -Gritó ella
sistió, levan
lo que me recomiende, te daré una respuesta -aseguré enoja
solo una encerrona de una caprichosa. Mi fama no es solo nacional, sino también internacional, me debo
el que me encontraba. Para evitar el escándalo e ir preso por el del