Prohibido enamorarse
jer está esperando el elevador en el que ellos tienen
jer, extendiéndole la m
responde con
labras con la mujer y luego regres
una sonrisa, la asistente del señor Stadler le indica que se siente y
tener problema en tener que dedicar su tiempo a enseñarle, tratándo
o, poco antes del horario de salida le confiesa que se ve refle
años de vida. Llegó para ocupar el puesto de asistente del dueño de
por Europa y Estados Unidos, y Carmen pasa a ocupar el lugar
oda la vida y no hay nadie más -en todo el bendito hotel- que la pueda poner al t
ne tiempo suficiente para ganarse la simpatía de Carmen y conseguir que le dé consejos o le cue
a la hora en que su presencia ya no sea necesaria; lo cual significa que podría llegar a trabajar h
eso será, más o menos, lo que sucederá en cuanto el jefe ocu
n las seis de la tarde del viernes-. Te aconsejo que aproveches
rme
que quiere hablar y la mujer se
brazo para acompañarla hasta el elevador-. Nadie sabe mejor que yo de qué va este trabajo y estoy completamen
contesta con una sonrisa-. Lo que m
, es al «jefe nuevo» -murmura mientras l
, sí. Es
arse, pero Carmen no l
n segundo y luego agrega-: Es un buen hombre. Me recuerda mucho a su padre, cuando recién comencé a trabajar para él. La mue
y sube en él, sonriéndole a Carmen antes de qu
de conocer el manejo del hotel desde todos los puntos de vista y de ser una persona amable con todos los emplead
tar indicándome el camino para ser una asistente personal de excelencia, sino que, le trata con mucho cari
la tintorería y la apremia nuevamente sobre la invitación que le ha hecho, suplicándole hasta obligarl
películas mientras se harta de golosinas antes que una salida a cualquier boliche. Pero esta es la
era hasta la puerta y bajo la cual hay una cochera individual, en la que Mía guarda el auto que su padre le regaló en su cumpleaños número dieciocho. En la parte superior, u
tretiene un rato en pensar tonterí
jar, Mía la apura para que vaya a prepararse y, mientras ambas se alist
un caluroso viernes de diciembre cuando s