NUNCA SU SUMISA

ular; llegaría tarde. Se duchó con rapidez y buscó un juego de chaqueta y pantalón negro que le quedaba a la medida, una camisa

ue se dio

el parqueo de la oficina y

la población. Para ella no sería más que una buena caminata a la parada de autobuses. No llamaría un taxi par

ua y eran el recordatorio de que para

sorprendi

tentó asimilar que él estuviese allí fr

y la saludó si

—le inquirió, aunque era

sientos de piel. Después de colocarse el cinturón y sonreírle, se enderezó y

Abrazó la cartera j

ómo llegar, así que pasé por

abierto, respondía r

usadores tienen buenas r

respuesta, aunque agradeció que hub

entario, postró su

hasta que él volvió a agarrar su mano y apretarla un

su boca se resecó al imaginar lo co

la de época con su camisa blanca y su pantalón negro. Tenía el pe

oche anterior no debía ni podía cambiar el hecho de que ambos eran compañeros de

obre lo d

tienes cara de hacer esa clase de cosas con nadie. —

ía ser i

a insinuar que er

extrovertida e impulsiva?

es por ofenderte, más bien sé que no pasará a mayores a menos que te a

aer en esa red. Era una telaraña, sabía que quedaría at

ase, por más que su voz interior le gritara hacer algo loco y atrevido por primera vez. Jonas había puesto las cartas sobre

o ha

capaz de

su suba

su trabajo. Podía ser

sacudió un poco y se ac

a hora no se había hecho

por traer