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Amor en tiempo de Tormenta El Recreso de Elizabeth

Capítulo 4 Capitulo Cuatro

Palabras:2556    |    Actualizado en: 14/01/2023

que Vicente compró casi todo el centro comercial, claro estoy exage

taban esperando su esposa e hijo, me sentí muy bien al saberlo y pude notar en la cara

a la ducha, el día de hoy ha sido un verdadero lío, mis rosas casi se me march

, después estaba forcejeando un poco con la cremallera de mi vestido, la cual po

en mi punto más caluroso, porque empezaba a in

amor, yo

medida que la iba bajando iba besándome la espalda, cuando termino de bajarla pasó sus manos co

el vestido, el cuál dejé que sé cayera al suelo

y toda sudada. Le acla

e deslizaron hasta llegar al sujetador de mí, sostén, soltándomelo, lo dejé c

ariciaban mis pezones, eso ya me tenía las piernas temblando

s de su camisa era de seda manga larga, el saco se lo había qui

encima de sus hombros y las deslicé por sus brazos quitándole la

ímetro, dirigiendo mis manos hacia su correa, soltándola lentamente, observé su

los lados de su cintura le abrí el pantalón, bajé mis manos y el pantalón cay

rró las manos caminando hacia la ducha, ya adentro cerró la puerta que separa la ducha del resto de mi b

bien fría, si no fuese porque él me tenía abrazada y besándome hubiese salido a la carrera pe

a besándome la espalda y cuello, su mano derecha acariciaba mi pezón d

abriendo la del agua caliente, poco a poco el agua se ponía a una temperatura acep

s yo por mi parte me puse un blúmer de blonda que él me había comprado ese día, él por su parte

a la usaba solo para secarme el cabello, calenté nuestra cena y serví la mesa, m

a unas cerezas, al rato él sale con una botella de vino blanco el cual

as cerezas me hacían hervir mi sangre, mi adrenalina se disparaba dejándome i

tan serio y tan recto si lo contara nadie me creería, era como un niño jugando con j

todavía estaba lo bastante lúcida para disfrutar lo que vendría desp

astre, cuando por fin llegamos a mi habitación las luces estaban apagadas

colita, cuando él encendió la luz me dijo que abriera mis ojos, c

rte también estaba cubierta de diferentes rosas, todo el techo estaba cubierto de g

abrazó levantándome con mucho cariñ

mor –me dijo al oí

s pétalos me di cuenta de que había algo escrito en una sábana que por cierto no era

palabra TE AMO y sobre la o había un sobre pequeño, me intrigó un p

nos me ayudó a abrirlo, después que estaba abierto se apartó sentándose en la punta de

l grano querían ligar conmigo nada más, solo uno fue detallista y lo único que hizo fue invitarme a salir y brindarme un café con un emparedado. No me había termina

emoción, él con mucho cariño me levantó, sentándome en la cama puso sus manos en mi c

parado, yo me encontraba exhausta, me quedé dormida por un momento. Despertándome muy suavemente para que comiera algo y reponer fuerz

la sala con nuestras cosas regresando

bes de qué

pocos los socios que pueden estar en la

o ent

e la impresión, salto de la cama, con una de mis manos me tapaba

de su cuello todavía saltando, él me agarró por la cintura pidiéndome que le cont

da las felicitaciones, me habían ascendido a secretaria de la junta directiva, yo trabaja

, es que las juntas a veces terminaban tarde, todos los empleados se iban a sus respectiv

andaban en taxi a nuestros apartamentos, pero nunca imaginé que me iban a ascender

ta venía un cheque con un bono especial para que me comprara ropa adec

mos la botella de vino él miró la hora notando que todavía era temprano, eran las 7:24 pm cuando

és de entregarnos las botellas regresó a su confortable hogar. Al día siguiente,

taba listo, me molestó bastante que se hubiera levantado, me gustó mucho c

extrañó bastante porque yo no contaba con una. Cuando por fin llega me preguntaba quién habría

obre mis piernas vi que n

esto

e para seguir cele

ocinas

s a mí se me quema todo

argo, él es cliente de un restorán

lo im

dices?, ¿qu

o no tengo de

as, el ascenso me lo dieron el jueves, viernes y sábado no fui para

lunes en la recepción me estaba esperando mi nueva identificación, mi amiga cuando me vio vestida

atado de todo lo que estaba pasando ante mis ojos, vi como mi amiga se alej

ía es que ella se estaba revolcando con ese patán para que la ascendieran, mi día f

amiga, no me quedaba casi tiempo para pensar en ello, tampoco me percaté

erencia muy importante, Vicente no se hallaba en la ciudad, lo había

cina y que le haga el favor de recoger unos documentos que había dejado en s

y de paso cumplí con el encargo que me había pedido Federico, ese día

se un momento –dijo el guardia de seg

or se escuchó u

nganla. –Era Fed

re ahora?

rona –contestó Feder

ablando? Yo no m

n paquete que contenía un

ún paquete en

vís

anquilamente, lo que no me gustaba era que todos lo

do mi contenido en el mostrador de la recepción, cuando s

ulmón. ¿Cómo llegó eso a tu bolso E

Alfonso,

na y trepadora. –Gruñó Fed

ene que creerme, y

las ladronas. –Volvi

s te delatan, el paque

bado nada, d

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