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Al límite de ti

Capítulo 5 Ara

Palabras:3509    |    Actualizado en: 13/01/2023

r

scritorio de mi amiga mientras ella teclea la actualización de nuestro blog semanal sob

o lo es conocer cada aspecto de un jugoso chisme de alto mando cuando eres Ara Rojo y sabes cómo timar a tu jefa para que

n del nuevo y sensual jefe, y es seguro que leeré todo más tarde, aun así, no puedo evitar mis ganas de echarle u

de muerte que me hace saltar del escritorio—. Aquí viene el adonis. —Me indica con un movi

amos de bruces con él.

legar a mi lugar de trabajo. Mi corazón va al mil por hora y con el silencio del

trabaja y continua en dirección a Maxwell Nox—. Así son estas empleadas, siempre que uno se descuida van corriendo a echar chisme como si su vida dependiera

tirado su silla todo para salir disparado y hacerla de lame botas al llamar el ascensor por ellos, pero de in

uí se acaba

; trago saliva, me armo de valor y lo recibo con una radiante sonrisa, sonrisa que él ignora por completo, pero yo sigo esper

ás privado? ¿Acaso sólo les intere

hombre tiene la habilidad aun sin hablar ni tocarme un solo mechón de mi cabello para ponerme de esta forma haciéndome gemir sono

escúpeme donde n

y ladeando ligeramente su falso intento de sonrisa natural cuarteando su

s me miran con extrañeza y el señor Nox sonríe divertido mientras que mi jefa

o lo que hacíamos para ponerle atención—. Les quiero presentar oficial

s con una sonrisa superpuesta d

reta Govef inclina su cabeza exageradamente en señal de respeto y veo como todos en la oficina la imitan, bueno, casi todos exceptuándonos

ra!», m

mbios dentro de la compañía que con tanto trabajo levantó mi abuelo. Un punto negativo para ustedes es que durante un mes no solo me estarán respondiendo por sus acciones a mí, sino también lo harán ante mi hermano Nícolas

. Respiro profundo ante la sorpresa, lo tengo tan cerca que, si pudiera, lamería todos sus defectos o su falta de ellos. S

? —Levanta su dedo índice y lo c

varios segundos de espera se acerca

bajando para Gre

e en cuanto mi mente me recuerda q

do de forma bastante

“jeficidio” si es que eso existe, hasta me sé de memoria la película uno y dos sobre el tema. Pero ante la pregunta tengo dudas. ¿Es una pregunta capciosa antes de correrme porque en re

o

ado de la ciudad? —Greta interviene en nuestra c

vista hacia mí y tomando uno de mis lapiceros escribe

eo l

resiste más y termina muriendo en cuanto leo la frase. Lo logré. Logré que por fin un d

ido!», exclama

de la jefa con un beso en la mejilla después de susurrarle algo en el oído

pies. No le falta razón, en realidad. Siendo el nuevo jefe, uno de ellos al menos, le debemos obediencia y sumisión. Bue

de nuevo, Ara —es

quedara embobada viendo al señor Maxwell Nox como si fuera un po

informa a nuestros seguidores de lo

mente con él. La normativa de la empresa es bastante clara en ese aspecto: están prohibidas las relaciones íntimas en

e James y Roberto Trejo, ambos del área de ventas, en plena felacion en su

de una reunión, pasé todo el tiempo mirando como el minutero se arrastraba a través del reloj. La trifecta había hecho un verdadero merequetengue frente a todos los medios de telecomunicación en plena rueda de prensa durante una de las campañas más importantes de Nox P., cuando William James actuando como Hulk reencarnado le arrojó una de las mesas de madera antigua que se habían puesto como decoración del evento justo a la cabeza de Roberto, dejá

za ante aquel

trab

arece, mi jefa habla justo a

en de i

rtal, mis pies se hacen de gelatina y estoy segura que todo

abla la intuitiva

n esto —le recuer

que estoy medianamente loca, no quiero q

uerta y sin esperar, Gr

a la silla frent

stá escrito con diamantes para mí, ella podrá gritarme cuanto quiera y fingir despedir

aso todo lo posible el sentarme

hos irse de esa forma, incluso a mi antecesora cuando yo ocupaba el puesto de Nino. Recordar su llanto in

i dirección—, ya sabes cómo es esto. Créem

por soltarme alguna de sus mentiras, de eso estoy segura, no pu

hace un momento y tú eres el primero

te para mantener mi vida aquí y solo por ello la soporto. Ahora que habla sin cesar frente a mí diciéndome lo mucho que lo siente mientras rastra una hoja firmada por Maxwell R. Nox donde especifican los motivos de mi despido, tras leerla un par de veces

ahuyentar las lágrimas para observarla claramente desde arriba. Me apoyo sobre su escritorio un poco, y

rme atrevido a tanto en tan poco tiempo; el coqueteo y la venganza hacia el trat

or

te había sido posible aprender a hacer un verdadero informe para la empresa. —En cuanto termina con su obvia mentira, Greta m

, ¿por qué no me lo ha dicho

no—, una persona como Maxwell Nox jamás perdería

o la decisión de un arrogante niño mimado que no tuvo la gallardía suficiente para decírmelo en l

no por ignorante. Pobre de aquella persona que termine tomando mi lugar, tiene mi entera compasión. —Su

s día me ordena limpiar como si alguien asistiera a su oficina solo para inspeccionar si tiene polvo o no. Ponerle la oficina patas pa’rriba no solo porque ella se lo merece, sino por tradición; si a mí me tocó recoger el desas

ida de la jefa y coquetea con el presidente de l

sostengo la puerta a mi sa

isc

levantando la voz para que todos me escuchen

icina. Mis tacones resuenan por todo el departamento de gerencia, pero no me importa. Estoy t

perra —digo quedamente en cuanto llego a mi

on, no era mi trabajo ni responsabilidad, yo sola investigué y corregí lo que estaba bien visto o no. Pero ahora, por no saber poner límites laborales estoy pagando las consecuencias. Y sí, me pasé, q

carajo!», grit

esde su área y s

tam

regunta y, con las ansias por

ron a al

señala con un leve movimiento de c

dos e

a Nino desde su área. Ágata y yo rodam

oderoso únicamente por heredar una billonaria empresa. Y escupo internamen

erno y me dispongo a expulsar todo el veneno que se acumuló en mi interior

enciapp@noxp

agerencial@no

: ¡Que

do señ

acentera vida dentro de su amargado e insensible corazón, el cual le recomendó que no tuviera los pantalones suficientes para despedirme usted mismo de frente en lugar de coquetearme y solo prenderme, sino que envió a su estirada y arrastrada súbdita, quien fungía como mi jefa, para hacerlo sin sufrir ella ninguna consecuencia por delegar sus responsabilidades y no solo esa, si me permite decirle. Espero que con mi ausencia y el apoyo infinito de Nino Narvaez, la empresa continúe ganando los tan valiosos y prestigiados premios ger

respecto a este correo, diríase a mi contacto

ión, de ante

: Ara

rabajo que odio y agregar a una nueva persona en mi basta lista de gente despreciable y que nunca en la vida espero volver a v

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