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Un Salvaje para la Duquesa

Capítulo 5 El camino incierto

Palabras:2102    |    Actualizado en: 13/01/2023

a

ociales y completamente obtuso en todo mi vida como es mi primo Brock. Desde que éramos pequeños

char con los Haggard hace ya cientos de años,. Su hermano mayor, Heral, era todo lo opue

ría con Brock a donde él quisiese, no fui con el hermano

, curioso y realmente travieso. Luego pasó a gustarle las armas y pensar siempre en ir a la guerra, en defender, at

de la nobleza tiene que casarse, en caso de que algún hijo mayor que herede el título muera y que quede un vacío en la

ado, se casó. Y… después de lo que pasó con su matrimonio, se volvió cada vez más salvaje, lleno de dudas, paranoico. Casi se rebela contra su casa, así

vivir en la nada, sin duda dormiría bajo las estrellas como el resto de los hombres; vagando por el imperio, sin rumbo fijo, buscando que se podría ganar para nuestra

emperador. Pero esos cambios requieren esfuerzo, estrategia, planes. Además de sangre, espadas y muchos hombres. Tenía de mi la

in importancia, pequeñas moscas en el camino que le impedían ver su logro final, que era la aprobación de su padre, el muy insoportable Vareen. Si en el fondo, bajo esos kilos de m

nte. El castillo que vimos hace días estaba devastado. De casualidad quedó

ba la política, así como los estratos sociales, los eventos de sociedad y todo aquello que estaba

su vida preparada para esto, para luchar por su lugar, el lugar que siempre debió tener. Si había cambios, había también oportunidades, y eso era lo que nosotr

u matrimonio con Norma, no lo juzgo. Brock podía luchar con mil hombres armados hasta los dientes, luchar con las manos desnud

r por el Duque, y si fuera alguno de nuestro bando, mejor. Mi idea es que fuera Brock… pero lo tenía dificil. Las mujeres de sociedad como ella tiene que tener un es

ofundamente desconfiada Además ella era del tipo difícil de descifrar,

ensar que mi primo se comporta

me pasaba desapercibido esas miradas de Brock ¿Podría estar interesado en ella? Nunca lo he visto

fácilmente, se quedaba en la entrada de la tienda, dudando si entrar

idad. Otra mujer que evita su acercamiento, otra que piensa lo peor de él. Tarde o temprano lo iba a term

eocuparte— le digo mientras cabalgamos hacia Miraes, la ciudad

un baño, se cambió ropas y lucía… bastante complacida. Yo había tenido razón, necesitaba com

ima. El vestido de Marchelina cuelga de un lado del cab

o, no se va a desaparecer— le bromeo de repente leva

pa una vez, es una m

ucciones de avisarnos de sus planes, además tiene que ganársela

—contesta refunfuña

idarla sino porque…— le digo y mi primo para su caballo, de casualidad no se cayó ahí mismo. Cuando voy a conti

tender que nos atacaron realmente cerca. Algunas caen en nuestras provisiones, otras en las armaduras y cu

os, mientras yo cargo mi arma con pólvora y empiezo a atacar de donde vienen las flechas, disparando a los árbole

a maniobra bastante rápida para unas mujeres que parece no importarle en lo absoluto. Yo ya estoy en camino y seguido por varios

s. Yo cuelgo mi lanza en mi espalda mientras el resto de los hombres revisan qué tenían los ladrones. Cuando regreso

mano temblando sujetando su abrigo, pero creo que más por la situación que

ataque. Creo que si le damos un cuchillo podría protegerla. O rebanarnos la garganta a nosotros, aún no estoy s

a Marchelina aun tembla

Brock de forma ácida, puntualizando, como siempre la palabra Du

par. Tuvimos suerte, pudieron ser los rebeldes, cazadores que atacan en e

nos atacarían?—pregunta ella, la cara de la c

as y convertirlas en esclavos. Ahh… y también cazan lo que se encuentren, convirtiendo señoritas en es

rrepiente al último minuto. ¿Quería confirmar que ella esté bien? Al menos creo que todo esto sirvió para

utos, como si ese ataque fuera algo de hace años. Son bastante comunes, lo que no quiere decir que no sean pe

vez que no te veo correr de los vándalos, sino a cuidar a unas se

fin ¿No? No hay que quitarle un ojo de

no a mí. Él está interesado en ella, claro que primero muerto que aceptar algo así. Esto se acaba

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1 Capítulo 1 El último Bousquet2 Capítulo 2 La pluma blanca3 Capítulo 3 El viaje jamás pensado4 Capítulo 4 La criada5 Capítulo 5 El camino incierto6 Capítulo 6 La equivocación7 Capítulo 7 El corazón de esmeralda8 Capítulo 8 El chico y el halcón9 Capítulo 9 Los sacrificios10 Capítulo 10 Cambio de planes11 Capítulo 11 La libertad escurridiza12 Capítulo 12 Libre sin precio13 Capítulo 13 Pescador pescado14 Capítulo 14 El lado desconocido15 Capítulo 15 Acompañantes inesperados16 Capítulo 16 Su nombre17 Capítulo 17 La luna y el sol18 Capítulo 18 Tesoros escondidos19 Capítulo 19 El destino nos alcanza20 Capítulo 20 Desfile de candidatos21 Capítulo 21 Unos más, otros menos22 Capítulo 22 Crudas verdades23 Capítulo 23 Sentimientos encontrados24 Capítulo 24 Defensa y heridas25 Capítulo 25 Soluciones y pistas26 Capítulo 26 El paso al frente27 Capítulo 27 Ceremonia poderosa28 Capítulo 28 Ritos eternos29 Capítulo 29 El final de la noche30 Capítulo 30 Sucesos desafortunados31 Capítulo 31 Insectos venenosos32 Capítulo 32 Sueños eternos33 Capítulo 33 Medidas preventivas34 Capítulo 34 Un ataque, mil sustos35 Capítulo 35 Una casa no es hogar36 Capítulo 36 Lejos como un recuerdo37 Capítulo 37 Alejamiento forzoso38 Capítulo 38 Corazón de piedra39 Capítulo 39 Aves de buen agüero40 Capítulo 40 Mil dudas, cero respuestas41 Capítulo 41 Leyendas nocturnas42 Capítulo 42 En la mira43 Capítulo 43 Polvo de estrellas44 Capítulo 44 ¿Quién es ella 45 Capítulo 45 Casa de casados46 Capítulo 46 Felicidad cotidiana47 Capítulo 47 Crudas verdades48 Capítulo 48 El anillo y el medallón49 Capítulo 49 El orgullo le gana al dolor50 Capítulo 50 Después de la tormenta51 Capítulo 51 Cambio de planes52 Capítulo 52 Nicasia Haggard Fidella53 Capítulo 53 Heridas y reencuentros54 Capítulo 54 Cuida de quién confías55 Capítulo 55 Motines y desesperanzas56 Capítulo 56 Segundas oportunidades57 Capítulo 57 El poder de las palabras58 Capítulo 58 La profecía59 Capítulo 59 Volviendo al mundo60 Capítulo 60 Un triste pasado61 Capítulo 61 Corazón en juego62 Capítulo 62 Propuestas y eclipses63 Capítulo 63 Acercamientos esperados64 Capítulo 64 Teorías y conspiraciones65 Capítulo 65 Fuera de control66 Capítulo 66 Rumores crecientes67 Capítulo 67 Más que invitaciones68 Capítulo 68 Espías alados69 Capítulo 69 Bosque encantado70 Capítulo 70 Las palabras más importantes71 Capítulo 71 Correspondencias y secretos72 Capítulo 72 Último gramo de resistencia73 Capítulo 73 Fusión74 Capítulo 74 Dedicado despertar75 Capítulo 75 La capital imperial76 Capítulo 76 Nobles y animales77 Capítulo 77 Juego de damas78 Capítulo 78 Un lobo y un cisne79 Capítulo 79 El corazón de Nara80 Capítulo 80 Sueños e incógnitas81 Capítulo 81 Planes de escape82 Capítulo 82 Obsesión y poder83 Capítulo 83 Decisiones imposibles84 Capítulo 84 Nada es casualidad85 Capítulo 85 Miedo e ira86 Capítulo 86 Renuncias imposibles87 Capítulo 87 Ciclo de la vida88 Capítulo 88 Duquesa o criada89 Capítulo 89 Ansiada libertad90 Capítulo 90 Aliados impensados91 Capítulo 91 Cambio de bando92 Capítulo 92 Viejos enemigos93 Capítulo 93 Dos caídos94 Capítulo 94 La guarida y los animales95 Capítulo 95 El templo de Hadar96 Capítulo 96 Un eclipse y una flor97 Capítulo 97 Abrir mi corazón98 Capítulo 98 Claro de luna99 Capítulo 99 Sueños y pesadillas100 Capítulo 100 El agua cristalina