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Un Salvaje para la Duquesa

Un Salvaje para la Duquesa

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Capítulo 1 El último Bousquet

Palabras:2087    |    Actualizado en: 13/01/2023

al

intuirlo, mi vida y mi ambiente alrededor nunca iba a ser como antes, lo sabía muy bien aunque quisiera negarlo. Muy lejos ya estaban los días

antes y podías escuchar los cantos e historias hasta bien entrada la madrugada. Ni siquiera el castillo iba

bía vivido aquí toda mi vida. Dicen que el Duque me obtuvo de una esclava que me dio ca

re y de Marchelina como si fuera mi hermana. Éramos

cuidarla y acompañarla hasta que ella consiguiera un esposo, y aun así

igual y fui bien educada para hacerse pasar por una gran señorita, mi cabello era aclarado para parecerse a

ienestar de su hija y pocas veces sa

monio. Marchelina era una chica buena, hermosa y talentosa, todo lo esperable en una dama y más. Pudo ha

o por aquí y por allá, con antorchas en las manos y el sonido del metal arrastrándose llenaba el castillo, cadenas, armas y demás herram

laro: teníamos que huir. La idea de dejar el hogar de toda nuestra vida era aterrador, pero al ver las afu

ole a Marchelina que buscaríamos el resto después. Inclus

Duque fue apartado de nosotras, él gritaba y pataleaba sin éxito. A Marchelina y a mí nos taparon las bocas y nos dejaron en el gran

tras mejillas y cabello, anticipándose a su disfrute, como si fuéramos fruta

a de quién era ella, jamás nadie nos había visto, éramos solo mujeres para su diversión. Ahí entendí que no solo teníam

ca, al menos eso siempre decía nuestro maestro, teníamos un puerto importante, a la orilla

una oportunidad, así no supiéramos a dónde íbamos o qué hacer. Mi idea era clara, protegerla, darle v

r unos minutos cuando escuchamos gritos y nos desesperamos sin saber qué hacer, y ahí es cuando nos dimos cuenta de que nos disparaban. Yo me l

te, apretando su bufanda violeta en sus manos. Aún no lo sabía, pero ahí en mis brazos muri

aba con ella, escuchaba como los hombres hablaban del gran desperdicio que era la muerte de un

humeaba como si fuera la calma después de la tormenta. En una esquina, despojada de toda vida, estaba Marchelina, con la cara pálida y aun algunas

paja, herido terriblemente. Me agaché a tratar de ver si respondía y par

sabía de la muerte de Marchelina. Simplemente, tomó mi mano y depositó en ella su anillo, la última gran reliquia, eso que lo ha

ue lo amaba y que por favor no me dejara sola, pero sin emitir algún sonido simplemente

rtir este dolor, pero pareciera que mi destino era ese, sufrir sola y sin saber qué hacer. Luego de recuperar lo que quedaba de comida, hice lo único que pensé

os mi vida no tenía sentido, estaba perdida. Era el cuarto de los mozos de la

n la oficina del Duque papeles importantes, joyas y cosas de valor

tenía varias reliquias de la luna que guardé como tesoros. Tomé algo de

i conocidos, pero quizás podría pedir ayuda, de repente alguien podría socorrer el castillo, lo que quedaba de él y ver qu

yo pensaba que esto no podría ser peor. Quede escondida, viendo a través d

de qué bando? Cualquiera era terrible, porque no sabía cuál era el bando correcto ni a quien apoyaba al Duque, para

ra, esperando mi momento, quizás… no sea tan malo, solo espero una muerte pacífica. Sé con certeza de que no voy a ver a los

oso y sé que me han encontrado. Cuando los hombres abren la puerta de golpe, me doy cuenta de que probablemente ya sabían que estaba aq

uelo de piedra y quedo de rodillas, empujada

oz arrastrada decir, como si hubiese enc

suelo, temblando aún. De repente en mi vista aparecen unas grandes botas, están sucias y su dueño pa

— dice el soldado de voz arrastrada y me toma por mi nuca o

inados de la cabalgata le caen a los costados. Lleva ropas oscuras y un medallón donde aparece un árbol torcido. Eso hace que ca

nocido. Marchelina odiaba las clases de historia del imperio de Aveyron, pero yo las amaba, sentía que viajaba con los libros a lugares que sabía que nunca iba a co

estino

tema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorizació

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1 Capítulo 1 El último Bousquet2 Capítulo 2 La pluma blanca3 Capítulo 3 El viaje jamás pensado4 Capítulo 4 La criada5 Capítulo 5 El camino incierto6 Capítulo 6 La equivocación7 Capítulo 7 El corazón de esmeralda8 Capítulo 8 El chico y el halcón9 Capítulo 9 Los sacrificios10 Capítulo 10 Cambio de planes11 Capítulo 11 La libertad escurridiza12 Capítulo 12 Libre sin precio13 Capítulo 13 Pescador pescado14 Capítulo 14 El lado desconocido15 Capítulo 15 Acompañantes inesperados16 Capítulo 16 Su nombre17 Capítulo 17 La luna y el sol18 Capítulo 18 Tesoros escondidos19 Capítulo 19 El destino nos alcanza20 Capítulo 20 Desfile de candidatos21 Capítulo 21 Unos más, otros menos22 Capítulo 22 Crudas verdades23 Capítulo 23 Sentimientos encontrados24 Capítulo 24 Defensa y heridas25 Capítulo 25 Soluciones y pistas26 Capítulo 26 El paso al frente27 Capítulo 27 Ceremonia poderosa28 Capítulo 28 Ritos eternos29 Capítulo 29 El final de la noche30 Capítulo 30 Sucesos desafortunados31 Capítulo 31 Insectos venenosos32 Capítulo 32 Sueños eternos33 Capítulo 33 Medidas preventivas34 Capítulo 34 Un ataque, mil sustos35 Capítulo 35 Una casa no es hogar36 Capítulo 36 Lejos como un recuerdo37 Capítulo 37 Alejamiento forzoso38 Capítulo 38 Corazón de piedra39 Capítulo 39 Aves de buen agüero40 Capítulo 40 Mil dudas, cero respuestas41 Capítulo 41 Leyendas nocturnas42 Capítulo 42 En la mira43 Capítulo 43 Polvo de estrellas44 Capítulo 44 ¿Quién es ella 45 Capítulo 45 Casa de casados46 Capítulo 46 Felicidad cotidiana47 Capítulo 47 Crudas verdades48 Capítulo 48 El anillo y el medallón49 Capítulo 49 El orgullo le gana al dolor50 Capítulo 50 Después de la tormenta51 Capítulo 51 Cambio de planes52 Capítulo 52 Nicasia Haggard Fidella53 Capítulo 53 Heridas y reencuentros54 Capítulo 54 Cuida de quién confías55 Capítulo 55 Motines y desesperanzas56 Capítulo 56 Segundas oportunidades57 Capítulo 57 El poder de las palabras58 Capítulo 58 La profecía59 Capítulo 59 Volviendo al mundo60 Capítulo 60 Un triste pasado61 Capítulo 61 Corazón en juego62 Capítulo 62 Propuestas y eclipses63 Capítulo 63 Acercamientos esperados64 Capítulo 64 Teorías y conspiraciones65 Capítulo 65 Fuera de control66 Capítulo 66 Rumores crecientes67 Capítulo 67 Más que invitaciones68 Capítulo 68 Espías alados69 Capítulo 69 Bosque encantado70 Capítulo 70 Las palabras más importantes71 Capítulo 71 Correspondencias y secretos72 Capítulo 72 Último gramo de resistencia73 Capítulo 73 Fusión74 Capítulo 74 Dedicado despertar75 Capítulo 75 La capital imperial76 Capítulo 76 Nobles y animales77 Capítulo 77 Juego de damas78 Capítulo 78 Un lobo y un cisne79 Capítulo 79 El corazón de Nara80 Capítulo 80 Sueños e incógnitas81 Capítulo 81 Planes de escape82 Capítulo 82 Obsesión y poder83 Capítulo 83 Decisiones imposibles84 Capítulo 84 Nada es casualidad85 Capítulo 85 Miedo e ira86 Capítulo 86 Renuncias imposibles87 Capítulo 87 Ciclo de la vida88 Capítulo 88 Duquesa o criada89 Capítulo 89 Ansiada libertad90 Capítulo 90 Aliados impensados91 Capítulo 91 Cambio de bando92 Capítulo 92 Viejos enemigos93 Capítulo 93 Dos caídos94 Capítulo 94 La guarida y los animales95 Capítulo 95 El templo de Hadar96 Capítulo 96 Un eclipse y una flor97 Capítulo 97 Abrir mi corazón98 Capítulo 98 Claro de luna99 Capítulo 99 Sueños y pesadillas100 Capítulo 100 El agua cristalina