Un Salvaje para la Duquesa

r

no hay sobr

un soldado, antiguamente ladrón que mi padre asignó a mi es

para constatar que no se robara nada y que tuviera un ojo en él para que no matara de más ni colocara una mano en las mujer

o acabar con el lugar —Obviamente no son fantasmas sino soldados de otras compañías, enemigas d

ros. Hay pocos cuerpos, la mayoría han sido quemados y veo un montón de tierra que no debe tener muchos días, un poc

si hay alguien vivo—

es la mejor rastreadora. Es obvio que fue un enfrentamiento brutal, uno de los peores que vi, muchos soldados han muerto, así que aunque

ciera ha sido preparado para salir ¿Amigo o enemigo? Quien sabe. Escucho a mi loba Areta gruñir y sé que ha encontrado a

en sus ojos, sin duda ha pasado cosas terribles y el hecho de mi nombre no ayuda en lo absoluto. La chica tiene los ojos castaños más grandes que vi en mi vida, su

Tengo meses cabalgando, buscando algo, alguna solución a estos enfrentamientos

llo tengo que labrarme mi nombre y logros por mí mismo, algo que me ha costado,

gunto y ella solo tiembla. Puedo ver que las lágrimas se arremolina

ren de par en par, ha notado algo en la chica, temo que quiera usarla para divertirse, lo cual no s

ice mi compañero rápidamente

s un anillo de oro, y no uno cualquiera, sino que tiene el emblema de Bousquet, una pluma blanca. ¿Puede ser que la chica lo haya robado? Me i

tiene una pequeña lesión, clásica de tomar plumas, por lo que sabe escribir, lo cual no es muy común. Pero nada que indique que ha tr

mientras nos vamos afuera, lamento no haberme traído al

, sabe escribir y sin duda no ha hecho trabajo

e de una casa pequeña. Me seguía desde que éramos niños. Éramos inseparables, hasta hoy. Somos totalmente difere

e, mis arranques de ira. Siempre presente y fiel. Creo en su palabra más que en las de dio

ron a ciertos señores, era una joven de aproximadamente la edad de que está que encontramos. Era el futuro de la casa Bousquet. Nadie sa

cara son puras, sus ropas parecen ser adecuadas

, sino más bien cuidado y ella lo tenía en su dedo. ¿Viste a la pobre chica? No parecería que robara algo. Y si fuera una criada, robaría otras cosas, no ese anillo, porqu

o otros. Quien sabe qué hubiesen hecho— Layne asiente y sopesa mis palabras. Una joven Duquesa en las manos equivo

a es el futuro de este pequeño ducado. También porque ella es la her

stras manos— digo t

nio concertado— repite él de forma intrigante. Yo solo espero que no la casen conmigo, por nada del

unos gritos y rápidamente supongo que es la chica. Layne y yo volvemos corriendo y la

llegar se tapa el rostro intentando protegerse, sin duda esperando un nuevo golpe. Tiembla aún más y se ve como si pre

?— grita Layne y los

os, pero dice que es la única sobreviviente. Voltea a mirarme y sus ojos me dice

on fuego. Debo reconocer que me agrada ser temido, me hace sentirme importante y respetado, pero por esta c

testa Gusano con la m

s. Debería darte vergüenza— digo en voz alta para que ella me escuche, p

nsar que otro

a de pensar en ella, no e

roto en su vestido— digo y procedo a acercarme más a ella. Está acorralada y es obvio que ella espera lo peor, veo su ves

Sigue evitando verme, pero siento que respira con alivio. Layne se arrodilla a mi lado y le ofrece un pañuelo blanco qu

orta lo que todos digan, no somos unos salvajes, no herimos a los más débiles y mucho menos a las mujeres. ¿Que

ediatamente levanta la cara y esos ojos castaños me miran con sor

tiada, es la primera vez que habla y su voz es clar

, yo estoy al mando y mi deber es ponerte

la la ve y no hace ningún movimiento para tomarla. La

eto que no vendrá ningún daño— dice con voz suave, inclinando su cabeza para verla mejor. El

Es obvio que con él y sus palabra

yo, de pronto con rabi