Destino. Amor y Oscuridad

s con olor a tierra húmeda y lleno de niebla; en su pesadilla corría sin cesar buscando a su madre sin éxito alguno, sudaba frio y su frente era un torrente de grandes

después de esta terrible pesadilla, se sentó un rato en el sofá del primer piso de su casa a beber su vaso de leche con su mente en blanco tratando solo de reponerse, inhalando y exhalando controladamente se sintió más

ella lo más sensato es verla pensó. Antonia extrañaba a su madre quería una confidente contarle lo que sucedía, expresarle sin miedo todos sus temores hacerle saber que le afectaba su enfermedad y que necesitaba verla fuerte, y ni que decir de sus sentimientos más íntimos, de la tristeza que le causaba la partida de Marta su única amiga durante muchos años, que la

a la cocina y se preparó un vaso de jugo de naranja con un emparedado que le había dejado preparado su padre, desayunó tranquilamente sentada en una de las sillas del comedor, acto seguido agar

los pensamientos no eran ordenados no sabía como actuar, como caminar o como responder, aunque nada de eso tuviera importancia, se anticipaba ante cualquier situación en su mente y su cuerpo no recibía ninguna orden enviada por su cerebro. Como no sabía como comportarse se iba llenando de temor y ansiedad apretaba las manos fuertemente dentro d

se daño así mismo. María seguía dormida y Antonia pudo contemplarla detalladamente, miraba su rostro demacrado y con más ojeras de lo que una persona puede soportar reflejaban noches de insomnio y sufrimiento. Había perdido su cabello crespo y hermoso que con tanto recelo su madre cuidada y se vanagloriaba diciendo que su hermosa cabe

u hija, no te esfue

e sus palabras eran lentas muy pausadas. María disimulaba y tratab

ro cuando desperté el ya no se encontraba en la casa, no puede vivir

uiero estar en pie para verte en graduación hija, es lo que mas anhelo en este momento, p

a aprovechar el momento y contarle a maría de la partida de marta, ella más que nadie sabía cuanto la quería y cuanto significaba el cambio de ciudad de marta para ella, pero después pensó que madre no se veía nada bien, estaba más bl

r a un lado. – mírate nada más eres bellísima, me atrevería a decir que mas linda que tu madre cuanto tenía tu edad, inteligente y responsable,

iño. – pero que preguntas madre, ni siquiera tengo pretendientes. A Antonia se le vino la imagen de Edward a su mente, recordó lo at

an por ti, anda cuéntame antes que llegue tu padre ¿Es a

padre va a disgustar. Antonia Tratando de igno

í sabes que puedes contar conmigo, además no le diré nada a tu padre soy una tumba l

o de mi edad madre, y es muy atractivo, pero no se nada de él solo lo he vist

no hay hombre al que no le parezcas atractiv

o de piel blanca y ojos negros, sus labios son rojos como el color de la sang

e da alegría escucharte y por favor conócelo un poco más y ven a contarme no

y dejar un jugo con una pequeña galleta para maría. La sentaron acomodada por varias almohadas para quedar un poco más l

podido digerir el pedazo de galleta que se había llevado a la boca, en cuestión de segundos maría se estaba ahogando, su rostro empezó a ponerse rojo, la boca seca sin saliva sentía que le faltaba el aire, su cuerpo se movía como si se estuviera recibiendo c

angustia gritaba desesperada, y se podían oír en todo el piso del hospital. No tardaro

sueros que mantenían siempre en una de las venas de la mano izquierda de maría. Antonia observaba lo que sucedía en cámara lenta, su cuerpo también quedó paralizado no sabía qué hacer su angustia era tan fuerte que su cor

aba torpemente, tropezaba y se escuchaba un quejido ahogado que salía de

iones para visitarla, que solo podía hacerlo el por cuestiones de seguridad y por el bienestar de maría, aunque no se sentía bien mintiéndole a su hija y negándole ese derecho, sabía que era en ocasiones egoísta con esta decisión, pero sentía que en el fondo era lo mejor para las dos, le atemorizaba perder a su hija, no soportaría vivir otro situación como la que ha te

no logro entender que es lo que sucede, pero temo por la vida de mi madre. Antonia estaba muy preocupada, se veía como en un espejo, temía también por la vida de ella,

ormal que en ocasiones le cueste digerir la comida, no es la primera vez que esto sucede, y debo ser sincero contigo, cada vez es más frecuente esta situación, su salud se agota Antonia y debes estar consiente de esto, he tratado de hacer lo mejor por los tres, pero no se qu

es los dos. Realmente Antonia no sabia muy bien lo que decía ella también estaba devastada. – padre no podemos separa

uín respiró hondo calmó su llan

no haber estado más pendiente de ella, venir a visitarla cuando va a morir pensó. Esa sensación de tener la muerte tan cerca y no poder hacer nada, haber perdido tanto tiempo esperando a que su madre regresara, dejar toda la responsabilidad a su padre y verlo ahora tan descompuesto, no podían ponerl

anecer en la habitación cuando los médicos trabaj

que el estado de su madre era crítico, pero era la primera vez que la veía en ese estado tan agonizante y delirante. Por primera vez había entendido el actuar de su padre al evitar que ella fuera al hospital, algo que antes ella le reprochaba y consideraba egoísta. Pensab

lí y darle noticias. No quiero terminar como mi madre, la amo, quiero lo mejor para ella, pero también para mi pensó quiero otros planes para mi vida y tampoco puedo dejar a mi padre solo, no se merece ese final tan triste para cuando este avanzado de edad pensaba que su padre era todavía muy joven, apuesto y en otr

¿la ayudaron? ¿pu

te el peligro ya pasó. Joaquín estaba demasiado cansado no podía ocultar lo exhausto que lo dejaban la

s con esta situación tu solo, te quiero a ti sano padre te necesito, siento que cada día se va más mi madre y que algún día no volveré a verla con vida y no quiero perderte a ti tan pronto como a ella. era la primera vez que Antonia lograba manifestarle algo así a su padre, se habían distanciado debido a las ausencias de s

ado de ti por estar pendiente de tu madre pero espero entiendas que ella me necesita, hicimos un compromiso ante el altar y pienso cumplirlo sabes que amo a tu madre tanto como a ti, trato de protegerte y quiero aprovechar esto que ha sucedido para que tú también pienses en un tratamiento adecuado, no quiero ver tu juventud apa

cos hija acerca del estado de sal

soy consciente del estado de salud de mi madre

día se deteriora más, y le pronosticas pocos meses de vida. Antonia se mantuv

eda a mamá? Fue lo único que A

solo pronostican poco tiempo. Joaquín la miro

in evitar mostrar poco con

la dejan muy débil y muy triste Antonia. No es fácil para ella disim

visitas lejos de mejorar la estaban empeorando. – he estado alejada mucho tiempo de la vida de madre, prácticame

diagnóstico de los médicos, ahora en su último ciclo de vida no voy a ser yo quien te impida

ón- en cualquier momento vendré padre no puedo prometerte que me mantendré lejos después de lo que sucedió. Antonia sabi

uenta, no quiero que descuides tus estudios además graduarte será un

do que se iba a poder concentrar en la universidad después de la mañana que tuv

de ella durante el viaje y dejar a un lado las palabras. Al llegar a la universidad, Antonia se despidió de su padr

r en tierra fue el timbre anunciando que había finalizado su clase. Fue la última en salir del salón de clase, camino despacio hacia la plazoleta principal de la universidad, busca

te amiga a que debo el privilegio de tu llamada, para que soy

ero no te veo en ningún lado, no te vi en clase y estoy en la pla

antando unos trabajos para dejar todo listo

to verte

bas.- si quieres esperame en la cafetería princi

espero,

ar un buen fin de semana inclusive chicos que trataban de coquetear con Antonia, pero hoy no era el día para saludar a alguien más, le costaba trabajo disimular lo descompuesta que

nte de Marta, era incontrolable el llanto que rodaba por las mejillas de Antonia. Marta se

s, está bien llorar a veces. Toma air

tono de angustia y tristeza que no podía disimular. Trataba de tener

sí, y ella también quería se gentil con ella quería ser empática era lo menos que podía hacer por su amiga. - tranquila, se pondrá mejor es difícil porque no la habías visto así, pero fuiste muy valiente al mantenerte

o encuentro la forma de ayudar a papá, los dos me necesit

es ayudar y entre los dos buscaran la mejor

esto, pero no pude contenerme. Tenía tanta presión en

as todo lo que te tiene dan deprimida es bueno para ti, he leído que después de expresar con alguien como te sientes puedes encontrar una solución m

que Antonia podía pensar en cualquier cosa menos en comida

rmal se veía mucho mas delgada de lo que realmente era, no se sentía del todo bien, más bien algo incomoda, pero decidió aceptar ir a almorzar con marta, era mejor plan que irse a su c

la plazoleta de comidas, miraron todas las opciones, pero al no saber ninguna que pedir se decidieron por lo más fácil para ellas; pizza de carnes era la favorita de las dos y decidieron pedir la caja completa, riéndose de sus locuras, pidieron dos vasos de ga

cológicas en la universidad, ningún tema en profundidad, pero si las distraía y reían con su

ara bien. se probaron zapatos de todos los estilos sin elegir ninguno en particular, armaron opciones de ropa que nunca se pondrían y otras que eran muy costosas y que por el moment

tanto te gustan Antonia. Dijo Mart

rla. Antonia le encantaban los accesorios de las tiendas

on unas cadenas de colores y unos cinturones de taches iguales para cuando estuvieran en ciudades diferentes recordarse y vestirse igual. El estilo de roquero era más de Antonia que de Marta, pero la vedad a ella le importaba muy poco, marta era una mujer de personalidad fuerte y sentía que todo le quedaba bien y la verdad es que si se veía bellísima y ni hablar de Antonia que se probó una falda corta en color negro y le quedaba genial, aunque no se animó al principio Marta terminó

sábamos tan bien, te voy a extrañar dijo Marta.

y quiero también agradecerte por lo que hiciste por mi hoy m

hecho por mí, igualmente esta salida estaba pendient

ranseúntes, asegurando que ya había ocurrido algo similar en otra calle más retirada de allí. era el cadáver de lo parecía ser una mujer habitante de la noche, el cadáver había quedado con los ojos abiertos, su cuerpo seco con la piel pegada a sus huesos, una marca de color morado y rojo en su cuello llamaba la atención de la gente, era extraña y profunda eran las únicas dos gotas de sangre que se veían en el cuerpo de lo que alguna vez fue una mujer. Al ver la escena Marta y Antonia no pudieron evitar sentir miedo, su rostro se transformó en un gesto de temor, no se explicaban que había podido suceder. Indagaron con las otras personas que también curioseaban en el sitio acordonado pero lo cierto era que nadie sabía a ciencia cierta que había podido ser, algunos decían que era una muerte violenta otros decían que era una mujer enferma, ero todo eran especulaciones y sin fundamento. Martha y Antonia se quedaron observando hasta que la policía realizó el levantamiento del cuerpo, si

a Antonia para hacerle saber

que ya llegué a casa, mis padres tam

aquí, no esta enterado de lo sucedido, pero ya m

iempo, pero temerosas por lo qu