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El hijo oculto del CEO

Capítulo 4 No puedo sentir esto

Palabras:2102    |    Actualizado en: 05/01/2023

, sin importarle que su entallado vestido casi se le arremolinara en la cintura. Tras todo aquel espectáculo frente a sus nuevos empleados, se sentó en el borde de la mesa y, más nerviosa de

ta humillación, comenzó a susurrar su nombre una

ea debilidad, pero no lograba separarse de él. Su familia llegó a salvarla en cuanto consiguieron salir de la impresión. Logró escuchar como Elián, con l

él. Con aquella maldita idea de destruirlo acababa de provocarle un infarto al amor de su vida. ¡¿Cómo podía seguir enamorada de él?! No, no, no,

*

un desconocido con uniforme de paramédico. ¿Qué había ocurrido? Se sentía desorienta

susto más grande me has dado, sobrino! Me

ruñó con

a haciendo en la empresa cuando tod

ría

n nada a su recuerdo. Era una arpía que le acababa de roba

tá esa bruj

su familia y su amigo Fidel, que p

torneadas y parte de un hermoso trasero, se fue como alma que llevaba el diablo después de poner tu cabeza

lve a mencionar de nuevo las pi

n un poquito entre esas piernas que Dios le dio y este machote es todo hormonas desatadas. —Elián se acercó a Fidel y le tendi

trás y lo miró sin

ue lo mejor será que

pó dejándolo solo

—gritó de nuevo, quería verla, tenerla de frente y que l

evo su aroma y retenerla a su lado. Aunque eso jamás lo diría en v

alterarte, tienes que beber, comer algo y descansar, el doctor di

a pausa en cada palabra—. Lo único que deseo

ca energía que sentía, pero no podía permitirs

ras y esta noche si quieres hacemos una cen

favoritismo que le has dado a la aprovechada de tu hija solo por ser ella? Yo lle

que más escándalos lle

palabras porque la vio apoyada en la puerta, con las manos unidas sobre su estóm

sin abrazarla, tantos años necesitándola y ella fue incapaz de darle su perdón. Esa mujer lo había destrozado con su march

trabajo y provocaba que mi primita, con su nuevo aspecto y creyéndose más diva que Elián… —pronunció sin desviar la mirada de María qu

rendirse, caminaría hacia ella y en cuanto la tuviera cara a cara, puede que se tragara sus insultos,

do por la furia, se acercó a paso ligero y se colocó frente a él.

ada vez que respires me lo notificarás, si quieres mover un papel de sitio me lo notificarás, si quieres salir un minuto

su intención de dar un paso atrás, pero la detuvo colocando ambas manos sobre su cintura y pegándola a su cuerpo. Er

vo para tu servicio personal? —s

ojo. En aquel instante ya no importaba la presidencia, ni lo ridículo que se sentía por haber sido humillado frente a los empleados y relegado del que sería su puesto. Lo único que desea

on la voz temblorosa y a un nivel tan

uavidad, casi como una caricia, y cerró lo

vo personal. Me tendrías a tus pies y no dudaría en obedecer

manos y se dirigió a sus preciosas nalgas para apretarlas. Dios, c

no asesine en este momento a tu hijo —la

en ellos. Brais apretaba los puños y en cuanto tuvo oportunidad agarró a su hija del brazo y la atrajo a su la

entre estos dos hay más calor que en el mismo infierno. Necesito a Halim, ver t

anera—. Recuerde que soy su superior y que no pienso permitir este tipo de comportamientos en mi empresa. Le informo que ba

rmano, ya ves que tu hija es capa

os se desafiaban, se retaban y a pesar de la seguridad que ella intentab

ión de seguir golpeándolo con su lengua viperina, pero nada de lo que dijera podía afectarle, ni siquiera perder

r en tu cama. Y… —María dudó antes de pronunciar sus siguientes palabras—. Si no quieres que despida a tu exsecretaria ah

puesto. Seré tu mano derecha sobrino y la izquierda también. ¿Tu

y ese ajustado vestido, podía ver a la jovencita que lo enamoró. Estaba preciosa, pero él p

preciosa. Estoy deseoso

nerse junto a María y rozarle el brazo en una caricia con la yema d

seó con una rabia que lej

a su oído—. Te prometo que vas a rogarme porque te toque com

r en orden todos sus pensamientos. Estaba jodido, ya no le importaba que su familia se enterara de que deseaba a su pr

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1 Capítulo 1 Regreso a la realidad2 Capítulo 2 La venganza se sirve en frío3 Capítulo 3 El reencuentro4 Capítulo 4 No puedo sentir esto5 Capítulo 5 ¡Quiero sexo, fuerte y salvaje!6 Capítulo 6 Voy a recuperarla7 Capítulo 7 Alcohol y recuerdos, son malas mezclas 8 Capítulo 8 Quedó embarazada esa noche y él nunca lo supo9 Capítulo 9 La promesa10 Capítulo 10 La trampa11 Capítulo 11 Los recuerdos12 Capítulo 12 Mi secretario13 Capítulo 13 Celos14 Capítulo 14 Una comida agridulce15 Capítulo 15 Una conversación pendiente16 Capítulo 16 Lo amas, ve por él17 Capítulo 17 Déjame besarte por última vez18 Capítulo 18 Un error19 Capítulo 19 Debo contarte algo, es urgente20 Capítulo 20 No necesitaba otro Pepito Grillo21 Capítulo 21 Quería ser feliz22 Capítulo 22 ¿Cuándo vas a anunciar nuestro compromiso 23 Capítulo 23 ¿Qué hacía Selene allí 24 Capítulo 24 Estás urgida25 Capítulo 25 El cavernícola26 Capítulo 26 Al menos ahora no tengo que apagar la luz para follarte27 Capítulo 27 Una vía de escape28 Capítulo 28 Ella quería formar una familia contigo29 Capítulo 29 Para ella fue una pequeña venganza30 Capítulo 30 Si mi vida se destruye no veo por qué tendría que tener compasión31 Capítulo 31 Una reunión inesperada32 Capítulo 32 ¡Tengo que huir! No puedo dejar que lo vea33 Capítulo 33 ¡Eres una zorra!34 Capítulo 34 Tenía que saber la verdad35 Capítulo 35 ¿Qué haces aquí 36 Capítulo 36 No puedo dejar de nuevo a un hijo sin su padre37 Capítulo 37 Si papá no nos quiere yo, voy a cuidar de los tres38 Capítulo 38 Respuestas que no hubiera querido escuchar39 Capítulo 39 Los recuerdos y el dolor todavía pesan demasiado40 Capítulo 40 Si me detienen, tú pagarás la fianza41 Capítulo 41 Ya no la soportaba más 42 Capítulo 42 Los secretos salen a la luz43 Capítulo 43 Ahora ya tienes tu venganza44 Capítulo 44 ¿Cómo conociste a papá 45 Capítulo 45 La verdad de Selene sale a la luz