icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

El hijo oculto del CEO

Capítulo 5 ¡Quiero sexo, fuerte y salvaje!

Palabras:2315    |    Actualizado en: 05/01/2023

añana encerrada en el qu

al mirarla se lo decía todo. Odiaba ser la persona que le quitara su tranquilidad, él no se merecía más que amor de su parte, pero no podía continuar

nca, incluso más que

era tan grande, debido al amor que

a una y mil veces! Sexo, eso necesito, ¡quiero sexo, fuerte

lumen de sus gritos hasta que escuchó la vo

n duro, o que me dé, Halim hace tanto tiempo que se marchó de viaje, que

í que abrió la puerta del despacho y s

e fueras con él, pero según tú tenías mucho trabajo. —Con un ge

la palmara igual que tu marido. Sería horrible verlo así, todo tieso, cu

ir con esto, creía que podría, pero es imposible. Él anula mi voluntad, cuando se me acerca o

me preguntó si yo también tenía el pene plastificado? ¿Tú crees que puedes aceptar consejos de una persona que piensa que el miembro vir

ermana, ¿quién mejor que ella pa

de la familia, ya me canso de repetirlo

na respuesta porque sabía bien

rupo de amigas, pero las amistades eran como las plantas, había que regarlas y ella desde que se marchó del país se convirtió en un cactus y orilló al resto de la humanidad a lo mismo. Su prioridad siempre

itos tuyos sin importancia provocaran que, una vez que tu hermana se marchó, aquel grupito tan interesan

cidió ser pintora y se dedicaba a vender sus monstruosidades en un puesto del mercadillo propiedad de Kavi. Él era gitano, y a p

Dice que mis pechos son mejores que lo melone

e hace falta. No podrás negar que es guapo hasta decir basta.

do tus insinuaciones

e lo llevaría al huerto y

manos y negó

alquier tema que tenga que ver con el sexo. Ahora mi

s —Elián la silenció y detuvo la huida qu

guraba un sinfín de problemas. Porque ese hombre era incapaz de entender que sus «yo lo arreglo» s

as a decir. ¿Tengo que recordarte la última v

o que planeo es fabuloso, como yo, y que estaríais en la miseria si no fuese por mi excelente ayuda. A p

as de las manos abiertas y sus ojos mostraban la incredulidad que s

os sin im

is porque te pareció muy buena idea hacerle

o era capaz de reconocer que amaba a mi nal

a los medios! Te lo

as? Deberíamos hacer lo mismo con Junior, lo metemos en un ataúd y lo llevamos a las

árcel por tu culpa! Ni te atrevas a m

puerta con un leve empujón en el pecho. Ya s

o en este mismo instante voy a buscar a Junior y

rrer con tal intensidad que toda se agolpó en su cabeza. La sentía bajo los oj

e su hijo, había estado buscando el momento oportuno, pero aún no lo había logrado. La única persona que lo sabía

se retorcería en la tumba si fueses capaz de insinuar algo así. Por respeto a su memoria te pido que no use

tuación. Ni ella lograba explicarse cómo logró pronun

nico. Aquella sonrisa cargada de mal

nada que ocultar como dices, ¿por qué tu familia no está enterada de la existencia de ese pequeño? Es de tu difunto marido, ¿no? —Elián de

fuera a lograr que no se le notaran los nervios—. Yo necesitaba un cambio de aires,

regaste a tu primo hasta las muelas del juicio, te abriste de piernas y l

manos al cuello y des

. Por eso mismo me marché, no era correcto y decidí poner tierra de por medio para que se me quitaran esas to

mbarazada, ¿o creías que no investigaría sobre tu vida? Lo hice, como también lo hizo Aledis, tu madre, ¿la recuerdas? La misma que te dio dinero y te pagó el viaje para que escaparas. Y tu padre… No, tu padre no hizo nada porque es tonto

do se dejó caer en la pared y resbaló hasta el suelo. Colocó la cabeza entre sus rodillas y cer

s encerrada en tu casa, escondiendo a tu hijo de sus abuelos, negándote a que te visi

as, o quizá las lágrimas ya se habían apoderado de su c

lo rodeó con los brazos y ambos se fundieron en aquel gesto de

amos ir porque sabíamos que sufrías demasiado y necesitabas ese cambio, después nos enteramos de tu embarazo y tu madre y yo quisimos traerte de vuelta, pero entonces te casaste y el resto es historia

po—. Intenté decirle cuando estaba embarazada y él me acusó de estar celosa, me echó de su vida, me humilló. Lo odio

a, en esta ocasión mi insistencia no se debe a mi enorme ego, lo hago por ti. Necesitas ser feliz y sacarte esa espina que llevas clavada. Nadie merece vivir con el corazón repleto de odio

o un día muy duro y lo único que quería era que fin

toda oídos, cu

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Regreso a la realidad2 Capítulo 2 La venganza se sirve en frío3 Capítulo 3 El reencuentro4 Capítulo 4 No puedo sentir esto5 Capítulo 5 ¡Quiero sexo, fuerte y salvaje!6 Capítulo 6 Voy a recuperarla7 Capítulo 7 Alcohol y recuerdos, son malas mezclas 8 Capítulo 8 Quedó embarazada esa noche y él nunca lo supo9 Capítulo 9 La promesa10 Capítulo 10 La trampa11 Capítulo 11 Los recuerdos12 Capítulo 12 Mi secretario13 Capítulo 13 Celos14 Capítulo 14 Una comida agridulce15 Capítulo 15 Una conversación pendiente16 Capítulo 16 Lo amas, ve por él17 Capítulo 17 Déjame besarte por última vez18 Capítulo 18 Un error19 Capítulo 19 Debo contarte algo, es urgente20 Capítulo 20 No necesitaba otro Pepito Grillo21 Capítulo 21 Quería ser feliz22 Capítulo 22 ¿Cuándo vas a anunciar nuestro compromiso 23 Capítulo 23 ¿Qué hacía Selene allí 24 Capítulo 24 Estás urgida25 Capítulo 25 El cavernícola26 Capítulo 26 Al menos ahora no tengo que apagar la luz para follarte27 Capítulo 27 Una vía de escape28 Capítulo 28 Ella quería formar una familia contigo29 Capítulo 29 Para ella fue una pequeña venganza30 Capítulo 30 Si mi vida se destruye no veo por qué tendría que tener compasión31 Capítulo 31 Una reunión inesperada32 Capítulo 32 ¡Tengo que huir! No puedo dejar que lo vea33 Capítulo 33 ¡Eres una zorra!34 Capítulo 34 Tenía que saber la verdad35 Capítulo 35 ¿Qué haces aquí 36 Capítulo 36 No puedo dejar de nuevo a un hijo sin su padre37 Capítulo 37 Si papá no nos quiere yo, voy a cuidar de los tres38 Capítulo 38 Respuestas que no hubiera querido escuchar39 Capítulo 39 Los recuerdos y el dolor todavía pesan demasiado40 Capítulo 40 Si me detienen, tú pagarás la fianza41 Capítulo 41 Ya no la soportaba más 42 Capítulo 42 Los secretos salen a la luz43 Capítulo 43 Ahora ya tienes tu venganza44 Capítulo 44 ¿Cómo conociste a papá 45 Capítulo 45 La verdad de Selene sale a la luz