icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Miedo a la venganza

Capítulo 3 César‌‌​​‌​‌‌​‌​​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌​

Palabras:4177    |    Actualizado en: 03/01/2023

ist

erarme de la espantosa sensación de nerviosismo que se ha ido acrecentando con el p

verla, al reconocer de inmediato que era la misma con la qu

n la que tenga un roce? No, eso no puede ser, yo atiendo a varias mujeres durante el día, tengo contacto con p

i moral no me deja hacerlo. No obstante, algo dentro de mí me dice que con aquella mujer castaña y tan joven sería capaz de engañar a mi novia. No pude e

difusos que no me dejan concentrarme en mi texto. No lo

sobresalte un poco. Ella me mira extrañada por la brusquedad de

antes de levantarme del sofá y caminar

te igual al de los alumnos para los que estoy hablando. Por lo regular no me gusta poner atención a mi público, menos cuando se trata de

er quién es ella, qué es lo que quiere. Nuestros e

s de mi auto. Mi reacción normal sería ignorarlo, pero la curiosidad me gana, así que la tomo con rapidez y la abro,

vade mis fosas nasales. Gracias a Laura sé mucho de perfumes, así que puedo saber que es

estemos frente a frente y hasta que no me mires a los ojos. Lo siento por no presentarme ante ti y demostrártelo, pero sé que tú estás con Laura, que te sientes frustrado de seguir a su lado porque insiste demasiado en que tengan hijos. Conozco tu frustración, el cómo te sientes, yo también estoy insatisfecha, pues mi vida tampoco es color de rosa, tengo asuntos que resolver antes de que nos podamos encontrar. Si no crees en la veracid

endi

ra esta pésima broma. Pero mientras más trato de convencerme de que es una broma y más la releo, me doy cuenta de qu

cho a nadie, ni siquiera a mis ami

ue esta carta dice, eso explicaría muchas cosas; explicaría por qué nunca quiere dejar que

o la experimentó, que mi abuelo perdió la vida a causa de esta. Me sigue sorprendiendo que siendo médico crea en ello, y ni siquiera hace falta tener un título en me

encarecida que nos veamos en su casa, que es urgente que hable con él. Si bien esta carta puede debe

arme cuenta? Lo dudo mucho, hace muc

ce provenir de una mujer. Esa mujer es mi acosadora, no puedo encontrar otro motivo para que lo sepa todo so

cree en esto, pero ya estoy en sus narices, ambos sentados en su estudio. Le e

estaba ocultando algo-dice sonriente mientras coloc

sado de nuestra rutina, pero no pu

qué acudiste a mí?-cuestiona, y

na clase de broma, quien sa

-se ríe. No parece molesto por mi acusac

uedo evitar sentirme un poco halagado ante

. No voy a poder vivir tranquilo hast

está destinada para ti-dice papá. Conozco su

sa supuesta maldi

ian-gruñe-. Y es importante que

amos que esto es verdad, ¿cómo carajo sabe que es ella?

cierto que no es algo muy conocido, tampoco es un secreto nacional, se puede investigar en

. Esa mujer debió haber investigado muy bien sobre el tema de la maldición, tal vez es conocid

ho, ¿será acaso que Laura lo percibió y se lo confió a esa mujer? Sí, eso es,

-respondo, y él me mira extrañado-. Debe s

la mujer de la carta es tu ma

que hablas no existe, yo ya encontré una ex

n blanco-. Estoy seguro de que te tiene sentido nervioso por tener tan cerca de ti

sabes

tabas, además... Lo viví cuando est

terado que cuando entre. Mamá lo not

s de acuerdo-murmuro, y ella tom

nencias, cada uno en su campo, no d

saliendo del estudio. Toma a mi mamá de la cintura y la abraza de u

á con ella, no quiere soltarla casi nunca cuando la tiene enfrente, y no permite demasiado que socialice, al menos cuando están juntos. También

dor suyo. Y ni hablar de bromear sobre un divorcio, como hacemos mis amigos y yo de vez en cuando, él

hacerlo. Su amor es algo patológico

enta de que me estoy largando, pues se han quedado como en una

uerza la carta, pues, aunque no crea en la maldición, tengo bastante claro qu

nde voy a ir a busca

nn

valece en el lugar. Mi hermana decidió fug

por los hombros. Me deja caer al suelo con mucha

uieres que lo sepa

a que a ti te lo dijo, que sa

ó la oportunidad para jo

logrando sonar convincente-. Tal vez

mano para pegarme, pero yo me levanto ráp

u furia. Pronto soy jalada por la cintura, y él me mete a la casa, donde me

mis fuerzas denunciar por ser un maltratador. Algún día lograré hacerlo, s

ue de verdad yo no hice nada, que no estoy embarazada ni les he "fallado". No dejo que se disculpe y me encierro en mi hab

mo si latieran. Desde luego, se contuvo, siempre se contiene un poco más conmigo p

Tal vez Christian no lo haga

ue mi papá hizo ayer, y está demasiado indigna

aste? -me reclama-. P

o meterte en proble

voy a dejarte sola? ¿Cuándo entende

s eso que lo que yo dete

efunfuña y pone los ojos en b

mo lo

ldición y, aunque no lo hagas,

par de él, tendré que ser una l

¡Aleluya! -canta Vanessa con un tono muy des

antar a la gente,

ingida prepotencia, y yo pongo los ojos en bl

sta loca, no sé q

abrazándola por los hombros-. Prométeme q

s en peligro, Han-responde-.

, ¿verdad? -resoplo, y

am

rdia por un momento hasta que Vanessa frena

para tomarme por los hombros e impedirme el paso

cuerpo para ver cómo el auto de Christian está

no, Hannia,

o-gruño, y entonces bajo la cabeza, pues a

n, señori

ro antes de dar media vuelta y caminar con

o que mi Christian me llama a gritos, pues seguramente me reconoció.

l ver que es así. Sin embargo, mi tranquilidad no dura tanto tiempo, pue

irritada más que asustada ant

ede conmigo si no me ha visto aún? Tengo que empezar a conocer más sobre cómo funciona

por un minúsculo detalle: ¡No me conoce! Y sé que es una buena persona, que quizá podríamos habla

bo una llamada de Vanessa, quien me dice que vuel

ogía, lo cual no sé si sea bueno, aunque el destino no deberí

usto como estoy haciendo ahora para vigilar que Christian s

que menos deseo es tener que huir de mi doctor fuego, y por momentos me planteo correr a sus brazos, decirle que quiero estar junto a él, que nos vayamos

lo de una buena vez? -me cuestion

omento. De verdad lo amo, no quiero q

s hacerlo

mpre habrá alguien que quiera que nos separemos. Si eso

, ¿qué va

e de Christian-contesto, dej

conocer a tu suegr

i suegro

ual-se ríe, pero después recupera la seriedad

después me dieron el permiso de salir temp

ué llega

mi mente se confundió -confieso avergonzada, y ella suelta

amor -se burla, y yo la mi

oy a negar, pero

salga del trabajo. Esta actividad no la considero de riesgo, así que decido que voy a de

pocos recuerdos que tengo sobre esa visión para formar una respuesta coherente que la convenza de que sí fui. Por suerte, ella est

e pregunta, dándome un cod

expresas, es mi futuro

experto en la ma

oco aburri

poco mayor par

que solo tienes dieciocho

ación? ¿Habrá terminado su relación? Espero que sí, que lo haya hecho. Ella se lo merece p

madre para decirle que iré a casa de Vanessa para hacer un proyecto de la escuela. Ella me cree, pe

s. Debo ser bastante cautelosa con eso, no puedo permitir que esos seres, que se hacen llamar mis padres, mangoneen mi vi

egar a mi vida en algún punto,

os acercamos a la enorme casa de los señores Russo. Es una suerte que haya record

que conoce la ciudad al derecho y al revés. Sus paseos

e sugiere Vanessa, y yo sa

ebería

ien, dale, Hannia, yo vigilaré la zona

e decirle así -me c

uando esté frente a él, es to

acue

me va a echar a patadas sin que yo pueda hablar con el doctor. Aun así, tengo que intentarlo, no puedo d

ar el timbre, y al poco tiempo una emplead

e ofrec

ndo de no demostrar que estoy muerta de miedo. No sea que

fin si es

l de l

rada, pero después me trato de calmar -. Disculpe, bu

o está dando consulta,

endo de su casa. Camina hacia el portón, c

cando -le informa su emplea

octor Russo -interrumpo a la

ver la intensidad de

o -respondo -. Y

​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌

Obtenga su bonus en la App

Abrir