La flor pálida
e iban viendo los encuentros aumentaban cada día, se hacían más
tro meses de rela
in rin..H
avión ya te lo reservé, Lucía llora enternecida Jorge qué pasó? Dime la verdad, no me m
, está vivo pero debes ir porq
paraba de llorar, se retiró, prepar
puer
o lo pueda resolver espérame am
ía No sospechaba ni un tanto así del
esperaba, estaba bajo la gravedad pero la esperaba con amo
ue puede, ríen juntos, Lucía lo alimenta, llega el día feliz, van hacia la casa... padre ahora ser discipl
inado quiere levantarse de la cama, no le
ada de su amado Jorge, cada día se h
una invitación y ahora que Lucia no está es el momento de que otra lo aproveche. Yanella y la Isabel, no pierden oportunidad, para buscar siempre una chica y
a no sospechaba, ni un tanto así del a
inado quiere levantarse dela cama no le
re te dije espérame, la situación se pone tensa en el hospital donde trabaja Lucía no falta la chica que busque al jefe para t
onerla cerca en un principio Jorge muy dedicado a Lucía respetando a Margare
lí la esperaba Jorge en el aeropuerto de Barcelona, su encuentro fue perfecto, se ab
es transcu
ambiado dentro de él, no puede imaginar qué es, trato de explorar
e conté lo feliz que estaba siendo, le conté la historia de mi padre enfermo, que había superado la enfermedad. Para mi sorpresa Bárbara cambia la cara me hace una sonris
personas pasaban, enamorados, niños corriendo, el ambiente era agradable, pero algo pasaba en la mente de Bárbara que quería decirle a Lucía, a lo lejos se divisaba la iglesia del lugar, era una Iglesia Vieja, gris, pero todos acudían allí a buscar la paz ,vamos Bárbara, vamos a
bre señora lloraba, lloraba sin desconsuelo porque en sus pertenencias iba todo lo que la acompañaba, el único dinero que tenía, para hacer las compras de la comida de sus hijos. Lucía bondadosa como pocos lugareños, le dio algo de dinero a la señora_ tómelo señora extendiendo su m
ntó Lucía a su amiga mientras siguieron en e
ue no son de la ciudad. Le digo por fin, sí, sabes algo de Jorge, lo veo en tu sonrisa? Bárbara se puso d
que me lo quieres decir y no hayas cómo, tienes miedo, no tengas pena de mí, que yo seguiré mi
sara lo que le acaba de decir Lucía, siguió la conversación co
ió, _ Está bien
pasando, pero que ella no se iba a
aciente, cada día había sexo, cada día busca
el tiempo
o. Al fin llegas amor mío, te esperaba temprano, tenía la música preparada, se escuchaba a lo lejos de la habitación, la canción de Maná, Mariposa traicionera, tema qué tanto le gust
ilo, y con mucha delicadeza pasaba sus manos de arriba abajo, media mi cuerpo a besos, de la cintura a la cadera, era
a que está necesitando que pase por ella al hospital, pero el teléfono no dejaba de sonar, la llamada es rechazada, lo volvió a llamar, eso levantó sospechas en m
ía de los días, pero Lucía sabe que algo está sucediendo, aunque nada haya