La sumisa II: Una segunda vida a sus pies
esta segunda oportunidad y haber coincidido con una familia tan acogedora como lo era la de Greta. Pero no podía vivir la vida de ot
ijo en cuant
a puerta- disculpe madre,
asiento- respondió haciendo un gest
nsando mucho y la verdad creo que ya no quie
ecisión? ¿No te sientes cómod
nto de que no es esto lo que tengo que hacer... no creo que mi
r que me sorprende
i antes de caer en el coma, es como si fuera otra persona
e obligarte, aunque en serio lo lamento, pero mandaré la solicit
dezco su comprensión- le dije- si le
eferiría esperar la resp
impedirlo ¿verdad?- res
istoria de la iglesia católica nunca se
supongo que esperaré unos dí
- dijo ella, me
e tan difícil como pensé" me dije y volví a m
- me preguntó
respondí- me iré en
ar- dijo mirándo
s como si fuera a
ue tien
le, lo cual nos tomó toda la tarde, llegué al convento agotada, aunque era lindo hacer ese tipo de voluntar
a voz que llamaba a una tal nayara en la inmensidad del luminoso bosque.
jer, al mirarla sentía un gran sentimi
ue desde ese día yo sería su esclava. Cualquiera pensaría que ante esa declaración sentiría miedo o, al menos
e preguntó por mis gustos, hobbies, hasta llegar a preguntas más íntimas, como qué prácticas sexuales me gustaban y cuáles eran mis límites. Yo respondía que disfrut
una esclava sadomasoquista?, y esa mujer... era alguien muy importante para mi, alguien por quien era capaz de dar mi vida, sin embargo ahora mi vida era distinta y ella no est
una vida totalmente opuesta a la que viví, con familiares que no conocía, todo era nuevo y extraño y como si tener que acostumbrarme a eso no fuera suf
Me preguntó Kat
un sueño extraño- C
n poco en blanco ¿por qué le hablé del sueño? No podía decirle de que se t
dad ya no lo r
secundaria, sabes que puedes decirme cualquier cosa- me dijo, lo cual me sorprendió un po
sueltas, un bosque,
que suena algo
o si eso definiera el resto de mi vida, ¿verdad?- le dij
fue eso, un s
odo arreglado para volver a
Kate en tono de urgencia justo
estoy yendo- contesté
tamos urgente, solo se
urgente... - respo
sta el comedor, cuando llegamos ahí estaba la
todo esto?, aquí no hay na
mojas gritaron "¡sorpresa!" pude notar que h
de- dijo ella con una sonrisa- me costó convencer a la madre s
, al parecer Greta era muy querida en el convento, pero yo que apenas
r que te fueras sin desp
aci
rato, ya cuando llegó la tarde Kate y un par de
de estaba mi propia habitación. Una vez ahí me sorprendió mucho la decoración, no era lo que uno esperaría que alguien que fue monja. La habitación en si misma era enorme, Las
- me explicó Berta- está
ona que murió hace 10 años, está ahora ocupando el cuerpo de su hija que había fallecido el mismo día que desperté del coma?, era demasiado difícil de
sa, después que tomaste tus votos casi no te veíamos, no me mal intérpretes,
a regresar, pero ¿Qué más podía hacer?, yo no pedí renacer en ese cuerpo, no era culpa mía que su pia
poleras con mucho escote, chaquetas de cuero, medias de red, entre otras cosas, en definitiva era ropa muy atrevida, aunque no vulgar