La sumisa II: Una segunda vida a sus pies
modo lo logré, los recuerdos guardados en la mente de la antigua Greta se mezclaron con algunos
a hospitalización. La madre de Greta se llamaba Berta, su padre Hans, la monja joven que al parecer era su mejor amiga
lo era yo, los recuerdos de Greta me hacían saber que ella había sido presionada por sus padres y otras personas para tomar sus votos, incluso tenía alguien que le gustaba pero no podía ver quien era, del mismo modo que
uedo hacer u
lo que
me gustará o con quien hubiera tenido una
o que recue
mos algo en alguna ocasión?-
ta… estás muy rara, es como si fueras otra pe
poco confundida nada más…- respo
e que estés con otra mu
a más que claro que en mi vida pasada estuve con más de alguna
la luz del sol en sus troncos. El sendero por el cual caminaba estaba lleno de piedras blancas y brillantes, lo cual h
a una voz femenina junto
¿Dónde estás? ¿
ondió la voz, ¿Qué querí
eres?-
ra- respondió igno
e supone que vaya hacía
lo sabes, no me olvides nayara
n con su luz y no me dejaban ver más allá de la punta de mi nariz. Empecé a correr desesperada b
dormilona- me
- respondí sob
sábanas- vamos, tenemos que ir a rezar el rosario a
ada- anda tu, dile a la madre
a madre superiora, es
ucho sueño y quiero seguir durm
errás tener pro
levanté, Kate me miraba con una l
de la ducha envuelta en la toalla, casi me da un infarto, tenía un cuerpo envidi
o mientras se
una verdadera lástima que sea monja, bueno,
sa mujer realmente existía?, algo en mi corazón me decía que ella era alguien muy importante para mi, me angustiaba mucho no saber como era, “muy en el fondo lo sabes
a- me dijo un
¿
mesa mientras ha
respondí volvien
que no tenía idea de donde estaba el
ate al ver mi expresión de confu
guí por un largo pasil
ardín en el centro, tipo casona colonial. Poner la mesa no fue tan rápido como imagine, habían 50
s a visitar un hospital de niños, les llevamos algunos jugue
pió el corazón, los niños deberían jugar y hacer travesuras, no estar pensando a do
s y la virgen- le dije. Entonces saqué un rosario de mi bolsillo y se lo pasé- dicen que si rezas el rosario la virgen te protegerá siempre-
ijo con una so
a mentirilla blanca no le hace daño a nadie ¿verdad?. Cuando salí de
Kate- esta si se parece
- quise saber- digo
na persona, nunca se quejaba de nada ni contradecía a su familia… bueno, ahora
feliz así? Dándole en
a te quejabas… aunque…- se
Qu
e hablabas en general, como de la gente que es falsa y eso… pero quizás… quizá tenías
que no, pero un recuerdo
nto y manejó a toda velocidad “esto se acaba aquí y ahora, no más mentiras, no más máscaras, no más sonrisas falsas” pensó mientras conducía directo a una
nuar con esta vida… osea, me refiero a que quería hacer algo distinto a
amiga, me hubieras dicho si estuvieras
de como reaccionarias, de co
manos y mirándome a los ojos- ¿aún piensas q
sonará creíble- ese accidente me cambió mucho… quiero decir que me hizo ver
eres feliz en el convento creo que deberías buscar algo que te haga feliz, se
eso signif
te irme y dormir en la calle mientras encontraba un trabajo y un lugar donde vivir… tal vez los padres de Greta me recibirían de vuelta, ni parecía llevarme mal con ellos… ¿Qué haría al salir?, qui
emprano, nunca me hubiera imaginado que las monjas trabajarán tanto, esta
ía ignorarlo y concentrarme en la vida real, en lo que estaba pasando aquí y ahora. Decidí ir a visitar a los padres de Greta y tantear terreno para saber si podía cont
inda sorpresa- dijo
respondí t
orpresa?- preguntó en
muy cómoda en el convento, supongo que fu
gustaría ha
con timidez- si me voy del convento…
siendo tu casa, puedes
- dije aunque se sentía un poco raro de
ra eso estamos las madres y tu si
agradezco, no todas
míamos un perro que tenían en el patio no
Quieres saludar a
saludarme, precisament
mado- dijo Berta y abrió el vent
el se me tiró encima
mé alejando mi b
tomó al perro del collar y lo sacó de nuevo al jardín- Di
bía que yo no era la verdadera Greta… dicen que los perr
convento y le conté
imera en saberlo- le d
ué
í, mañana voy a hablar con la madre s
que eso es lo que
egura de algo en to
poyo y te deseo lo mejor- me di
as gr
damos seguir v
a, vendré a visitarte o pued
to… buenas
e, que duermas bie