icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

La sumisa II: Una segunda vida a sus pies

Capítulo 3 Una vida muy distinta

Palabras:2262    |    Actualizado en: 22/09/2022

modo lo logré, los recuerdos guardados en la mente de la antigua Greta se mezclaron con algunos

a hospitalización. La madre de Greta se llamaba Berta, su padre Hans, la monja joven que al parecer era su mejor amiga

lo era yo, los recuerdos de Greta me hacían saber que ella había sido presionada por sus padres y otras personas para tomar sus votos, incluso tenía alguien que le gustaba pero no podía ver quien era, del mismo modo que

uedo hacer u

lo que

me gustará o con quien hubiera tenido una

o que recue

mos algo en alguna ocasión?-

ta… estás muy rara, es como si fueras otra pe

poco confundida nada más…- respo

e que estés con otra mu

a más que claro que en mi vida pasada estuve con más de alguna

la luz del sol en sus troncos. El sendero por el cual caminaba estaba lleno de piedras blancas y brillantes, lo cual h

a una voz femenina junto

¿Dónde estás? ¿

ondió la voz, ¿Qué querí

eres?-

ra- respondió igno

e supone que vaya hacía

lo sabes, no me olvides nayara

n con su luz y no me dejaban ver más allá de la punta de mi nariz. Empecé a correr desesperada b

dormilona- me

- respondí sob

sábanas- vamos, tenemos que ir a rezar el rosario a

ada- anda tu, dile a la madre

a madre superiora, es

ucho sueño y quiero seguir durm

errás tener pro

levanté, Kate me miraba con una l

de la ducha envuelta en la toalla, casi me da un infarto, tenía un cuerpo envidi

o mientras se

una verdadera lástima que sea monja, bueno,

sa mujer realmente existía?, algo en mi corazón me decía que ella era alguien muy importante para mi, me angustiaba mucho no saber como era, “muy en el fondo lo sabes

a- me dijo un

¿

mesa mientras ha

respondí volvien

que no tenía idea de donde estaba el

ate al ver mi expresión de confu

guí por un largo pasil

ardín en el centro, tipo casona colonial. Poner la mesa no fue tan rápido como imagine, habían 50

s a visitar un hospital de niños, les llevamos algunos jugue

pió el corazón, los niños deberían jugar y hacer travesuras, no estar pensando a do

s y la virgen- le dije. Entonces saqué un rosario de mi bolsillo y se lo pasé- dicen que si rezas el rosario la virgen te protegerá siempre-

ijo con una so

a mentirilla blanca no le hace daño a nadie ¿verdad?. Cuando salí de

Kate- esta si se parece

- quise saber- digo

na persona, nunca se quejaba de nada ni contradecía a su familia… bueno, ahora

feliz así? Dándole en

a te quejabas… aunque…- se

Qu

e hablabas en general, como de la gente que es falsa y eso… pero quizás… quizá tenías

que no, pero un recuerdo

nto y manejó a toda velocidad “esto se acaba aquí y ahora, no más mentiras, no más máscaras, no más sonrisas falsas” pensó mientras conducía directo a una

nuar con esta vida… osea, me refiero a que quería hacer algo distinto a

amiga, me hubieras dicho si estuvieras

de como reaccionarias, de co

manos y mirándome a los ojos- ¿aún piensas q

sonará creíble- ese accidente me cambió mucho… quiero decir que me hizo ver

eres feliz en el convento creo que deberías buscar algo que te haga feliz, se

eso signif

te irme y dormir en la calle mientras encontraba un trabajo y un lugar donde vivir… tal vez los padres de Greta me recibirían de vuelta, ni parecía llevarme mal con ellos… ¿Qué haría al salir?, qui

emprano, nunca me hubiera imaginado que las monjas trabajarán tanto, esta

ía ignorarlo y concentrarme en la vida real, en lo que estaba pasando aquí y ahora. Decidí ir a visitar a los padres de Greta y tantear terreno para saber si podía cont

inda sorpresa- dijo

respondí t

orpresa?- preguntó en

muy cómoda en el convento, supongo que fu

gustaría ha

con timidez- si me voy del convento…

siendo tu casa, puedes

- dije aunque se sentía un poco raro de

ra eso estamos las madres y tu si

agradezco, no todas

míamos un perro que tenían en el patio no

Quieres saludar a

saludarme, precisament

mado- dijo Berta y abrió el vent

el se me tiró encima

mé alejando mi b

tomó al perro del collar y lo sacó de nuevo al jardín- Di

bía que yo no era la verdadera Greta… dicen que los perr

convento y le conté

imera en saberlo- le d

í, mañana voy a hablar con la madre s

que eso es lo que

egura de algo en to

poyo y te deseo lo mejor- me di

as gr

damos seguir v

a, vendré a visitarte o pued

to… buenas

e, que duermas bie

Obtenga su bonus en la App

Abrir