HUERTO DE MALICIAS
eo de las actividades de la Dirección de los últimos meses. Bajaba las escaleras y casi no podía ver donde pisaba. Al ser tan bajita y llevar tantos papel
el choque se inclinó junto con
que no lo vi..
venir. – cuando terminaron de recoge
noche, podrían causar miedo si se lo proponían. Ella lo analizó por un instante, mientras él hacía lo mismo. Irene a pesar de su baja estatur
la miraba fijamente a los ojos. Inmóvil, muy c
yo nunca olv
é es to
rab
? Que bien tu me
ación mejor vas a la oficina que esta allá al fondo. Vez donde dice i
ue tienes ahí. Esas estadís
imagino que si, tiene
varlas, están mu
estatutos en sus manos y la dejó libre de aquel
llamas? – P
Maldonad
is amigos me dicen Vincen
Cogió todos los folletos y libros y los cargó. Antes él sacó dos o tres de las hojas y la dobló y
e estas t
pre tan
damas tan lindas como tu – le extendió la mano.
lado tratando de que sus
si creo que me
Ah
n lo números. Necesito sa
úmero te
l t
que te voy a dar mi
rrepintió. – Pero si no quieres darme tu teléfono esta bien, sólo pensé que podíamos volver a ver
rabajar y sería bueno alguien me invitara a comer para no sentirme tan nerviosa. Pero lo de
Cas
No
Nov
si me encantar
a entonces. A
ia, para es
erfe
mañana
de nuevo por ayudarme con esto. - le
s antes de salir, esperó unos minutos hasta que llegó un carro blanco con cristales bien tintado
essa y la encontró tirada en la cama, con los ojos
entró. Vanessa la miró y
que es uno de ellos. No he querido salir. Y tengo que hace
que estés paranoica
estará
tar igual que tu de
mular bastante bien
ular. Tienes que seguir como si nad
ré de c
abar con ese
acu
o super atractivo. Cuando salía de la oficina d
erdad ¡me alegro! Hábla
te, fue muy chistoso.
mo se
o, la verdad. Aunque ti
ten cuidado, no sab
s. Si no pretend
eso. Lo que quiero decir es que no sabes si e
anquilizate. Por otro lado te aseguro que no me voy a dejar llevar por los encantadores labi
e conocer, bájale un poco a la intensidad y a la conf
-*
lugar estaba lleno de botellas de cervezas vacías tiradas en el suelo. Un montón de periódicos viejos que Bruno utilizaba para sentarse y echarse a dormir de vez en cuando, entre otras c
tty y Memo eran novios, Vincent y Amelia tenían una relación complicada. Bruno estaba enamorado de Sally y ella no le haci
ejor comenzar con esta porque
e Control De Precios hoy. – dijo Vicente y sacó los h
aciendo cosas por tu propi
mo... ¿vamos a actuar si
ordenes correctas para poder hacer las cosas bien Vincent. No
ce Sally? – preguntó con car
reo que esto nos va a ayudar mucho. Cogió los papeles de la mesa y los mir
, al igual que Amelia. Memo y Patty eran ágiles con los autos, corriendo autos y en mecánica, eran el equipo perfecto. Ella conducía y el arreglaba los alambres, tuercas y demas piezas mecánicas. Hermes tenía la sensibilidad de una mosca.. Todo lo v
uede fuera de sitio. No puede haber contr
go hermano – dij
ué pelear por quien tome las
scusiones para después que haya
se creen más sabios e importantes que nosotros, pero la verdad es que sin nuestro trabajo ellos son nada. – Dijo P
– ¿Desde cuando quien da las ordenes a sido un problema? Vamos chic
! – la ap
– le dijo Vi
lidad. Bruno era muy impulsivo, todo lo solucionaba con golpes. El que Vi
ón no es para que se peleen. No hay que llegar a eso
¡Por favor!
tervino Memo. – La cosa es quien haga más espuma en el agua ¿O qué vaina? Dejen de c
o Memo. – a
– dijo Vincent
para sacar los autos del muelle ¿Quién se va a en
la Dirección. - sonrió de medio lado recor
ra ir a recoger. Bruno acompáñalos. Tu y yo tenemos que hablar – Amelia dijo esto último a Vincent.
o Hermes y todos sa
endo a tu amiguita ¿Por qué eres tan lambiscona
decirte que nada que ver. Yo no tengo por q
re muy honorable ¿¡su alteza!? ¡Pues no! Eres igu
ír la verdad. Eres menos inteligente y menos líder que Sally, eso es todo. Pero quieres sobresali
rsa que aprendiste el la universidad para sonar inteligente ¡Olvi
cia del grupo. Aunque a mí me interesen a ellos no. Yo por imbécil me preocupo por ti, pero si lo que quieres e
a con quien puedo discutir. Eres tan fas
res tu ¡Estúpido! – se quedó para
hiciste parecer un tonto
evantó su ceja dere
arme asi - él dió un paso hac
mo su postura sin baja
e, agarrándola por la cintura y besándola un poco salvaje. Sin embar
-*
uen rato, después hizo lo que tenía que hacer. Sacar unos cuantos sellos. Unas cuantas copias de recibos d
acababa de adquirir. Irene también había llegado antes de lo acordado y lo observó con sus sellos y recibos, una cantidad fuera de los
¡H
estaba terminando un trabajo. - dijo poniendos
uí? - retiró una silla
menos – sonrió, se notab
omo
haciendo negocios con el Director y otros funcionarios. Bien, pero cuentame de t
aba haciendo un reconocimiento de zona, y terminamos
nos vamos a otro sitio? Conozco un lugar
s debo dejar estos reportes y nos vamos. – así q
lcón para poder ver el río. A Irene la estaban siguiendo. Don Alfonso tuvo la precaución de mandar a vigilar toda la casa y todas las personas que entraran y salieran de la casa de Vanessa. Irene era
ijo metiendo una pequeña porción de su lasa
r lasaña del mundo la
y tomó un trago de su copa de vino tinto - ¿Cuéntame que es lo que realmente haces
rabajo. Es un trabajo como cualquier otr
- ella ta
que estas. La verdad es que m
omo si lo descubriera por dentro. Tenía que tener más
rebates sin más ni más ¿E
verda
comer y dejemos la conversación para o
quieres
dos los que no confi
una
go hablamos de la confianza ¿de acuerdo? – Irene sonrió y no dijo nada más hast
evo a t
etines que debo leer para estar al corriente de los movimientos de los pre
él le pidió el teléfono una vez más. Ella no quiso dárselo. Él era atractiv
ue nos veamos – le dijo al bajar. Dio la vu
tu quien no quiere q
fono el un pedazo de papel y se lo dio. – Llama en ho
o puedo
e la canción – rió suave mi
a observó hasta que se perdió dentro de la casa. Las piernas más hermosas que había visto. Eso si era verdad.