HUERTO DE MALICIAS
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trabajo, tampoco el estrés de encontrarse o hablar con su novio sumado al poder a
olvió a la
umbra de la habitación, la figura de Don Alfonso Domecq por entre la apertura a medias. Vestía una b
las manos de Vanessa y las colocó por encima de su cabeza. Después le movió el rostro para poder verla mejor. Acercó su cara al rostro de la joven para quedar a dos centimetros de su boca sin llegar a tocarla pero si podía sentir su tibia respiración. Se quedó en esa pos
La desesperación se apoderó de ella. Lanzaba patadas, trataba de mover la cabeza para zafarse de aquel asqueroso beso. Él la obligaba a abrir la boca con su
sfuerzos er
illo de la bata. Dejó de besarla
e voy a dar lo que te gusta - le rasgó la blusa
e toque....- sollozaba y gritaba
e gustará, no te resistas - la movió de posición, la colocó debajo de él. Le ató las m
er nada al respecto. Sally también escuchaba los gritos y sabía perfectamente lo que estaba pas
colmarse. Le había rasgado la blusa y ahora le quitaba el sostén de un tirón, dejándola medio desn
las lágrimas corrieron por sus mejillas. Tenía que hacer algo o realmente moriría de asco, de vergüenza, de ira e impotencia. Sin embargo para él era todo lo con
a dejó a un lado de la cama, quedando al descubierto su prominente panza y los boxer de pequeños cuadros azules y blancos. Tenía a la chica inm
volvió a besarle la boca le mordió con todas sus fuerzas y lo empuj
én por el golpe en la cabeza que seguramente le dejaría un chichón desagradable. Ella pudo ponerse de pie antes que é
el pasillo y miraba a todos lados. en un punto chocó con una mesita de cristal y el estruendo fue mayor. Sa
rse tranquila esperando. Vanessa se fue a la terraza y se escon
onso sangraba del labio inferior y tenía una leve hinchazon
medida que se limpiaba la sangre del labio y av
s una amiga querida, no quiero que la mates. -
¿quien se cree que es esa estúpida? No p
- Podemos evitar que hable, pero si la matamos la familia la va a buscar. Conozco a su ma
da, se atrevió a agredirme. Esta me las paga. -
tes más conmigo! - él se di
quieres
s amigas, no más tratos especiales y me voy a ir de la casa con ot
ando en serio, nadie te pu
Más tarde nos ocuparemos de ella. - lo convenció. Se d
oltado las manos. Trató de taparse el pecho con restos que quedaron de su blusa y su brasier. Se asustó al cuadrado cuando es
ar por favor salga de ahí, si no él la encontrara... - Era un mar de lágr
a con torpeza que Luisa la tocaba para ayudarla a salir d
e que esconderse de ellos y aquí la pueden encontra
parte de ellos, usted me
tan confiada y la niña Sally parecía tenerle tanto cariño que no pensé que le fueran a hacer daño. Párese de ahí y
violar.. ¿Qué carajos son ustedes?... - le reprochó sin dejar q
rgonzada por su estado de vulnerabilidad y aun sientiendo las ganas de vomitar ante e
sa la cubrió con una manta y se sentó a su lado, asegurándole que no permi
de todo y era muy especial conmigo. A penas tenía trece años cuando
¿Por qué no te vas? Pode
e rica y a lo mejor tan perversa como el señor Alfonso. Quiero que tenga bien claro de lo que ésta gente es capaz. Mire, hubo una joven, así como usted, amiga
llo parecía una p
go muy grave, eso creo, y sufrió uno de los ataques cuando se metió a la piscina muy tarde en la noche y para su malisima suerte, o según dijeron, estaba sola. Qué conveniente ¿no? Pero lo que real
lo pued
re de una amiga suya le haría daño ¿verdad?
! ¿Sally est
uí. Sé que para mí va a ser muy difícil escapar, él nunca m
ue avisar a
poli
emos conseguir esos
tán solos, mucha gente esta detrás de lo que hace Don Alfons
sácame de aquí! - una vez más al borde de
orar, mejor des
or deja de tratarme com
bien. T
-*
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an descansar un poco antes de emprender la huida. Vanessa no pudo
ormist
tam
salga para agarrarme y cortarme la cabeza. Esto va ha ser difícil,
no me harán nada. Saldré a ver como