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HUERTO DE MALICIAS

Capítulo 7 Cosas de Mujeres

Palabras:2012    |    Actualizado en: 05/09/2022

erraza. Ella lo miraba con ojos de ena

e dolía mucha la cabeza y se quedó dormida. Creo que mejor no la despierto porque además estaba d

muy raro que tuviera dolor de cab

e comió o la jaqueca que le da a el

siempre tiene una excu

ás como le gustaría tocarlo o besarlo y estar a su lado e

Ire

oy muy preocupada por ot

é te

ad, ya sabes, me

nceramente interesado en l

materia de nuevo ¿tu te imaginas? sólo me quedaban cuatro materias para terminar la carrera y ahora me

rofesor ese para

teléfono, se lo trago la tierra. Pero ya me resigné a tomar la

imismo. Me voy a juntar más con gente como tu a ver si pierd

dos tenemos

s Vane

uro, solo que ella sabe oc

tiene responsabilidades tan grandes como para que no las pueda dejar de l

u eres muy importante para ella pero no trates de controlarla. Por otro lado, no siem

r? ¿Qué Vanessa tie

s de mujeres. No seas tan posesivo, eso es señal de inseguridad, dem

suficiente, todo lo que ella hace y deja d

Vanessa te quie

omportaría

quieres

un terrible dolor de cabeza después de dias sin vernos por lo que preferirías acostarte a dormir ¿en lugar de estar conmigo? ¿Siempre pondrías excusas para vernos? dime ¿actuaría

Ella es como es y tiene su forma de demostrar lo

no me quiere igual como yo la quiero, p

. Olvida lo que te dije. Mejor ha

des mejor que ella. Si mi corazón te quisiera a ti

la chica que está contigo, creo que el problema eres tu, por esas dudas que te atormentan, es que no puedes ver lo bueno

mujer esp

jemplo, era un poder sugestivo que te obligaba a guardar ciertas poses, como no robaras, no mentiras, no desearas la mujer de tu prójimo, no mata

mbiar y alejarse. No era saludable estar enamorada del novio de su prima. Después de unos minut

-

a ducha y se sentía menos agobiada con el recuerdo de lo que le había pasado. Se enco

e vino

é te

e lo im

ene ¿qué l

, sigue molesto porque, según él, sie

le di

comenzó a llamar a Lulú ,la perrita. Doña Cecilia estaba en su habitación mirando las noticia

uchacha a pasado toda su vida sufriendo maltratos, su vida está pendiendo de un hilo en esa casa,

que vale la pena

enferma para ayudar a su papá a abusar de sus amigas, tenemos que a

adie obliga a alguien a hacer lo que ella te hizo. Mira que llevarte

omecq no se olvidará de mí. Aunq

n a hacerte daño o a cualqu

ro es lo má

s. Irene le paso un vaso con jugo de toronja. Vanessa se pas

perrita. Vanessa no era amiga de los perros, pero inmedia

parte de atrás? – preguntó Irene. Se percató d

e pasa?

rrito de Luisa

ebe estar por ahí dormida de

Lulú y sirvió un poco en el plato de la perrita. Volvió a llamarla. Vaness

a se adelantó y cor

i! Seguro Lu

r. Al pie de la puerta estaba Jaime. Vestía unos pantalones vaquero, color negro, una camiseta blanca de algodón. Olía a colonia, su rostro estaba fresco y mostraba una sonri

ea de lavado para limpiarla un poco.

-

a entre sus brazos. Aunque no quería verlo para no tener que mentirle n

s cuanto te q

gusta

te

sucede? – la separó de sí para m

trañe mucho,

é, no pensé que realme

te digo que te extraño y si no te l

ntra sí. Le dio un beso corto y cerró la puerta. – en ese mome

arriba. Irene salió de la cocina y tamb

ompaño a ver eso del nue

ue resolver otros asuntos.

– preguntó Vanessa. Ire

una de esas oficinas de gobierno. Oficina de control d

o nada. – se dirig

e sient

oy mejor ¿Y

– Lo que más me molestó fue no estar contigo el día de ayer. No se

ido de negro y con lentes oscuros a pesar de ser de noche. El sujeto sacó una cámara fotográfica y enfo

fotos y lueg

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