La princesa del diablo
ertó a Amelia de su sueño. Ella gimió en su almohada. A
las 3
5 llamada
número de
e. M
se puso la bata. Aún en un estupor somnoliento, se arrastró hacia la puerta principal. Miró por la mirilla. Dos caballeros de aspec
u alegre band
n minut
rnos- fue la respuesta ahogada
chaba el protector de la cadena. Luego, abrió la
contra los que estaba tratando de protegerse, pero las cerraduras le daban la ilusión de tener
os tres hombres de cabello oscuro se pararo
de ellos es
flácidamente sobre sus hombros, predijo que probablemente se habría
dado de infantería desde hacía mucho tiempo, Mike, pero nunca antes h
se entrecerró y come
onito y caro traje. Bueno, había demasiada sangre para ser honesta. La tela empapada en carmesí parecía estar conc
e dirigier
cuchillo en
- corrigió Dant
o en v
en mi maldito apartamento. ¡Esto es un lugar de civiles
ningún otro lado. Ya parece medio muerto. Ahora er
ir, doctora-
matarás?- Amelia
s ya no la
e gr
s los primeros en la fila para matarte. Solo tenlo
término. Cosa nuestr
n fría vaci
atando con la mafia
terán una bala entre esos bonitos ojos verdes suyos ant
menos, no en el sentido de que ella pudiera mori
enta, ahora tráelo adentro. Haré tod
ndes entraron en su
enso cuadrado de plástico azul por el suelo. Luego, sacó su colección de suministros quirúrgicos, equipo de primera línea que había "tomado prestado" del hospita
rutos tan ansiosos y cuidadosos con alguien. Trató de no dejar que sus nervios la sacudieran. Parecía que este tipo misteri
fesional. El miedo no era una opción. No podía perderse en la intermin
s guantes quirúrgicos
yor o invasiva. A juzgar por la poca profundidad de la herida superficial, con suerte, hubo un daño mínimo en sus órganos. Una señal prometedora.
Hospital de Nueva York. Estoy aquí para ayudarlo y nec
aron. Su boca se abrió con sorpresa. Sus ojos eran de diferentes colores. El de la de
o...-
ueca ante su la
da, su respiración se volvía cada vez más laboriosa y la pérdida
pensarás en mí como el diablo cuando terminemos aquí. Una advertencia, amigo mío, no tengo cua
ró los ojos c
un inglés con
, no me imp
nes y grises mientras procedía a retirar la bala de su cuerpo con la habilidad y precisión de u
y solo lanzó algunos gruñidos y gemidos enérgicos mientras ella desinfectaba e
de su trabajo, transm
nalgésicos lo antes posible. Ustedes me tomaron por sorpresa esta noche, no he t
ke. El hombre se había desmayado, ya fuera de dolor o
gro ahora?- Dante
robable- res
pre
debe pasar hast
. Después, no permitan que se dedique a ningún tipo de activi
zó a sonar. Lo sacó del bolsillo, echó un
ón y regresó un minuto después con una expresión atronador
cejas de Mi
vamos
intió se
ebemos
cia el hombre que yacía en el suelo de l
asa con
te en tono de advertencia e
o- gru
volvió ha
a. ¿Puedes vigilar a e
a su cargo durante la noche. A ella no le gustaba que él hiciera cosas como esta,
heridos para intentar algo divertido, pero aún así era aterrador compartir un espacio con alguie
ada que pudiera hacer al
cuanto
alo o dejalo- r
e contrajeron
días,
mbre necesita reposo en c
ex
e, volveremos para ver
e lo contrario, ya sabes
dijo con una
rió som
cómo funciona esta mierda a
, doctora-
señas para q
omo sea
vez que la puerta principal se cerró con un clic, esta