La princesa del diablo
vista de
pero era la primera vez que el heredero Benell
nte y el mal
sus guardaespaldas temporal
incompetentes? ¿Quizás habían estado trabajan
hombres. Mauro e Ignazio nunca hubieran dejado que esto sucediera. Los había dejado en Paler
que había cambiado la d
era un incosciente, irr
e estaba empapado en sangre. También era Armani, estaba mancha
vio de su cuerpo había estado pulsando con una agon
o una olead
ir de la conciencia. Una vez que cerró los ojos, trató de reunir
to de conocer
to. Apenas tenía treinta y cua
glar el lío entre los carteles y necesitaba averiguar qué
o se le heló la sangre. Le ardían los pulmones. S
smayo, pero la oscuridad pronto se instaló. El dolor en su costado comenzó
sentía como un soñador vagando por otro r
sus rasgos y su cabello oscuro. Reconoció a esta muje
ad
ró de él. Sus ojos s
smas desa
n una ha
conocido. Su mente se agudizó un poc
lo habían lleva
ofá feo, cocina antic
parta
a duro y frío. No
taba en el
s malditos estupidos que no hicieron bien su trabajo,
n era
hó un
uptor de l
apareció alrede
La sangre siguió goteando de su co
quién era e
más. Su halo se h
que le abrazó, tan quieta, tan serena. La forma
, pero su voz reb
el New York Hospital. Estoy aquí para ayudarlo y nece
ro por
n asombro,
gel
de ojos verdes. En su momento de n
el diablo para cuando terminemos aquí. Una advertencia, amigo mío: no tengo anes
o, su franqueza disolvió sus temores. Los latidos de su corazón se volvieron más co
a seguro
lo peor que
e había dado permi
rí se hundió en su herida. El dolor le quemó la car
era un ángel... era
ente lo estaba operando
maldit
a mordiera. Mientras Dante y Mike lo retuvieron como rehén en un agarre implacable y magullado, apretó y rechinó los dientes contra la toalla
ía que mataran a
que podia hacer esta hermosa diavola. No quería morir, que
cisos. Sus manos estaban firmes. Pero, Dios, cada movimiento de su muñeca y cada roce del bisturí s
nte etern
rgatorio. Este t
ás la diabla que empujaba instrumentos de
viviente. Sus ojos colgaban hacia el cielo. Su cerebro se desconectó
salv
ro descendió