Zacharias El Vampiro
de una raza diferente a la mía. Para mí no era más que una brisa fría y punto. Estaba tan habituado al frío que para mí no había mucha dife
caba las cuatro menos cuarto de la madrugada, casi toda la gente se encontraba durmiendo en sus casas, pero siempre había otros que aún caminan por las calles de Square Garden Pa
s hum
de la noche. Creen que lo peor que pueden hallar es un par de delincuentes, pero bueno, yo agradec
o de deli
r no me hagan nada -
para clavar la vista en tan común esc
ar una ropa un par de tallas más cercana a la correcta? Ahí estaban acorralando a l
uls
ien, ¿por qué no escogían a una
ard
or que una patada en las partes bajas, eran a los cobardes. Miré a que no hubiera
el resto de mis ropas rozando así mi pálida y mi fría piel. Aterricé en la punta de mis pies descalzos -me gustaba sentir el frío del piso en mi piel y a veces me quitaba las botas cuando me ponía a disfrutar del paisaje-, y sólo para
rqué hasta donde esos cobardes acorralaban a la muj
no de piel oscura- no te va
en sí. Quizás sólo debía matarlos, beber su sangre sería como comer mierda de alcantarilla. P
niño explorador. Salvaría a la chica y mataría a eso
aceptar en ese lugar o
doler es a otros -dije sali
me estaba pasando. No podía estar sucediendo, aún faltaba mucho para el amanecer. ¿Por qué me sentía tan débil? Con c
e años- antes de que ellos se lanzaran sobre mí. Más vale apuñalar primero que esperar a que te apuñalen y si me demoraba
y de piel oscura, me giré apoyado en un pie y le retorcí el cuello al más
té al que temblaba como pollito-. Y tú, -me
nos segundos su profunda mirada me paralizó, lo suficiente como para que el más alto
e mocoso ni siquiera me hubiese movido. Solté un gruñido nacido desde
ás! -le gruñí a la morena q
luego des
sin preocuparme por destruir otra