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La hija del CEO es mi rival

Capítulo 4 La cruel realidad

Palabras:2029    |    Actualizado en: 03/06/2022

s, el dolor lo embargaba y la preocupación por lo que le e

abrás donde encontrarme y en cualquier momento —intentó bromear Viridiana, sintiendo que las lágrimas comenzaban a correr

e de esta situación y que muy pronto regresarás a la casa… para que todo vuelva a ser como s

ate mucho, no te preocupe

r, pagando lo que le pidieron, con tal de que su hija estuviera cómoda mientras esperab

a anidado en su mente, la de que tal vez pasarían muchos años

había cometido homicidio agravado, por lo que no tendría derecho a fianza, aunque su padre pen

hillo, y no había sino mensajes suyos hacia Estela, entonces todo es

la cárcel antes de volver a cas

or dos policías que la subieron a una camioneta y se pusieron en

sabia, tal y como ocurrió, que los reporteros estarían esperando su traslado y le tomarían muchas f

mente pensaba en la situación. La plática que tuviera con Germá

ntrario, le habló con ternura y cariño, además, trató de que se sint

fuerte para salir delante de ese momento que ahora vivía, có

bien fueron órdenes directas y pudo ver que él también estaba triste, angustiado, con toda

a abusado de su cariño, de su ternura y de su nobleza, no obstante, no tuvo ni una pala

specializada, los policías la bajaron de la camioneta y custodiándola por ambos flancos la llevaron

s para que se integrara la averiguación previa correspondiente y se le dieran parte al Juez de I

to de gritar que no la encerraran, que no quería estar ahí, que ese no era su lugar y que cometían una injusticia, aunque s

pelos se le pusieron de punta al sonido de aquel chillido metálico, y nunca supo cómo fue capa

a ese encierro, fue el estallido metálico y espantoso que

ndo era real, el fuerte sonido se escuchó con eco por varios segundos como asegurándole a la detenida que no podría salir

e ancho por 5 metros de largo, paredes deprimentes de color opaco, descarapeladas y con grafit

que no había ni un catre, ni algo en donde pudiera sentarse, al fondo de la celda, sólo había una e

no, hasta que, al final, se cansó y terminó por sentarse en el suelo recargada en la pared,

a estudiar, para platicar o para pasar el tiempo, los demás universitarios, pasaban al lado de ello

e las jardineras, o ir a la cafetería del campus, o buscar un sitio donde pudieran estar cómod

o como lamento, al abrirse de nueva cuenta, con sus rechinidos, con esos sonidos agudos y mol

de sobrepeso sin llegar a ser obesa, su cara redonda de cachetes llenos y tersos, era coqueta y simp

en la parte posterior, justo sobre cada nalga, se veían los n

moso ratón al frente, algo que a la Montero, le parecía real

hacía verse más juvenil. Para Viridiana no era sino una vulgar delincuente con la que ahora tenía qu

uelo a un metro de ella, como si no existiera, como si todo el lu

blemas, ambas con las piernas recogidas, los brazos sobre las rodillas y la frente sobre los

a la reunión, y fue justo al momento de ingresar a la recámara a donde la había llevado Estela

, al tiempo que encaraba a Estela, la hermosa pelirroja que a un

no eres sino una pobre estúpida, arrogante y egoísta que crees que el mundo gira a tu capric

contrastaba de manera sublime, con lo sonrosado de su piel, resaltando su escultural cue

a, 60 kilos de peso, no obstante, poseía un cuerpo bien ejercitado y

ue, además, la hacía verse más mujer, más atractiva, más seductora, siempre había tenido por p

, llevaba el elegante vestido de noche, que había comprado para la ocasión, y que se ajustaba perfectamente a su silueta, a s

abundante cabellera, sedosa y brillante, de piel sonrosada, su cu

elleza estética, elegante que, rayaba en la perfección, en ese momen

palabras hirientes y agresivas de la pelirroja— Yo no lo veo y pienso que, como todo en tu

odemos aceptar como espectadora porque como mujer le das asco, lo mismo que a mí —insistió Est

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1 Capítulo 1 El homicidio2 Capítulo 2 La Confrontación3 Capítulo 3 Las Consecuencias4 Capítulo 4 La cruel realidad5 Capítulo 5 ¡La eterna rival!6 Capítulo 6 ¿Y si te lo pido yo 7 Capítulo 7 ¡La vida es lo que es!8 Capítulo 8 ¡Si tan solo…!9 Capítulo 9 ¡Defiéndeme!10 Capítulo 10 Peor que el infierno11 Capítulo 11 Las Cosas Claras12 Capítulo 12 Comienza la acción13 Capítulo 13 ¡No lo puedo creer!14 Capítulo 14 Un pasado difícil15 Capítulo 15 Lo Inevitable16 Capítulo 16 No hay sitio para el amor17 Capítulo 17 Cuando todo se complica18 Capítulo 18 Así comienza todo19 Capítulo 19 Una nueva perspectiva20 Capítulo 20 En el camino correcto21 Capítulo 21 El momento de sincerarse22 Capítulo 22 La Trampa23 Capítulo 23 Ajuste de cuentas24 Capítulo 24 Frente a frente25 Capítulo 25 Todavía no termina26 Capítulo 26 Mentiras… sólo mentiras27 Capítulo 27 ¡Dime la verdad!28 Capítulo 28 Un bello sueño29 Capítulo 29 La cruda realidad30 Capítulo 30 Tenemos que casarnos31 Capítulo 31 Ni como evitarlo32 Capítulo 32 ¿Dónde estás, maldito 33 Capítulo 33 Princesa, no esclava34 Capítulo 34 Nunca se rindió35 Capítulo 35 Su verdadero yo36 Capítulo 36 Tenían que pagar37 Capítulo 37 Sin salida38 Capítulo 38 Un hada madrina39 Capítulo 39 Sin presiones en la prisión40 Capítulo 40 Una historia real41 Capítulo 41 ¡Estas caliente !42 Capítulo 42 Ajuste de cuentas43 Capítulo 43 Una deuda que no se paga44 Capítulo 44 La historia da una vuelta45 Capítulo 45 La entrevista46 Capítulo 46 Un nuevo peligro47 Capítulo 47 Mi amiga la China48 Capítulo 48 Los hechos hablan por sí solos49 Capítulo 49 Mi querida hermana50 Capítulo 50 La verdad de Estela51 Capítulo 51 La declaración de una muerta52 Capítulo 52 Una guerra no declarada53 Capítulo 53 Yo te cuido, amiga54 Capítulo 54 Una vuelta más a la tuerca55 Capítulo 55 La verdad más bien guardada56 Capítulo 56 ¡Sorpresa!57 Capítulo 57 La vida tiene que seguir58 Capítulo 58 Testigo inesperado59 Capítulo 59 La cruel realidad60 Capítulo 60 Se veía venir61 Capítulo 61 Una Chacalada62 Capítulo 62 El recuento de los daños63 Capítulo 63 La verdad no se puede ocultar64 Capítulo 64 No todo se terminó…65 Capítulo 65 Sin mucho que decir66 Capítulo 66 Todo por la pasión67 Capítulo 67 La familia lo es todo68 Capítulo 68 Las cosas se complican69 Capítulo 69 Lo que no se debe de hacer70 Capítulo 70 Mal y de malas71 Capítulo 71 En la cama y en la cárcel se conoce a los amigos72 Capítulo 72 Las cosas en su lugar73 Capítulo 73 La esperada negociación74 Capítulo 74 Sin miedo al éxito75 Capítulo 75 No hay mal que por bien no venga76 Capítulo 76 Un encuentro inesperado77 Capítulo 77 Cuida de mi hija y de mi…78 Capítulo 78 ¿Víctima o victimaria 79 Capítulo 79 La balanza de la justicia80 Capítulo 80 El delito no duerme81 Capítulo 81 Esto no puede estar pasando82 Capítulo 82 Las cosas como son83 Capítulo 83 Y ahí vamos...84 Capítulo 84 ¿Asesina despiadada 85 Capítulo 85 Todas son víctimas inocentes86 Capítulo 86 ¡Todo es una burda mentira!87 Capítulo 87 No es un juicio penal, es un juicio público88 Capítulo 88 Y más de lo mismo89 Capítulo 89 Absolución, no es inocencia90 Capítulo 90 Mientras se cumplen los términos91 Capítulo 91 Yo no lo maté92 Capítulo 92 No había de otra93 Capítulo 93 La vida fácil del placer94 Capítulo 94 La verdad, desnuda95 Capítulo 95 Hay que seguir adelante96 Capítulo 96 Sólo hay una persona97 Capítulo 97 Necesito tu ayuda98 Capítulo 98 Resolviendo el enigma99 Capítulo 99 Todos tienen secretos100 Capítulo 100 A nivel nacional, la amo