Las Lunas de Abril IV: Luna Eterna
no obstante, no podía decir que estuviera en mis planes dejar a Selena, si ella volvía. El problema era
ntes de las que preocuparme. El reino de mi padre iba en franca decadencia por lo cual, debía buscar el
ue anunciaba la invasión de los dorios a nuestro pueblo; obviamente, no permitiría,
an hacia nosotros asolando ciudades vecinas. Mis hombres y yo estábamos
os, Medonte ―me advirt
o de que no
a fuerza por mucho muy superio
tengo
ntro, ellos no se acercarán aquí y si ustedes salen, esta
ue asesinen
adre ya está escrit
ista en s
uieres
sp
hacer para cambiar su
len
s luchar por tu vida, por la de tu hermano y su
morir, mucho menos a manos de nuest
a sido reclamada por los dioses, no hay
so
nte, fuerzas que, aunque no creas en ellas, exist
a sonrisa
o Mala'ikan,
es de él?
lgún tiempo para exigirm
de ser
zó y desapareció, tal
don
por favor, neces
e rec
o y yo atrapé su pequeñ
no puedo evitar pensar que tú y ese hombre están coludidos en alg
te harí
é me aba
venir, de hecho, solo vine a adv
otra vez? Qué
tras tanto, no te enfrentes a tus enemigos, quéd
do vol
se oculte por un
do ser
lo que no puedes ver, cree en lo que está ante t
reo e
crees
ante su p
pero no sabes qui
lo que eres ―af
amar lo que n
uro y sé que tú también me amas a
azas de Mala'ikan, ni las frases veladas de Selena, ni mi familia, ni nada. Para mí, en ese momento, no existía nada más que
juntos, yo ya no me pertenecía. Un mundo nuevo y desconocido se abrió para mí al
entes que no eran humanos y que se preciaban de no serlo. Me percaté también de que los hombres son capaces de muchas cosas, solo tienen que aprender a descubrirlo y conocí en p
iedo. Luego lo procesé y fui el más feliz de los mortales. Sería padre y mi diosa estaba conmigo. Además, n
i como un milagro. Era una preciosidad, una niña h
etí por enésima
amo ―contestó c
re alg
e aproxima a pa
? ¿El fi
ndo. Perdóname, debí verlo venir
s, mi Luna, dime qué es
ue el futuro de tu padre est
testé co
s enemigos prevalecerán sobre
endo, ¿p
riño, y es hora de que t
con nosotros, c
, hay quienes la
Abril, mientras pueda evi
o
y en su boca percibí su temor, un temor muy