Diez años después

mi

aricia su pecho y una cabellera morena se cuela en mi visión y lo besa y acaricia. Mis movimientos se frenan en seco y me alejo instintivamente. Ante ello la morena toma mi lugar y comienzan a reír con complicidad mientras se acarician por todo el cuerpo. No logro salir de mi espanto y las lágrimas amenazan con salir cuando aparece en escena una tercera mujer, esta vez de cabello corto y negro pero tez blanca, se coloca entre ambos y los tres comienzan un baile coordinado y armónico. Se toca, acarician, veo las manos de Ignacio viajar por el cuerpo de ambas mientras ellas alternan entre acariciarse y tocarlo a

to en que Ignacio me pertenecía, ahora tampoco está l

e ya cual excusa voy a poner para no ir a la reunión que “organicé” con la “amiga” de Ignacio. Porque lo único que tengo c

de dinosaurios y el cabello revuelto, mi ánimo se suaviza, pareciera que sabía que necesitaba un abrazo porque es justamente lo que hac

na

diez años, no nos volvimos a ver porque ella no quería nada que la atara porque se quería ir a misionar a África.” La historia en sí parecía tan simple… tan normal. Pero no podía explicar en palabras las tantas veces que pensé en ella en este tiempo ni la intensidad con que su recuerdo me condicionó siempre. Supongo que inconscientemente busqué una mujer mu

mente coincidía, por ejemplo, en lo productivas que son sus sugerencias, en la sinceridad que parecen tener sus críticas, pero no quiero trasladar eso a un plano emocional, porque allí sí que Camila no será nunca de mi agrado. “Quiero darle una opor

me quedé un rato más para tener una reunión co

ya habíamos hablado todo.- Inicia Lorena ni bien

ación de cómo viene la au

có hacer guardia con ella y hablamos bastante. Se dejó llevar por lo simpátic

o que hace es vendernos espejitos de colores para que confiemos en

atrás.- Bromea Marcos mientras hace un gesto sugestivo sob

s, trata de controlarte que lo único que nos falt

y “buenos amigos”.- Sigue Marcos con su tono burlón y yo trato de calmarme

nosotros con un brillo malicioso que me genera una total repulsión. – Siendo ella la auditora no puede tener vínculos con uno de los médicos del lugar que audita. Nos da

de sacrificarme por el grupo.- Sigue en tono joc

o a una colega solamente por temor a no pasar una a

olamente tenerla cerca y guardar un as bajo la manga por si las cosas no sal

o él dijo, no la va a obligar, y ella sabría que lo que está haciendo está mal, si lo hace igual tendrá que hacerse cargo de sus acciones.- Sentencia Lorena, y con ello me doy cuenta q

zco, que todo lo bueno que pienso de ella es solo una creación mía.

nos vas a tener al tanto de to

í.- Contesta riendo con una expresión traviesa que

mi

on otras de las médicas porque Lucía salió de su guardia de anoche… cada vez que lo pienso siento alegría de saber que no me la v

r y que realmente no me afecta, solo me hace pensar que ella tiene más miedo que yo y eso me genera compasión. Pero entonces, caminando tras ella veo acercarse a Ignacio y mi sueño nuevamente se hace presente. Peor a

y haciendo que repare en sus ojos verdes traviesos que seguramente levantan más suspiros de los que su portador se merece. Agradezco mentalmente la intervención, porque logró sacarme de la se

ioses, pero aun así, me tengo que reconocer que lo mejor será poner una distancia más que prudencial. Nunca me había pasado sentirme atraída por un colega en una auditoría y justo ahora tengo dos tentaciones en la misma, parece que el destino no está a mi favor. – Permiso.- Digo, dando por finalizado el encuentro y caminando hacia la sala de médicos, donde tengo mis cosas. Al pasar al lado de Ignacio lo saludo rápidamente y noto

e, no quiero pasar por mal educada.- Le

or y al mirarme, levanta una ceja en señal de sorpresa pero un segund

cuche… Buenos días

misma falsedad y sigo mi camino pensando en que cenar con Lucía no sería tan mala opción. Inmediatamente me castigo mentalmente, no soy del tipo de mujeres que avalan las relaciones con hombres comprometidos y

car a Julián y volver a casa, cuando estamos llegando recibo un

rigado el niño y entonces me doy cuenta de que en el ajetreo de la rutina me olvidé de cancelar la cena con Lucía. Pienso mil excusas pero no me atrevo a decirle a él que escriba mentiras por mí ni tampoco podría enviar un audio porque lo escu

olo que me olvidé que tenía esa cena y ya no está en mis planes ir… Quizás te

a lo que nos pasa… si no queres ir, deberías decirle a tu amiga… pero rápid

o y tomo el teléfono siguien

la cena para otro día, estoy complicada a esta altura. Mil disculpas.- Envío el audio y veo que lo escucha de forma inmediata.- Pasan unos minutos y

uatro lugares.- Dice divertido Julián e inmed

en media hora, no se demoren

plato tiene mucha pinta…- decido dejar de lado mis cuestiones personales

e y nos indica que subamos. Me intriga pero no lo pienso más hasta que la puerta del departamento se abre

Centro de salud… Soy enfermera en el cuarto piso. Par

me cuesta reaccionar pero Julián me saca del a

el hijo de Camila. G

sombro y me incorpo

e veía cara conocida. Much

que explicar los motivos de mi reacción sería sumamente complicado… “quedé helada no porque dos mujeres sean pareja, sino porque hace 24 horas que me tortura la

ombro… No soy la única que se llevó una sorpresa hoy. Entonces me doy cuenta que no sabe la historia, seguramente se

y desde que nos vimos supimos que yo era su mamá y él mi hijo.- Julián asiente divertido, esa s

s. Marcela rodea a Lucía por los hombros y

s, espero que cuando necesites un co

prefiero un parque o el cine… - Contesta con rapidez mi muchacho, haciend

samos de absolutamente todo… La relación entre ellas, la idea de adoptar (que conociendo a Julián terminó de

rimer momento. Algo no me sonaba de que una persona tan buena y positiva, eligiera ser

Increpa Lucía. –Lo hace por su hijo… sin duda

do sale bien, esta sería la última. Me falta tan poco… Pero si por alguna razón se extiend

e puede asegurarte la resolución de

to… Como si tener a un hombre al lado mío me hiciera más capaz… Pero la ley es así. Y como no me pienso casar nunca jamás con nadie, más me vale seguir c

iada en el Centro de salud. Tengo d