La reina de las Magnolias
o, seis..., la cuenta comenz
a que buscaba. «¿Por qué Charles —el niño con el cual jugaba—, no podía simplemente dejarla ganar?», no era justo
ros, de hecho, Susie se había esforzado tanto en aprenderse los números del uno al cien; para que su madre le comprara un bonito broche —color rosa— que había visto en el a
un q
o el tiempo uno se la pasaba contando, y aparte Susie estaba agotada, aburrida, frustrada
y? —Escucho
las mejillas tan sonrosadas como un tomate mad
io Susie, enfadada, estaba tan furiosa y a punto de
Ven, vamos a la cocina a comer galletas.
ero —re
bía comprado su madre por su cumpleaños. Tenía las mejillas rosadas y salpic
osa, no se
digas
ndo, ¿No
N
frunció
te convido de mis galle
aun así estaba enojada con Charles. Se suponía que debía de estar
as con leche —
sonrió d
e ella. Charles tenía la misma edad que William, su hermano mayor, y aunq
ió y le tendió su mano enfrent
tarían dos semanas y luego partirían de vuelta a Cambridge. Los hermanos mayores de Susie jugaban croquet en el patio trasero de la casa, y siempre la dejaban de lado tachándola de berrinchuda cuando quería leer
más grande se vengar
ate caliente con malvavi
o la suela de sus zapatos color rojo contra
atio, se había quedado junto a ella al verla triste sentada en el viejo mueblecillo de la sala y le había dado un trocito de chocolate mientras le preguntaba por qué la cara larga cuando t
madre de Charles, una señora muy amargada para el gusto de Susie y para todo el mundo
ncha la alfombra, madre se enfadará, y lo
tió tomada
a ayer había regañado a sus hermanos, cuando habían entrado con los zapatos hechos un desastre en el saloncillo. La señora parecía que se iba a jalar los cabellos a tirones y
—le hab
sto—, que
e soy berrinch
na sonrisa—. Pero solo u
n voz triste—. Mis hermanos opinan que
e tu padre, solo están cel
rándolo a la cara. Su peinado le enmarcaba el rostro y la
te adoro—
ranquilizaron. Susie se sintió más tranqui
che mientras le contaba cuentos. Se guardó para sí misma lo mucho que le gustaba jugar con él y lo mu