Bajo el hechizo del Alfa
ener mi profesionalismo. Me visto rápidamente, pero huelo por última vez y de forma culpable la camiseta que me ha dejado. Admito a r
qué estaba pensando al traer a una br
l. Nunca puedes confiar en
unca me aceptarían. Enderezo la columna vertebral y camino con toda la confianza que puedo reunir. No dejaré que sus palabras hirientes me afecten.
s 9:02. Pongo los ojos en blanco pero no resp
te, negándome a retroceder. Es tan alto que tengo que inclinar la cabeza hacia
fa -respondo con un tono amargamente dulce. Sus ojos casi se salen de la cabeza al
las otra vez, Raven? -me preg
e su boca se mueve tan levemente que casi no me doy cuenta. Se me pasa por la cabeza la idea de que, después de todo, su arrogan
ca que puedo sentir su aliento en mis labios y mi corazón empieza a acelerarse. El recuerdo d
lirte con la tuya, ¿no?
ante no deja lugar a más pr
enfadar cada vez
antas preguntas?
tarlo; sentir que he recuperado una pequeña cantidad de poder en la situac
que tienes -gruñe. Mientras dice las palabras, sus ojos miran fijamente mi boca con avidez. La bestia que lleva den
a sin avisar. Mi equilibrio se ve alterado y rápidamente trato de equilibrarme. Se dirige a su escritorio
la manada. Pero como estás de un humor tan volátil, c
por hacer preguntas? -
lorar la casa, pero quédate dentro. Pue
Debería haberme arriesgado con Lavinia. Los momentos pasan mientras pienso en cómo responder, indignada por
do suficie
iminal! -protesto. Él levanta una ceja soca
a -afirma con calma. Su tono de realida
¡Me defendí! -exclamo. No parec
s estado si no hubiera intervenido. Se podría pensar que estarí
e... ¡animal! -grito. He perdido la capacidad de mantener cualquier apariencia profes
e en mi espalda y algo aún más duro en la parte delantera. Dejo escapar un pequeño jadeo al sentir su cuerpo cont
qui
ra mí. No voy a dar explicaciones ni a ti ni a nadie. Mis decisiones son absolutas, así que será mejor que te aco
ojos cuando siento que la magia se genera dentro de mí. Cambian a un color púrpura brillante y brillan más cuando mis emo
Me pasa una mano por el brazo, luego po
-responde y el calor se acumula entre mis pierna
niña? -pregunt
ego no lo pareces -me dice. Se lame los labios como
rmeza. Lleva su mano a mi cuello y lo rodea con sus dedos lig
tolero tu insolencia -
n recuerdo de él a una edad más temprana gritando de terror y llorando de arrepentimiento. Ha pas
o alivio cuando no la veo. Su pulgar se levanta para acariciar mi mandíbula y siento un cosquilleo h
la oportunidad de encontrarse c