Un heredero de sangre
en la garganta de Santiago rodó y con el se desprendieron gr
l limpiar las lágrimas c
vi salir l
ia había recibido, bueno, al menos para Santiago, porqué para ella sería
jo la doctora?, ¿es sobre Lucer
á el corazón, al no obtenerla se paró a un costado
a mirarla. Amaba ver esos ojos negros que impactaban su corazón. En sus adentros maldijo a Lucero po
e te dijo
lo asimilaba , no quería asimilarlo, ni si quiera escuchaba la pre
se. Sintió miedo, miedo porque si su tía se casaba con su padre lo dejaría en un basurero. Aunque su mamá le había di
, Santiago regresó a ver a su
stenía en su mano y corrió ha
enda, Santiago apartó a la mujer que se encontrab
Santiago dejó f
mocoso, at
grimas, tenía planeado hacer un show de sufrimiento delante
ción, de camino a su habitación se topó con Pedro, este último la observó con deseo
e iluminas esta man
ó muy seductora hasta llegar a Pedro, él, no dudó en rodear
mente al mismo tiempo que se soltava del
do, sonrió de medio l
ando en que tarde que temprano
e tras su hijo lo
Mati? ¿por qu
ntentando soltarse de su padre. - Si mamá muere te
estremeció, le presionó
con nadie, te
lo j
ó, solo ser
padre le agrado,
los niños no lloran
o sacándole una sonrisa a su padre,
adas con las cosquillas
ción a la escuela, de camino a la antes nombrada, Matía
tas f
eré a m
ienes una n
no el pequeño, provocan
te digo u
¿C
ás Bonita
o a su pequeño hijo, segundos después Matias se soltó de su agarre y corrió con sus brazos ab
hos papeles en mano, los cuales cayeron al suelo en el momento que chocó con
perdió en esos ojos, aquellos verdes ojos q
ero la mano de Santi
en? - preguntó sacu
mirada a su maestra y espetó.
o, Erika sonrió, con sus man
sculparte pequeño,
mirándole detenidamente, soltando un suspiro reco
corazon latió con fuerzas, soltando un suspiro expulso esos estupidos a
os hace tarde p
ente a ella, era tan guapo, pero su mal carácter le desagradaba, las dos veces que
azón Seño
a maestra, una pequeña sonrisa se dibujó en los labios rosados. La maestra le
nclinó a recoger las hojas y Santiago le ayudó. Cuando entregó las hojas que había recogido, un roce de sus manos hizo
ucharon volvió a int
es!, es un placer
, el asintió y luego de eso
l aula, al entrar, los padres de familia le observaron desde pi
le miraban con envidia, por su juventud y
fuera un Dios, poniendo los ojos en blanco Erika soltó un suspiro, n
aestra de 1er Grado, espero seamos un grupo unido y todos pong
sos, igualmente los niños, ellos est
rón, entre ratos, sus miradas se chocaban, pero Erika la esquivab
so soñó con esos ojos que perforaban su corazón, cerró sus ojos recordando a Lucero, pensar e
lo que la maestra decía, sintieron pesar por ella, porque si el CEO no le
ico y todos soltaron el
bien CEO, sal
ien seño
cosa le esta
, le adjuntar
Explico Santiago y salió dejando