Por amor a los dioses
regaba a la editorial, en cambio sólo fueron murmullos y chismes que la rodeaban constantemente acerca de su exesposo y lo bruja que todos creían que era. Sujetó con fuerza
en el pasado no sabía qué hacer con él, ahora se l
su agenda en manos-. Tu día está l
una cuenta de Tinder a mi nombre, te
a -replicó la joven-. Y no, te agendé un
gradeció las citas que tuvo con los hombres más raros que pudo encontrar, uno de ellos hasta llevó a una de sus mascotas a la cita, no rechazaba a un hombre co
cambio sólo la observó estupefacta. El a
muerzo hoy, no me i
nces co
l pecho. Un tic se formó en el rostro de Olympia, no le gustaba hacia dónde
menos no era ninguna cita alocada de la cual luego s
ejor amiga, pasó entre varios cubículos otra v
dos y cada uno de los que contaban chismes e inc
a Olympia antes de abrir la
ídos. Entró de golpe y enseguida el hombre se puso de p
rio ignorando la fija mirada que le seguía
el cheque. Y ne
o que, no he tenido tiempo de
ese cheque, tú ganabas más din
las palabras que b
e había amado desde mucho tiempo atrás no era más que un farsante, bufó
ue ella sí pudo darle un hijo y ella no, desde que comenzaron a salir, Cameron mencionaba emocionado la idea de tener tantos hijos como pudiera mantener, era el sueño desde siempre, cual fue la sorp
irse al hombre que alguna vez p
la silla una vez má
cuando escuchó su celular sonar. Canceló la llamada
a al reloj y sol
ez minutos, eran pasadas las 12. En
voz con la que soñó la noche pasada. Buscó con la mirada al apuesto hombre y lo encontró a unas cuantas mesas, este s
rendo chaleco tejido que tenías puesto ayer? -soltó una risa qu
u mano para dirig
a sido tan repent
no te moleste, le he preguntado a tu asistente lo que te gusta y
ón, estoy hambrienta
toser, acercó su silla un poco más a la mesa y tomó una galleta que acompañaba la entrada,
pia Bellini, pero, ya lo sabes. Dios,
dre es tu jefe, me gusta
padre, mi jefe, yo... -suspiró-. Ahor
as. No me adules -aflojó su corbata-. Só
ula-. ¿Qué tendrías que apre
en seco y
es la editora en jefe, has logrado mu
n tema, simplemente no acepto cualquier libro m
tos, de pronto salivó. Adam sólo la mir
o hizo explicarse-. Soy el rostro detrás de los libros de cocina de Henson, sólo deseo volver a mi mundo sin necesidad
a ella cocinando con un de
ad tienes
r qué la
años fue opacada por la cocina -Adam asintió sonriendo-. ¿Y cuál
ntestó- Sé
edio cocinar, no estaba segura de a dónde
rdad, que no quiero ninguna otra carga más que la
i padre te tiene confianza, y quiero conf
o, esperaba un aument
umento de salario
nciendo el ceño. Adam la miraba apacible, parecí
o-. La asistente que en realidad tiene el mando. Como Pepper en IronMan. Ignorando el hec
orgulloso de su decisión-. No voy a acept
o, para darte una
pada con un juicio -r
tipo de
más profundas. Y no podía dejar de seguir insistiendo, la mirada de la chica se posó en la suya, aquellos ojos marrones le atrajeron de i
mi di
realidad era una mujer casada. Su s
Por qué no traes u
él asintió de nuevo tomando un poco de agua-. Nos divorciamos hace un mes, firmó los papeles, pero, en cuanto se le
Por qué no está satis
hermosura mujer em
murmuró-. ¿Y tien
haber cambiado el nombre en las escrituras a tiempo, se sentía una tonta. Y po
es son uno
n sus ojos y sonrió, instintivamente él también lo hizo-. Si no te molesta, puedo acomp
an mala idea tener a alguien cuando determinara