Dr. Andersen
ina. Tarareo la melodía de "Do I Wanna Know?
a a mi oficina llevando en las
color coral que sienta muy bien a su tez morena. Usa unos tacones de punta fina blanc
nrío en forma de saludo
de acuerdo con que me asignaran una secretaria ya que el trabajo que hago no es mucho, pero
todas formas ella prefiere ayudarme y no s
girlos.-Deja el montón de hojas sobre mi escritorio.-Ah y, la secretaria del señor Andersen-hace un
go clases mañ
l señor Antonio dijo que se enca
no aceptaría. Además escuché que
po, aunque muy antipático. No le gus
rme a ese tipo tan ant
una vez y luego ya no tendrás que volver a verlo.-se sienta frent
cardía y yo la
a-,no quiero que nadie me amargue la existencia. Y en el hipotetico caso de
las hojas.-Bien, ya me voy. Tengo mucho trabajo que hacer
reírme y negar
peraba que el cardiólogo aceptara tan rápido la cita, y a decir verda
, pero no se me ocurre nada, ya que sinceramente no sé qué podría preguntarle a un hombre egocéntrico que es
preguntas que se me vengan
--
5 a
n el cardiólogo se adelantó para las 8 de la mañana y como el consultorio del doctor queda en e
a decente y elegante, así que opto por mi falda negra con abertura en la pierna, y hago conjunto con una blusa blanca mangas cortas, hombros al descubierto y un lazo negro en el escote. Me coloco los zapa
l apartamento en dirección a la parada de b
as y simples, tiene ventanales de vidrio polarizado y dos puertas grandes de madera tallada. El consultorio es gr
y agarro fuerte mi cartera antes de ca
or blanco y una camisa del mismo color, junto a un saco color beige y za
íe amab
ser la señ
me indic
de sillas acolchonadas que en estos momentos se encuentran vacías. Cuadros y títulos universitarios adornan las paredes. La m
acío. Por ser un consultorio me lo im
el mejor mome
or-Me indica que
antes de hacer lo que
ntas artificiales y una habitación la que supongo que es el consu
than A
aquí p
e dicho ni una sola palabra, no he hecho más que asentir en t
y mi corazón late con frenesí. Es la primera vez que hago una entrevista a una persona importante. Y tampoco
sp
or mantene
hacerlo y no morir de
e decido a entrar. Una vez dentro, un o
iversitarios. En el medio se encuentra un gran escritorio de color negro; al costado se encuentra una camilla, junto a
algunos instrumentos sobre una pequeña mesada. Al pa
eñorita Paula, vengo de la ed
doctor se gi
l aire abandon